viernes, 11 de noviembre de 2022

'El clan de los irlandeses': Atrapado por su pasado

 "Nadie hace nunca nada a nadie, son cosas que pasan, ¿sabes?"

Con esta frase, uno de los personajes de El clan de los irlandeses -Phil Joanou, 1990- intenta sonsacar a un barman, mientras le encañona con su pistola, quién ha matado a uno de sus amigos. Cosas que pasan en Hell´s Kitchen, también conocido como la Cocina del infierno, uno de los barrios de Nueva York que más fantasmas posee, donde todo el mundo sabe lo que se cuece pero nadie ve nada.

Terry Noonan -Sean Penn- regresa después de diez años al barrio de Hell's Kitchen en Nueva York e ingresa en un grupo mafioso irlandés. El jefe del mismo es Frankie Flannery -Ed Harris-, hermano del mejor amigo de Noonan, Jackie Flannery -Gary Oldman-, un violento delincuente. La vuelta a sus orígenes despierta en Terry antiguos sentimientos hacía Kathleen Flannery -Robin Wright-, hermana de los dos gangsters. Noonan se verá atrapado en un complejo laberinto de lealtades, debiendo decidir entre el pasado y el presente.

Hay películas que te marcan cuando las ves por primera vez. Máxime si esa vez es en tu adolescencia, cuando te estás aficionando al cine, cuando estás descubriendo el placer de sentarte frente a la pantalla del televisor y disfrutar y evadirte durante unas horas. En mi caso, el placer venía precedido de cierta emoción, pues para ver esas películas que, o bien mi padre o bien la última página del periódico me habían recomendado, tenía que programar el vídeo y grabar la película en un VHS.

Platoon, American Graffiti, Amor a quemarropa o Rounders, son algunos ejemplos primigenios de esos placeres que tuve cuando aún existía el video y los videoclubs. Se podría decir, en ese sentido, que cualquier momento pasado fue mejor, pero mentiría, ya que programar el video podía ser emocionante pero las películas iban con anuncios incluidos. 

En fin, que uno de los mayores descubrimientos de aquella época fue El clan de los irlandeses. Una película con un reparto plagado de estrellas. rodada en Nueva York, sobre la mafia y con uno de mis actores favoritos, Sean Penn. Nada podía fallar.

Y nada falló, ya que nos encontramos ante una película redonda. Un policía que se tiene que infiltrar en un grupo de mafiosos, algo que se ha visto en muchas otras ocasiones en la gran pantalla. Las dudas del infiltrado, el peligro constante a ser descubierto, los lazos que pueda o no tejer con los elementos a los que está vigilando, todo ello aparece aquí reforzado, ya que para mas inri, la banda está dirigida por sus amigos de la infancia. Un tormento para el protagonista, un auténtico descenso a los infiernos, que tiene en ese barrio de Hell's Kitchen, el marco perfecto para su desarrollo. 

La ausencia del Estado de Gracia

Hay una escena en la parte final de la película realmente poderosa. En ella, Terry le explica a Kathleen el motivo por el que ha estado ausente tanto tiempo y qué le llevó a infiltrarse. Creía en la posibilidad de dejar fuera de la investigación a su amigo Jackie y pensaba que ella ya se habría olvidado de él. Pero esa solo un pensamiento que no se llega a cumplir. 


En ese momento habla del 'Estado de Gracia', en la existencia de santos y ángeles, un estado en el que la luz, la belleza y el calor habitan en uno mismo. Pero eso, según el protagonista, no existe. Existen la creencia y la realidad, y lo que él está viviendo en ese momento está muy alejado del Estado de Gracia.

En ese coqueteo del protagonista con el infierno solo hay un rayo de esperanza, de luz. El de su reencuentro con el primer amor, ese que no se puede olvidar. Robin Wright está perfecta en el papel de Kathleen, una joven que intenta dejar atrás el barrio donde se crio, que detesta el modo de vida que llevan sus hermanos y que, sin embargo, tras el regreso de Terry se verá atrapada por el pasado. La última escena del filme, con ella vestida de rojo en medio de la celebración de San Patricio está cargada de simbología. La única flor en un jardín yermo.


Estamos ante una película con un reparto difícilmente superable. En cuanto a nombres y actuaciones. Todos los intérpretes están soberbios, destacando al propio Sean Penn y, especialmente, a Gary Oldman. Con el paso del tiempo te das cuenta de que el británico ha sido un actorazo desde sus inicios. El reconocimiento quizá le ha llegado tarde, pero siempre está notable en todas las películas en las que participa. Aquí borda, como en muchos títulos de los 90, su papel de tipo salvaje, peligroso y en muchos momentos histriónico.

De Ennio Morricone a Guns N' Roses

La música también juega un papel muy importante. Desde el tema principal -State of Grace, que coge el título original del filme- compuesto por el gran Ennio Morricone, hasta una selección de canciones perfectamente escogidas para la ocasión. Drink before the war, de la irlandesa Sinnead O'Connor, en uno de los momentos compartidos por Sean Penn y Robin Wright o Sweet Child O' Mine de los Guns N' Roses son dos muestras de esa gran selección. 

Algo lógico, ya que Phil Joanou era un director que se inició tras las cámaras rodando videos musicales para bandas de rock -U2 o Bon Jovi pueden dar fe de ello-. El tiroteo final es un claro ejemplo de su experiencia como director de videoclips. Una escena, sublime por otra parte, que bien podría haber sido sacada de un western y que supone el broche perfecto para una gran película.

La mala suerte, caprichos del destino o simple coincidencia hizo que en 1990 se rodaran cuatro títulos sobra gángsters: Uno de los nuestros, El Padrino III, Muerte entre las flores y El clan de los irlandeses. Nunca es bueno, ni aconsejable, comparar y menos cuando hablamos de arte, de cualquier obra creada por un autor. Pero a la hora de hablar de las mejores películas sobre la mafia, es difícil que alguien o recuerde esta obra. 

El clan de los irlandeses supuso el segundo trabajo de Phil Joanou para la gran pantalla y aunque nunca igualó el nivel alcanzado en esta obra, nos dejó una de las mejores películas de la década de los 90. Un título a reivindicar y a disfrutar cada vez que decides recuperarla. 


Ficha Técnica

Título original: State of Grace

Año: 1990

Duración: 134 min.

Género: Mafia / Acción / Intriga / Thriller

País: Estados Unidos Estados Unidos 

Dirección: Phil Joanou

Guion: Dennis McIntyre

Música: Ennio Morricone

Fotografía: Jordan Cronenweth

Reparto: Sean Penn, Robin Wright, Gary Oldman, Ed Harris, John C. Reilly, John Turturro, R.D. Call, Joe Viterelli, Burgess Meredith, Marco St. John, Deirde O'Connell

Puntuación: 9/10 

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