De lo escatológico al drama y, finalmente, al Oscar. Ese ha sido el camino de Peter Farrelly desde sus inicios hasta este 25 de febrero de 2019. Quién le iba a decir al director de Algo pasa con Mary, Dos tontos muy tontos o Yo, yo mismo e Irene, que se pasaría a la comedia dramática, con Green Book, y que contra todo pronóstico sería su película la triunfadora de la 91 edición de los Oscar al ganar el premio a la mejor película. Pues a veces pasa, como diría Forrest Gump. Y todavía sumaría a este galardón el de mejor actor secundario -Mahershala Ali- y guión original.
La historia de amistad de Don Shirley y Tony Lip sumó así un total de tres estatuillas, solo una menos que Bohemian Rhapsody otra de las grandes vencedoras con cuatro premios de los cinco a los que optaba -mejor actor, montaje, montaje de sonido y edición de sonido-. Y el mismo número que Roma. La película de Alfonso Cuarón se llevó tres premios -fotografía, película de habla no inglesa y director-, confirmando así el gusto de la Academia, este año, por las películas de corte clásico y alejadas de la incorreción política.
La historia de amistad de Don Shirley y Tony Lip sumó así un total de tres estatuillas, solo una menos que Bohemian Rhapsody otra de las grandes vencedoras con cuatro premios de los cinco a los que optaba -mejor actor, montaje, montaje de sonido y edición de sonido-. Y el mismo número que Roma. La película de Alfonso Cuarón se llevó tres premios -fotografía, película de habla no inglesa y director-, confirmando así el gusto de la Academia, este año, por las películas de corte clásico y alejadas de la incorreción política.