El 29 de enero de 1929, Erich Maria Remarque publicaba Sin novedad en el frente, una de las novelas por excelencia antibelicistas más reconocidas de todos los tiempos. Un año después, en 1930, Lewis Milestone la adaptaba a la gran pantalla, cosechando entre otros premios, el Oscar a la mejor película y director de cuatro nominaciones conseguidas.
La primera gran película antibelicista de la historia del cine. En ella, se pueden ver todos los horrores que un soldado puede vivir en la guerra. En este caso: la Primera Guerra Mundial. Una frase resume toda la obra y el objetivo de la misma a la perfección: "es triste e inservible morir por la patria, la mejor forma de servirla es vivir en ella y por ella". Cruel, dura, inhumana; la mayor parte del tiempo, dolorosa. Una película adelantada a su tiempo y con unas escenas bélicas, para los recursos de entonces, brutales.
Teniendo esto como referencia, en el 2022, el guionista y director alemán, Edward Berger, ha firmado otra adaptación muy buena del clásico literario. Una revisión de la historia de su patria, igual de atroz, pero con su particular estilo narrativo y punto de vista. Ni mejor ni peor, simplemente diferente, y como tal hay que tratarla.
Esta Sin novedad en el frente, disponible en Netflix, comparte similitudes bélicas, con unas poderosas escenas de acción, y da más valor a esas negociaciones entre alemanes y franceses por el armisticio. Eso sí, estos últimos, siempre tan chovinistas, petulantes y remilgados, son retratados (al menos sus gerifaltes) como desalmados, bestias de dos patas tremendamente orgullosas, cuyo ego cerró en falso unas heridas que jamás cicatrizaron, pues cosieron con agravios y condiciones imposibles una paz endeble que estaba destinada a saltar por los aires. Versalles era la bomba y bastaba un loco que la activara para comenzar la Segunda Guerra Mundial.
Es otra visión de la historia, es verdad, pero los franceses han sido muy dados a este tipo de desmanes altaneros y arrogantes. Nunca han respetado fronteras, acuerdos (que se lo digan a los Reyes Católicos), ni a los muertos (profanaron la tumba del Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba) y, mucho menos, el patrimonio de la humanidad. Sirva como ejemplo que, en plena invasión napoleónica, trataron de volar por los aires La Alhambra de Granada, por no hablar de las prácticas de tiro contra la Esfinge egipcia. Por lo que esa visión del francés como alguien despiadado, no dista mucho de la realidad.
Esto no significa que en las filas austrohúngaras brillara la humanidad. Todo lo contrario. Salvo un Daniel Brühl que lleva las negociaciones de rendición lo más honrosas y dignamente posibles, sus coetáneos con algún tipo de poder no distan mucho de sus homólogos 'gabachos'.Y finalmente el pato lo acaba pagando una soldadesca engañada, llevada al matadero por un falso ideal de patria. Es aquí donde pasa más de puntillas Berger que su antecesora oscarizada, centrándose más en la vida de trinchera, bebiendo de lo que para mí ya es un clásico del género, como 1917. Eso, junto a una excesiva duración, podría quedar en el debe.
De nuevos las escenas de acción, como decía, son de una realidad impresionante. Sobre todo en las batallas cuerpo a cuerpo. Los protagonistas, especialmente el joven Felix Kammerer, pasan las de Caín para sobrevivir a tanta violencia junta en una línea de batalla que fue, es y será vergüenza de la humanidad (atentos a los títulos de crédito como epílogo doloroso).
Eso, junto a una macabra música que actúa de perfecta banda sonora, crea un ecosistema dramático de mucho valor cinematográfico. Hay leves resquicios de esperanza, aunque sea en actos de pillaje, o al menos es mi sensación, pero sí deja claro que, como ya plasmara Terrence Malick en otra obra maestra como La delgada línea roja: “La guerra no ennoblece a los hombres, los convierte en bestias. Envenena su alma".
En escenas como las de la lucha a muerte en el boquete creado por una bomba se ve esa posesión del mal y el sentimiento posterior de culpabilidad. ¿Cómo he llegado a esto? Parece preguntarse un joven desposeído de su presente. Muertos en vida pasan por supervivientes en una de esas películas que no sé si pasará a la historia, pero que merece un hueco entre las mejores del año, sin duda.
Ficha Técnica
Título original: Im Westen nichts Neues
Año: 2022
Duración: 147 min.
Género: Bélico / Drama / Histórico
País: Alemania
Dirección: Edward Berger
Guion: Lesley Paterson, Ian Stokell, Edward Berger. Novela: Erich Maria Remarque
Música: Volker Bertelmann
Fotografía: James Friend
Reparto: Felix Kammerer, Albrecht Schuch, Aaron Hilmer, Moritz Klaus, Edin Hasanovic, Daniel Brühl, Sebastian Hülk, Adrian Grünewald, Devid Striesow, Thibault de Montalembert, Anton von Lucke, André Marcon, Michael Wittenborn, Andreas Döhler, Joe Weintraub, Luc Feit, Peter Sikorski, Michael Stange, Tobias Langhoff, Dominikus Weileder, Alexander Schuster
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