Entre 1968 y 1973, un grupo de mujeres se organizó en Chicago para ayudar a otras mujeres, de forma desinteresada, a lograr un aborto seguro, en una época en que esto no solo era tabú, sino un delito. Conocidas como el Colectivo Jane, en un mundo de hombres y para hombres, lucharon por su causa y sacaron de la clandestinidad el aborto, para convertirlo en en un derecho.
Ese periplo dramático que es ahora retratado por Phyllis Nagy (Carol) en Todas somos Jane, protagonizada por Elizabeth Banks, Sigourney Weaver, Chris Messina y Kate Mara. Banks es Joy, una ama de casa de familia de clase media y fuertes convicciones religiosas, que ha renunciado a su carrera profesional, a la sombra de un marido experto abogado criminalista (Messina).
El embarazo de Joy supone un riesgo mortal para su salud, pero un grupo de médicos, todos hombres, rechazan la interrupción, condenándola a la clandestinidad. Entonces, en Estados Unidos, como en cualquier país del mundo, los abortos se practicaban en nulas condiciones higiénicas, provocando un trastorno no solo físico sino también mental en la mujer. Una culpabilidad impuesta contra la que se revelaron un grupo de mujeres, lideradas por Virgnia (Weaver).
En el Colectivo Jane, Joy no solo encuentra su salvación corporal, sino una vocación de servicio, una red de apoyo a mujeres castigadas por una sociedad machista. En definitiva, Joy halla el verdadero significado de lo que significa ser mujer y la fuerza que eso acarrea.
Por cuestiones naturales, ni por asomo sé ni sabré el sentimiento que genera enfrentarse a un aborto. Un drama de proporciones incalculables en todos los sentidos. Más en una época, entre los sesenta y setenta, en una sociedad tan puritana y conservadora como la estadounidense, que dejaba en manos de la mafia y médicos sin escrúpulos la interrupción voluntaria del embarazo. Cuestiones raciales y económicas aparte, pues las mujeres negras o con bajos recursos económicos, aún estaban más jodidas que sus compañeras blancas y de clase media. Un hecho es un hecho.
'Todas somos Jane' sortea la zozobra del buenismo
Conquistar derechos implica luchar frente a un poder visible e invisible establecido, que no piensa renunciar a su statu quo. Presionar desde abajo, transformar conciencias y hacerlas partícipes del cambio de paradigma. Tal vez en este punto, Todas somos Jane peca de ingenuidad, incluso buenismo, a la hora de abordar la evolución de su protagonista: de ama de casa a activista, sin trauma aparente. Incluso ralla la frivolidad en algunas escenas. También esa ligereza se percibe en la catarsis familiar que se genera con esta transformación, o cómo el activismo social absorbe cuerpo y mente, poniendo en riesgo la estabilidad emocional, no solo de quien lo ejerce, sino a su alrededor.
No obstante, el mensaje de la película de Phyllis Nagy es tan potente, que esto no hace perder el faro de lo importante, como es homenajear a estas mujeres que supieron poner pie en pared y animar a otras a conquistar por ellas lo que nadie les va a regalar, teniendo en cuenta que los derechos no son un regalo y que, pese a ganarlos, hay que conservarlos día a día.
No añadiendo más drama al drama que supone abortar, incluso permitiéndose una perspectiva cómica desde la complicidad de esa red de apoyo, con una Sigourney Weaver espectacular, Call Jane -título original- involucra con acierto al espectador en la trama desde ese punto de vista. Nagy es, igualmente, inteligente al desterrar todo rastro de culpabilidad de la película. Incluso cuando pone el foco en los hombres, no lo hace desde la culpa. Se trata de conquistar y mantener derechos y cuantos más empujen, mejor.
Así pues, una película oportuna para estos tiempos de transformación en sociedades apáticas, que han olvidado el precio que tuvieron que pagar muchas personas para ser lo que hoy somos, recordar de donde venimos y andar hacia donde queramos. Todas somos Jane invita a reflexionar, pues, sobre el aborto, el papel de la mujer y las sociedades de ayer y hoy. Plantea diversas cuestiones en las que, obviamente toma partido, pero eso no excluye otras visiones, lo que la convierten en una película inteligente y, por fortuna, nada panfletaria.
Ficha Técnica
Título original: Call Jane
Año: 2022
Duración: 121 min.
Género: Drama / Hechos Reales / Histórico
País: Estados Unidos
Dirección: Phyllis Nagy
Guion: Hayley Schore, Roshan Sethi
Reparto: Elizabeth Banks, Sigourney Weaver, Chris Messina, Aida Turturro, Kate Mara, Wunmi Mosaku, Cory Michael Smith, John Magaro
Puntuación: 7/10
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