lunes, 3 de abril de 2023

John Wick 4: El hombre del saco quiere venganza. Así es la vida

Jardani Jovanovic, qué placer volver a verte. Keanu Reeves ha regresado con John Wick 4. Dicen que de su boca solo salen unas 380 palabras en todo el metraje. Y es que a buen entendedor, pocas palabras bastan. Porque por Jonathan hablan sus gestos, su expresión, su mirada, sus puños, extremidades y unas armas de fuego o blancas que claman venganza contra la Alta Mesa.


Tras matar al 'anciano' en la desértica Marruecos, John busca refugio en Osaka. Han puesto precio a su cabeza y el marqués Vincent de Gramont (Bill Skarsgård) tiene carta blanca para acabar con todo lo que representa Baba Yagá, incluyendo a sus socios/amigos. Un solo hombre no puede acabar contra todo el sistema, pero las leyes ancestrales dan la posibilidad a Wick de desafiar al marqués en duelo y poder restituir los privilegios. Será entonces cuando las calles de París dicten sentencia.

La cuarta entrega de John Wick eleva al Olimpo al cine de acción. Se respetan los cánones del género. Por supuesto al villano y al héroe o, según se mire, antihéroe, pues al fin y al acabo, John es un asesino y sus manos están machadas de (mucha) sangre. Pero hay códigos, hay honor, dignidad y respeto por unas tradiciones, que van más allá del dinero.

Como ya ocurriera con su predecesora, a la masterclass de tiros, peleas y persecuciones se potencia esa liturgia que trasciende al puro entretenimiento. La saga se ha convertido como una especie de fe dentro del cine de acción, con su propia idiosincrasia, lugares sagrados como el Continental o personajes mitificados. No solo el propio Wick, sino el 'Rey' del Bowery (Laurence Fishburne), Caine (Donnie Yen) o Winston (Ian McShane).

El guion no guarda ninguna semejanza con la realidad. Y me da igual, lo cual es maravilloso, pues he venido a disfrutar, algo que cumple con creces. Los protagonistas son semidioses a los que apuñalan, atropellan, muerden y lanzan objetos de toda clase, rebotan contra el suelo y las paredes, caen desde escaleras inacabables, pero se levantan y vuelven a la brega. Son Hércules reencarnado, donde Keanu Reeves es el centro de todas las cosas.

Un western coreografiado

John Wick 4 es artesanía en acción, una coreografía de peleas, que te hace sudar la gota gorda, que lleva la acción a límites insospechados. Incluye, en esta ocasión, los cánones de los mejores western de la historia, con toda esa bendita parafernalia de un género, que abandona el salvaje oeste para adentrarse en los adoquines de la gran ciudad. 


La película dura casi tres horas, pero el tiempo vuela, lo que habla de un desarrollo narrativo y aprovechamiento del metraje como pocas veces he visto. No se pierde ni un momento la senda de entretenimiento, mientras se respetan todas y cada una de las sagradas normas de la saga, con escenarios escogidos perfectamente. 

Del desierto a Nueva York, llegando a Osaka y culminando en esa París, donde como esos gangsters que retratara Scorsese, Reeves y Skarsgård eligen sus armas y condiciones para batirse al amanecer en el Sacré-Cœur de una ciudad retratada como nunca. La cara oculta de la ciudad de las luces. No me he recuperado todavía de esas escenas de acción del Arco del triunfo, el piso abandonado y las escaleras del propio Sacré-Cœur. ¡Qué barbaridad!

Esa expresión te acompaña toda la película, incluyendo la escena postcréditos. Evidentemente si amas este género, no apto para las petulantes nuevas olas de cine de cuotas. Habrá más John Wick, afortunadamente. A finales de año es posible que se estrene la ya rodada serie: The Continental. Y la quinta entrega está más cerca. 


Ficha Técnica

Título original: John Wick: Chapter 4

Año: 2023

Duración: 169 min.

Género: Acción / Crimen / Thriller

País: Estados Unidos Estados Unidos

Dirección: Chad Stahelski

Guion: Michael Finch, Shay Hatten. Personaje: Derek Kolstad

Música: Tyler Bates, Joel J. Richard

Fotografía: Dan Laustsen

Reparto: Keanu Reeves, Donnie Yen, Bill Skarsgård, Ian McShane, Shamier Anderson, Rina Sawayama, Laurence Fishburne, Hiroyuki Sanada, Marko Zaror, Natalia Tena, Lance Reddick, Scott Adkins, Aimée Kwan

Puntuación: 9/10

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