Gene Hackman, el hombre que se hizo actor por Marlon Brando. Hace unos años repasábamos la exitosa filmografía del intérprete nacido en San Bernardino el 30 de enero de 1930, ganador de dos premios Oscar de un total de cinco nominaciones. Una selección muy difícil, teniendo en cuenta que hablábamos de un un auténtico tren, una apisonadora, un actor arrollador.
Jubilado desde 2004, hoy toca acercarse a uno de esos trabajos considerados 'menores', teniendo en cuenta la basta carrera de un tipo que llegó más tarde que pronto a Hollywood, precisamente tras ver a Brando en Un tranvía llamado deseo. Era 1990 y estrenaba Testigo accidental, remake de la película homónima dirigida por Richard Fleischer en 1952, precisamente un año después de Hackman decidiera lanzarse al mundo de la interpretación.
Pero volviendo al inicio de la década de los noventa, la última frontera de la libertad, Peter Hyams dirigía a Hackamn en este notable thriller de acción policiaco, con la mafia de por medio y los tribunales de fondo. Hyams ya se había aproximado anteriormente a este género, con cintas como Los jueces de la Ley, con Michael Douglas y Hal Holbrook, Yaphet Kotto; un trabajo estimulante, con un punto de partida emocionante, pero que flaquea hacia el final.
Afortunadamente, en Testigo Accidental, la película resulta más redonda, con menos altibajos, empezando por una cita a ciegas entre Anne Archer y J.T. Walsh, que acaba con el asesinato de este a manos de la mafia y ella presenciándolo todo en secreto. Aparece en acción Gene Hackman, ayudante del fiscal, que lleva años detrás del mafioso que ha ordenado el crimen. Necesita el testimonio de Archer, escondida en mitad de la nada, en Canadá, y que se niega a poner en riesgo su vida. Una quimera, pues los malhechores la encuentran al tiempo que Hackman, que entonces ha de escoltarla en tren para que llegue sana y salva al tribunal.
Salvando el inicio y una interesante persecución entre los salvajes bosques de Canadá, con fotografía incluida de Peter Hyams, la trama se desarrolla, fundamentalmente, en un largo, angosto y atosigante tren. Escenario perfecto para hacerte partícipe de lo que está sucediendo, entre vagones, estrechos pasillos y compartimentos enmoquetados. En el inicio de la nueva década, aún quedan vestigios de imágenes del pasado, propias de esas cintas del género de otro tiempo. Fotogramas cuasi coloreados y cierta oscuridad rota por el humo de los cigarros.
En ese tiempo, poco más de hora y media, se palpa la tensión, la adrenalina se dispara y se brindan escenas donde Gene Hackman da una lección de su talento. Sobre todo una en concreto, una conversación con los sicarios, donde muestra su incorruptible personalidad, un ayudante que disfruta apretando el cuello de los facinerosos antes de que escuchen su condena y que recuerda a ese tótem de Arde Mississippi.
Tiene sus baches, obviamente, pues no es perfecta. Y es que las escenas de acción son altamente mejorables y los sicarios, por momento, muestran una torpeza impropia y poco estimulante. Y sí, Hackman está solo. El resto de personajes pierden comba ante la descomunal presencia del veterano actor. No obstante, Testigo accidental resulta ser una obra con muchos más aciertos que fallos, un filme que traspasa la línea del entretenimiento. En definitiva, una película muy disfrutable.
Ficha Técnica
Título original: Narrow Margin
Año: 1990
Duración: 97 min.
Género: Acción / Thriller / Policiaco / Mafia / Tribunales / Remake
País: Estados Unidos
Dirección: Peter Hyams
Guion: Peter Hyams. Remake: Earl Felton. Historia: Jack Leonard, Martin Goldsmith
Reparto: Gene Hackman, Anne Archer, J. T. Walsh, James B. Sikking, M. Emmet Walsh, Susan Hogan, Harris Yulin, Nigel Bennet, J. A. Preston, Kevin McNulty, Barbara Russell, Lesley Ewan
Música: Bruce Broughton
Fotografía: Peter Hyams
Puntuación: 7/10
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