No nos damos cuenta de lo afortunados que somos hasta que sufrimos una pérdida. En este caso, algo con lo que hemos vivido siempre, como por ejemplo: la audición. Tener una discapacidad condiciona mucho la vida de una persona. Máxime cuando ésta se desarrolla o se produce en una edad adulta, y tienes que aprender a valerte de una manera totalmente diferente, a como lo venías haciendo hasta ese momento.
Es en situaciones como estas donde el ser humano demuestra fortaleza, superación y adaptación. Saca fuerzas de donde no imaginaba y se impone a la adversidad. Hay dos opciones, compadecerte y hundirte en tu desgracia o convivir con la misma, aceptándola, incluso abrazarla y comprenderla, tirando hacia delante. Esto es lo que nos muestra la sorprendente Sound of metal, una de las películas del año.