Ken Miles: ¿Vas a construir un coche para ganar al viejo Ferrari con Ford? ¿Con un Ford? ¿Y cuánto tiempo les has dicho que necesitabas, unos trescientos años?
Carroll Shelby: Noventa días.
Los americanos siempre han sabido lo que se hacían. Desde un punto de vista histórico, económico o cultural, siendo una nación relativamente moderna en cuanto a historia se refiere, todo lo han hecho añadiendo una impronta que ellos dominan a la perfección: la del espectáculo. El mejor altavoz que han tenido para exhibir sus logros y hazañas ha sido Hollywood. La industria cinematográfica estadounidense ha vendido a la perfección un producto, el yanqui, que todo el mundo ha estado encantado de comprar.
Los norteamericanos no son los mejores fabricantes de automóviles, pero quizá sí que sean los más orgullosos de sus coches. Cadillacs, jeeps, buicks y un largo etcétera nos vienen a la memoria y siempre, o casi siempre, asociados a películas principalmente y a novelas en menor medida. En este sentido, el coche made in USA por excelencia es el Ford.
No vamos a repasar la historia del Ford, ni mucho menos, pero sí que nos vamos a centrar en la rivalidad que en los años 60 surgió entre las máquinas creadas por Henry Ford y las que fabricaba al otro lado del charco el mítico Enzo Ferrari. El nuevo mundo contra el viejo, dos maneras muy distintas de hacer las cosas, de entender la vida. Todo ello reflejado excelentemente en Le Mans 66.
Le Mans 66 es una maravilla, un tipo de cine que cada vez es más difícil de encontrar. Con dos horas y media de duración que se pasan en un suspiro y que hacen vibrar al espectador desde su butaca o sofá, la rivalidad entre dos de las casas más poderosas del mundo del automovilismo es una oda al espectáculo. También es un canto a la amistad, la existente entre Carroll Shelby -Matt Damon- y Ken Miles -Christian Bale-.
Ambos actores realizan, me atrevería a decirlo, los mejores trabajos de sus exitosas carreras. Con un papel que le va como anillo al dedo, Damon derrocha carisma en el rol del intrépido y visionario diseñador de automóviles. Por su parte, el habitualmente taciturno Bale encuentra en la figura de Ken Miles el personaje ideal para mostrar un extenso repertorio de muecas, miradas y gestos. Una personalidad volcánica e imprevisible, la del expiloto, que se convierte en el vehículo perfecto para el lucimiento del actor galés.
La gran guerra del motor
No obstante, en su conjunto, Ford v. Ferrari -título original- es una obra sobresaliente. Cine con aroma clásico, entretenimiento de calidad basado en una historia real, en una época dominada por los superhéroes de las factorías Marvel, DC o Disney. Una pena que pasará de puntillas por nuestras salas comerciales y muchos no pudiésemos disfrutar de ella en la gran pantalla. Aún así, merece la pena rescatarla y disfrutarla más de una vez.
Ficha Técnica
Título original: Ford v. Ferrari
Año: 2019
Duración: 152 min.
Género: Drama / Acción / Automovilismo / Hechos Reales
País: Estados Unidos
Dirección: James Mangold
Guion: Jason Keller, James Mangold, Jez Butterworth, John Henry Butterworth. Libro: A.J. Baine
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Matt Damon, Christian Bale, Jon Bernthal, Noah Jupe, Caitriona Balfe, Josh Lucas, Tracy Letts, Ray McKinnon, Remo Girone, Jack McMullen, JJ Feild, Joe Williamson, Christopher Darga, Shawn Law, Corrado Invernizzi
Premios: 2019: 2 Premios Oscar: Mejor Montaje y Montaje de sonido. 4 nominaciones
La película no está mal, pero no terminó de convencerme.
ResponderEliminarUn saludo
¿Qué fue lo que te pareció más flojo o menos atractivo? En mi caso, la parte de los directivos, pero entiendo que no se podía eliminar de la historia.
EliminarUn saludo.
Hace tiempo que la tengo pendiente, a ver si encuentro tiempo (y la reencuentro en alguna plataforma)
ResponderEliminarEn Movistar la tienes disponible. Espero que te guste, ya nos contarás con detalle.
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