Corrupción policial, derechos civiles, disturbios raciales, políticos inútiles, el FBI, narcotraficantes, asesinos, prostitutas, fiscales y gente que pasaba por allí. Baltimore, en bandeja de plata. David Simon, George Pelecanos y Ed Burns lo han vuelto hacer. Esta vez a pequeña escala, sí, pero con una fortaleza que recuerda a sus mejores tiempos.
Hablamos de La ciudad es nuestra, las cloacas del sistema político y policial de Baltimore. Y en la ficción, la hermana pequeña de The Wire, también creación de este trío incombustible, que radiografía como pocos ese ecosistema de una ciudad caótica. No solo porque se nutra de algunos de sus actores, sino por cómo enfoca todo este desbarajuste y entramado criminal de los hechos reales que adapta esta miniserie.
En el año 2015, Freddie Gray, un joven afroamericano de 25 años, murió de lesiones en la médula espinal mientras estaba bajo custodia policial. Aquello originó una serie de disturbios sin precedentes en Baltimore, alcanzando la cifra récord de asesinatos y homicidios.
Acosada por la investigación del FBI sobre estos hechos y la oficina del alcalde, la Policía de Baltimore recurre a una suerte de agentes de élite, liderados por Wayne Jenkins, para apaciguar una ciudad desbordada, al borde del abismo, con el objetivo de retirar armas y drogas de las calles y apaciguar el ambiente hostil.
El trabajo del grupo empieza a dar resultados, pese a sus métodos poco ortodoxos. Los policías de Jenkins ven su oportunidad en mitad del caos. Aprovechando la coyuntura y sistema montado, se convierten en una especie de equipo parapolicial, que trafica con droga, extorsiona y manipula servicios y horas extra, embolsándose grandes cantidades de dinero. Movimientos que encienden las alarmas de los federales. Empiezan las escuchas, los pinchazos telefónicos y, como una baraja de cartas, todo se desmorona aún más.
Cómo se llegó hasta ahí; si el fin justifica los medios; si el propio sistema se aboca a sí mismo a la corrupción o si de verdad merece la pena seguir las reglas que se saltan quienes las han impuesto son algunas de las preguntas que van surgiendo durante los seis capítulos de La ciudad es nuestra. Un trabajo en el que es vital permanecer atento a cada detalle, dado sus continuos saltos espacio temporales. De pestañear más de lo habitual, se corre el riesgo de perder ese finísimo hilo, con el que David Simon, George Pelecanos y Ed Burns tejen esta serie.
Sin embargo, la confección inicial, que parece algo tumultuosa, poco a poco va cogiendo forma, merced a una exitosa labor de montaje. De pronto las piezas empiezan a encajar. Los viajes del presente hacia el pasado y viceversa ya no marean. A medida que pasan los capítulos, desaparece la nebulosa inicial, se empieza comprender la idiosincrasia de una ciudad perdida perdida entre sus vicios endémicos.
Claro que ese elenco, capitaneado por un inconmensurable Jon Bernthal, hace mucho para conseguirlo. Pese a que todo el reparto tiene bien definidas sus cuotas, es él, el puto Jenkins, el eje sobre el que pivota el resto del equipo.
A él le vemos en todos sus estadios por la Policía. El perfecto maestro de ceremonias. Una suerte de jedi en prácticas hasta ser el amo del cotarro, el sheriff de la ciudad. El desarrollo que experimenta Bernthal, conforme entra dentro del sistema y cae en sus tentaciones, no solo plantea las cuestiones anteriores, sino que abre más el abanico a entender la paulatina corrupción del poderoso, de quien se siente intocable, pero en verdad no lo es.
En definitiva, un esqueje de The Wire, donde cada personaje es un universo en sí mismo, con su propia singularidad, conjugando todo un conglomerado que vuelve a hacerte pensar sobre los entresijos de una gran metropoli, de varias velocidades. Las cloacas del sistema, una vez más, frente a nuestras narices. Y la última vez de ver en pantalla al gran Treat Williams. Buen trabajo.
Ficha Técnica
Título original: We Own This City
Año: 2022
Duración: 6 capítulos, 60 minutos aprox.
Género: Series / Thriller / Policíaco / Hechos Reales / Política / Crimen
País: Estados Unidos 
Dirección: David Simon (Creador), George Pelecanos (Creador), Reinaldo Marcus Green
Guion: David Simon, George Pelecanos, Ed Burns, William F. Zorzi, D. Watkins. Libro: Justin Fenton
Música: Kris Bowers
Fotografía: Yaron Orbach
Reparto: Jon Bernthal, Wunmi Mosaku, Treat Williams, Jamie Hector, Josh Charles, McKinley Belcher III, Darrell Britt-Gibson, Rob Brown, David Corenswet, Dagmara Domińczyk, Don Harvey, Larry Mitchell, Delaney Williams,
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