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viernes, 22 de noviembre de 2024

'Gladiator II': Fuerza (espectáculo) y Honor

Roma, año 211 (año arriba, año abajo). Has pagado tu entrada para ir al Coliseo. Hoy hay naumaquia y lucha de gladiadores. Se celebran Juegos en honor a la enésima victoria de un general allá por tierras bárbaras. Has oído que es la expansión de la civilización, que hubo un sueño llamado Roma, que solo se podía susurrar, o algo de eso. ¿Quién lo dijo? Algún filósofo, tal vez. Qué más da, porque nuca pisarás esa arena, ni la verás y tocarás. Sí, en cambio, la del Anfiteatro Flavio. Y ahí, amigo, quieres sangre y espectáculo. En ese momento tu único anhelo es pan y circo. Y eso es lo que vas a tener. 

Con Gladiator II ocurre lo mismo. Un cuarto de siglo después de que Ridley Scott llevará al peplum al lugar que se merece, el director recupera la historia donde (casi casi) la dejó, para ofrecernos un espectáculo digno del Coliseo. Buena ejecución de principio a fin, aunque el propio guion flaquee con unos: "venga ya". 

Aun así tiene un brillante y acertado arranque animado recordando de dónde venimos: de Richard Harris, Joaquin Phoenix y, por supuesto, Russell Crowe.


A partir de ahí, Scott y el guionista David Scarpa mantienen el mismo planteamiento con nuevos personajes. La épica esta servida con una gran batalla al inicio, nuestro héroe caído en desgracia, que debe sobrevivir sobre la arena de un circo, diseñado para albergar las más espectaculares peleas que se recuerdan. Y de ahí, al resurgimiento del ave fénix, para devolver a Roma la gloria robada por la corrupción y la psicopatía de dos hermanos enfrentados. 

Es ficción, simple y llanamente. Una película. No estamos ante un sesudo análisis de la Roma de Geta y Caracalla, herederos de una nueva dinastía instaurada por su padre: Septimio Severo, norteafricano y que se autoproclamó hijo de Marco Aurelio tras una cruenta guerra civil después de la muerte de Cómodo, último Antonino. 

Hay intrigas de palacio, claro, como en su predecesora. Y aquí Ridley Scott vuelve a recurrir a la realidad para recuperar a un hombre caído en desgracia: Macrino, al que da vida un grandioso Denzel Washington. La ambición personificada, gestos marca de la casa, mediante, de un actor asombroso. Un personaje dispuesto a todo por alcanzar el poder de un imperio que no sabe que se está desmoronando a marchas forzadas. 

La metáfora perfecta de una Europa, la que hace veinte siglos forjó Roma, corroída por la corrupción y ambición de sus políticos, además de la psicopatía de sus dirigentes. Antes emperadores hoy presidentes del Gobierno. Qué más da. Están por encima del Estado y sus instituciones. 

La sangre del circo, la emoción de la pantalla

En este inciso de Ridley Scott sobre confabulaciones y una crítica a la autodestrucción a la que asistimos impasibles, el meollo de Gladiator II está en su pan y circo. Paul Mescal, como maestro de ceremonias, interpretando a Lucio Vero. No tendrá ese halo de Russell Crowe, pero es un digno heredero del 'hispano'. Como Joseph Quinn (sí, Stranger Things) y Fred Hechinger lo sería de Joaquin Phoenix.

La fuerza y el honor son como esa flor de loto que se resiste a marchitar en el lodazal de la corrupción patricia. La fuerza y el honor se desatan en brutales batallas campales en el anfiteatro y una naumaquia por la que apunto estuve de levantarme de la butaca y aplaudir. ¡Qué absoluta barbaridad ha metido Ridley Scott en el Coliseo!

Si los romanos de antaño apagaban con la sangre de la arena la amargura de una caída irrefrenable, por qué no vamos a emocionarnos nosotros con la pantalla que nos regala Gladiator II. Eso no está reñido con protagonizar un levantamiento popular y desafiar a los Macrino, Geta y Caracalla de turno, que hoy llevan traje, corbata y falcon. 

Así que Scott es listo, le da al pueblo lo que quiere y en pequeñas dosis trata de azuzarlo contra los corruptos. Entreteneos y salir del cine pensando que, veinte siglos después, los anhelos siguen siendo los mismos. 

Además, cuando entra en pendiente resbaladiza, te recuerda por qué has ido al cine. Básicamente porque hace más de dos décadas la música de Hans Zimmer, Lisa Gerrard y los diálogos de Máximo te pusieron a cien. Ya no eres esa persona que se asombró con el retorno del mejor peplum, pero la sangre del gladiador sigue corriendo por tus venas, y cuando evoca en esos momentos de flaqueza la fuerza y el honor, la espada y la música de viento, vuelves a agitarte y a entrar en ebullición. ¡Qué energía, qué impulso!

Gladiator II lo ha conseguido. Eso es cine. 


Ficha Técnica

Título original: Gladiator II

Año: 2024

Duración: 148 min.

Género: Acción / Aventuras / Histórico / Secuela 

País: Estados Unidos Estados Unidos 

Dirección: Ridley Scott

Guion: David Scarpa. Personajes: David Franzoni

Música: Harry Gregson-Williams

Fotografía: John Mathieson

Reparto: Paul Mescal, Denzel Washington, Pedro Pascal, Connie Nielsen, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Derek Jacobi, Peter Mensah, Lior Raz, Matt Lucas, Rory McCann, Alexander Simkin

Puntuación: 8/10 

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