Jungla de cristal es sin discusión la mejor película de acción desarrollada en Navidad. Hay más, obviamente, desde Operación Reno a La cosecha de hielo. O tirando de orgullo patrio: El día de la bestia. Y todavía quedarían ejemplos, pero como John McClane en el Nakatomi Plaza hay pocos.
El binomio Acción/Navidad me parece fascinante pues, al menos entonces, se sabía conjugar esa parte entrañable de las Fiestas, un humor que parte de la relajación y el ambiente navideño, con tiros y explosiones de lo más variopintas. Además es como que en Navidad, este tipo de historias ganan más atractivo, como un regalo bajo el árbol bien envuelto.
En fin, a todas las anteriores sumo una: Memoria letal, con una Geena Davis que da vida a Samantha Caine, la entrañable profesora de un pueblo remoto de Estados Unidos, que padece amnesia y quiere recuperar sus recuerdos. Para ello contrata a un detective privado charlatán y de poca monta como Mitch Henessey (Samuel L. Jackson), que le ayuda a descubrir un pasado como implacable espía del Servicio Secreto.
Geena Davis y Samuel L. Jackson cabalgando entre acción, drama, intriga y suspense, con una tensión que no pierda fuelle, momentos para la conspiración y en mitad de la Navidad. ¿Alguien puede pedir más? Un villano a su altura, es cierto, pues Craig Bierko deja bastante que desear y David Morse ni está ni se le espera. O que se aproveche algo más a Brian Cox. Salvando estos obstáculos, el camino se despeja para que The Long Kiss GoodNight (título original) te entretenga una de estas tardes tontas de lluvia, nieve y frío.