De Tiburón aprendí que no se podía negociar con ese cabronazo, había que acabar con él sí o sí, antes de que finiquitara al Orca de una dentellada. Y mirar al mar con otros ojos, claro, sin ser necesario ver al monstruo para acojonarte. Ahora será a los cielos. Esos que con Encuentros en la tercera fase comprobamos que no estábamos solos y los OVNIS podían convertirse en obsesión. Mientras que con Jurassic Park, quedaba claro que los dinosaurios no eran monos de feria, pues no estaba en su naturaleza ser exhibidos por un puñado de dólares. Lo de La guerra de los mundos... Mejor otro día.
Las tres tienen en común a su creador, Steven Spielberg. Sería de idiotas no descubrirse ante el Rey Midas cinematográfico. A la vez que no reconocer que Jordan Peele ha conseguido en Nop rendir tributo al cineasta, sin alaracas y casi sin notarse, de una forma brutal y fascinante. Su tercer largometraje, que nos recuerda que el cine no es solo una mercancía de bazar en streaming, sino un arte temperamental. Y sabido es que el temperamento no puede ser domado.
En síntesis, la película nos lleva a un rancho del interior de California, donde los caballos son adiestrados para rodajes cinematográficos por una familia de vaqueros afroamericana. La paz queda perturbada por una extraña sombra no identificada, que se mueve entre las nubes sobre la finca. Un hallazgo estremecedor, que pondrá a prueba su instinto de supervivencia.
Un resumen muy superficial, sí; pero es que es una auténtica delicia meterse entre las aristas que Nope -título original en inglés- ofrece en sus poco más de dos horas de duración. Una historia principal a la que desembocan otras secundarias, pero necesarias para entender la matriz, protagonizada perfectamente por Daniel Kaluuya y Keke Palmer, cara y cruz de una misma moneda.
Jordan Peele abofetea a esa cultura de la mediocridad, que trata de reducir a la mínima expresión la instintiva naturaleza de los seres vivos; al espectáculo por el espectáculo y a ese ser humano que no aprende de los avisos de su experiencia. Claro ejemplo de ello es el rol de Steven Yeun (The Walking Dead), quien trata de domesticar su trauma infantil, indomesticable en todas las formas que se presenta.
Regreso a los orígenes
Kaluuya, el jinete pálido
Con esto, Nop navega por todos los géneros posibles en los que puede entrar esta historia, buscando la épica del western, ya digo, con un final 'made in' El jinete pálido, entre el cielo y la tierra, entre lo divino y lo humano. Una conclusión igualmente incontrolable, donde Peele nos ofrece la posibilidad de reinterpretarlo una y otra vez.
Al mismo tiempo, brinda perspectivas cómicas con las aportaciones de Brandon Perea, que se suma a los dos protagonistas. Y nuevamente la vertiente salvaje de un Michael Wincott, dispuesto a sacrificarse por lo imposible.
Definitivamente, Nope es una de las películas del año. Una conjunción de la razón y la emoción, además de un original homaneja a esa capacidad de fascinación por lo increíble, que tan bien retrató Spielberg en sus inicios y madurez, esa que empieza a alcanzar Jordan Peele.
Ficha Técnica
Título original: Nope
Año: 2022
Duración: 130 min.
Género: Fantástico / Intriga / Terror / Western
País: Estados Unidos
Dirección: Jordan Peele
Guion: Jordan Peele
Música: Michael Abels
Fotografía: Hoyte van Hoytema
Reparto: Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Brandon Perea, Steven Yeun, Terry Notary, Donna Mills, Michael Wincott, Barbie Ferreira, Jennifer Lafleur, Ryan W. Garcia, Sophia Coto, Andrew Patrick Ralston, Conor Kowalski, Gloria Cole, Lincoln Lambert, Mark Casimir Dyniewicz, Griffin Fenady, Evan Shafran
Puntuación: 8/10
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