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domingo, 10 de noviembre de 2024

'Juror #2': La zona gris de la Justicia

Tras descender a los infiernos de Mystic River, Clint Eastwood navega hacia el purgatorio, a la espera del juicio final, en Juror #2, su película número 42 como director hasta la fecha. Y quién sabe si la última, algo a lo que nos enfrentamos cada vez que el oscarizado cineasta llega a la gran pantalla con una obra nueva. 

Juror #2 es un drama judicial con más aciertos que fracasos. Una radiografía del sistema judicial norteamericano, protagonizado por Nicholas Hoult, en su madurez interpretativa, y una gran Toni Collette, algo que no es ninguna novedad. Junto a ellos: Gabriel Basso, J. K. Simmons, Kiefer Sutherland, Chris Messina y Zoey Deutch. 


Una película, Juror #2, donde el director explora una especie de zona gris que se abre en todo proceso judicial. Una disección entre la inocencia y la culpabilidad, la oportunidad de redención, la verdad, la moral y la justicia. 

Justin Kemp (Nicholas Hoult) es un hombre de familia que es llamado a formar parte de un jurado en un juicio por asesinato, donde la fiscal (Toni Collette) tiene en este caso la puerta abierta a su ascenso político. Ya como miembro del jurado, a Kemp se le plantea un dilema moral que podría repercutir en el veredicto del jurado. Una información que nadie más que él posee y que podría condenar o liberar al asesino acusado (Gabriel Basso).


Clint Eastwood vuelve a explorar un terreno, el drama judicial, que ya ha abordado anteriormente desde distintas perspectivas. Quizá le quedaba meterse de lleno en el proceso, con juez, fiscal, defensa y jurado al completo. Algo que hace ahora con un corte clásico, en medio de una sociedad, la del siglo XXI, que exige transparencia a todos los niveles, mientras al más mínimo indicio se lanza al linchamiento. Una sociedad que ha triturado la reflexión y la espiritualidad. Una sociedad lapidaria, que se da golpes de pecho en nombre de la justicia, enarbolando públicamente banderas de moralidad, que en privado esconde en un oscuro cajón de culpabilidad y miseria. 

El director le da la ventaja al espectador de conocer de primera mano el quiz de la cuestión, algo que los protagonistas, salvo uno, desconocen. Es una oportunidad de redimirnos de esos fantasmas, que nos empujan a alimentar los prejuicios y linchar al primer incauto por el hecho de estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Una oportunidad, en definitiva, de exorcizar los demonios por los que día a día vamos juzgando a unos y a otros. 


De soslayo, Eastwood recuerda que la inocencia no hay que demostrarla. Pasa muy fugazmente, pero deja poso. Juror #2 es una película de desgaste, te va consumiendo a medida que el proceso avanza. Logras empatizar con un hombre, a priori modélico, pero que como todos los terrenales se enfrenta a un dilema moral morrocotudo. 

Entre medias, el director californiano se toma su tiempo para hacerle un traje al poder judicial y al político. Tiene para todos los palos, aunque hay momentos de zozobra rocambolesca hacia la última media hora, que amenaza con tumbar todo lo bueno que tiene esta película. Afortunadamente, El sol siempre brilla en Kentucky, también en el cine de un Clint Eastwood, al que le sonríe la balanza de la justicia cinematográfica. 


Ficha Técnica


Título original: Juror #2

Año: 2024

Duración: 117 min.

Género: Drama / Thriller / Tribunales

País: Estados Unidos Estados Unidos 

Dirección: Clint Eastwood

Guion: Jonathan Abrams

Música: Mark Mancina

Fotografía: Yves Bélanger

Reparto: Nicholas Hoult, Toni Collette, Chris Messina, Gabriel Basso, J.K. Simmons, Kiefer Sutherland, Zoey Deutch, Cedric Yarbrough, Leslie Bibb, Adrienne C. More, Drew Scheid

Puntuación: 8/10

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