El chico blanco que cantaba y bailaba como un negro. Aquel que mediados los años cincuenta, como Moisés en el Mar Rojo, partió en dos la segregación y a una sociedad, que pedía a gritos un cambio de rumbo político y cultural, tras la Segunda Guerra Mundial. Sobre Elvis Aaron Presley (Tupelo, Misisipi, 8 de enero de 1935) recayó esa responsabilidad y la cogió con gusto. Ya lo dijo después John Lennon: "Antes de Elvis, no había nada".
Así llegamos al Elvis de Baz Luhrmann en 2022, con Austin Butler como el Rey del Rock. Un recorrido por su vida, desde el prisma del coronel Tom Parker, tan enigmático como el propio Elvis. Con un Tom Hanks fullero, embaucador, farsante y con el dinero como único Dios, cuyo testimonio aborda más de veinte años de esa noria que fue la relación profesional entre ambos.
Hanks y Butler conforman la pareja cinematográfica del año. Un binomio brutal para comenzar el espectáculo, porque eso es exactamente: una actuación circense hecha película. Empezando por esos cuatro años donde Elvis lo rompe, hasta el servicio militar. Una declaración de intenciones, donde el director llena de misticismo la pantalla. Este chico ha bajado del cielo a hacer música. Elvis ha vuelto a la Tierra y ha poseído a Butler, que como un rayo inunda de energía la pantalla.
Apabullante su interpretación en todos los estadios que atravesó la carrera del cantante y compositor. Electrizante, romántico, sexual, triste, hundido y una última vida para el Ave Fénix. Todo eso, mientras el cine asiste a un juego de luces y sombras, con un trabajo de montaje descomunal. Al ritmo que Baz Luhrmann mueve la cámara es sobresaliente que no se note ni un corte de secuencia. Y eso durante más de dos horas, dando la sensación de continuidad necesaria, es digno de aplaudir.
Una necesidad común
Más allá de la música, verdadera protagonista, estaban los humanos. ¿Fue el 'Coronel' una sanguijuela'; o Elvis se dejó utilizar para ser la leyenda que hoy es? Esta cuestión está latente durante toda la obra. La mayor parte de las veces, de forma explícita. Un constante tira y afloja entre ambos, un choque entre dos 'greats pretenders' que en el fondo, se necesitaban. Y entre medias, la familia, con unos Gladys y Vernon a los que no se les hace justicia, siendo tal vez lo más flojo de la cinta.
No así, como decía, ese Hanks que nos tiene poco acostumbrados a hacer de teórico villano. De hecho, rara vez se da el papel de narrador al 'malo de la película', pero Luhrmann rompe estereotipos aquí también, y deja sobre el oscarizado actor ese peso de conducirnos por el viaje que fue la vida de Elvis. Otra señal de que la necesidad común vinculaba a ambos personajes.
El especial de regreso
Pero si un momento cumbre tiene la película ese llega con el especial de regreso de 1968. No, Elvis no murió en Alemania y fue sustituido por un gemelo, como nos querían hacer creer, para explicar el cambio de ese torbellino entre 1956 y 1960, a la estrella de cine domada de los sesenta. La película se ventila de un plumazo esa época y nos empuja a este 1968.
Cuero negro, patillas, sonrisa, voz ronca y otra bofetada al ansia económica del 'Coronel'. El Rey ha vuelto, una vez más, y la audiencia se rinde ante él. A estas alturas de la película ya no sabes si estás viendo a Butler haciendo de actor o al mismísimo Elvis. Se han mimetizado.
El espectáculo continúa y entre los vaivenes personales, se cuela el amor de su vida, Priscila. En un segundo plano, su presencia, no obstante, es importante para volver a ver al artista de siempre. Y cómo no, esa música que te eleva a los cielos. El chico blanco que cantaba y bailaba como un negro sigue siendo el mismo. Lo lleva en la sangre y el fuego lo enciende un Dacre Montgomery (Stranger Things) que se cuela en escena como valor añadido de la película.
'Elvis has left the building'
Y como la vida de una leyenda no puede acabar así como así, al igual que una cinta a su altura, el colofón llega con las actuaciones del International Hotel Las Vegas Hilton. Qué barbaridad el Suspicious Minds. Un regalo para los ojos, los oídos y cualquier sentido del que seas consciente. La piel se eriza, si es que no lo he dicho ya, y pese a estar en los últimos estertores, la posesión de energía se completa.
"Haz algo que merezca la pena recordar", dijo Elvis una vez. Y vaya si le recordamos. Pero antes de abandonar el edificio, el Rey se despide con Unchained melody, en el momento más emocionante, si es que había pocos. Un punto y final extraordinario, como la vida y obra del hombre que marcó el siglo XX y que en el siglo XXI sigue siendo influencia. Nacimiento, vida, muerte y resurrección de un mito, que sigue vivo y ha mutado en Austin Butler: el mejor Elvis de todos los tiempos.
Ficha Técnica
Título original: Elvis
Año: 2022
Género: Biográfico / Musical
Duración: 159 min.
País: Australia
Dirección: Baz Luhrmann
Guion: Jeremy Doner, Sam Bromell, Baz Luhrmann, Craig Pearce. Historia: Jeremy Doner, Baz Luhrmann
Música: Elliott Wheeler
Fotografía: Mandy Walker
Reparto: Austin Butler, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Richard Roxburgh, Helen Thomson, David Wenham, Kelvin Harrison Jr., Kodi Smit-McPhee, Dacre Montgomery, Luke Bracey, Xavier Samuel, Kate Mulvany, Natasha Bassett, Charles Grounds, Leon Ford, Josh McConville, Adam Dunn, Gareth Davies, Elizabeth Cullen, Melina Vidler, Yola, Christopher Sommers, Gary Clark Jr., Alton Mason, Shonka Dukureh, David Gannon, Shannon Sanders, Chaydon Jay
Puntuación: 9/10
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