Decir que la industria de Hollywood se ha quedado sin ideas puede ser tan manido como cierto. Sí, siguen llegando propuestas interesantes desde el otro lado del Atlántico, pero si comparamos con épocas anteriores, cualquier aficionado al cine se echará las manos a la cabeza.
Entre la factoría Marvel y los remakes, que han pasado de ser anécdota a convertirse en norma casi habitual, el cine norteamericano está pasando por graves problemas de originalidad. Para muestra un botón, las películas nominadas a los Oscar. Entre las diez finalistas, tres nuevas versiones de filmes realizados anteriormente: West Side Story, Coda y El callejón de las almas perdidas. Centrémonos en esta última, el nuevo trabajo de Guillermo del Toro.