Starsky y Hutch, más Corrupción en Miami, igual a La banda de la mano. Este fue el salto a la gran pantalla de Paul Michael Glaser, bajo el manto protector del maestro de la acción Michael Mann, allá por 1986. De hecho ambos habían coincidido anteriormente en el rodaje de varios capítulos de la exitosa serie que legó para la posteridad a los míticos Sonny Crockett y Ricardo Tubbs.
Con ese aroma, siguiendo la misma estela visual, Band of the Hand (título original) es puro cine de acción ochentero. Además con todas las letras, sin punto, ni coma. Esa estética es inconfundible, también la forma de rodar cada una de las secuencias, la música (qué barbaridad de banda sonora) y por supuesto, la caracterización física y emocional de los personajes.
En este caso, cinco delincuentes juveniles con los que no funcionan las normas convencionales de reinserción, y entran a formar parte de un pionero programa reeducativo en mitad de los manglares de Miami, impartido por Joe, descendiente de indios (Stephen Lang).
Éste les enseña supervivencia pura y dura, a trabajar en equipo y construir en comunidad. Un adiestramiento con el que meter en vereda a cinco desarrapados sin futuro, que empezarán a actuar en común, como un puño de acero, para desesperación de las bandas criminales de ese Miami decadente.
La banda de la mano invita a sentarte en el sofá, y como un buen ron cultivado en barrica -no olvides los descansos, porque esta vez sí estamos en Miami-, disfrutarla a sorbitos pequeños, que macere en tus ojos, oídos y paladar. Cómo disfruto con este tipo de películas, sin aires de grandeza, ejecutadas para el espectáculo y sabedoras de sus limitaciones.
El argumento en sí es disparatado. Más bien alucinante. Pero da igual. Cinco chavales de ciudad: dos pandilleros (Michael Carmine y Leon Robinson), un aspirante a capo de la droga (Danny Quinn), otro que no sabe ni leer (Al Shanon) y un quinto desquiciado que ha matado a su violento padre (John Cameron Mitchell, a la postre escritor y director de cine), se encuentran en mitad de la 'selva' y deben sobrevivir con sus propias capacidades. A partir de ahí, como un videojuego, ponerla en práctica en una sociedad urbanita aún más salvaje que la propia naturaleza, con mafiosillos de tres al cuarto como James Remar (el padre de Dexter).
No podrían hacerlo sin Stephen Lang, uno de esos eternos secundarios al que los amantes del cine deben estar agradecido siempre. Yo al menos lo estoy, porque es un actor como la copa de un pino. Otros rostros conocidos, como Paul Calderon, Lauren Holly y Laurence Fishburne (Larry en los títulos de crédito) dan empaque a una de esas películas que, como un regalo de Navidad, viene envuelta en papel de periódico, pero su contenido es de notable alto.
Mirada con ojos del siglo XXI, pues evidentemente hay muchos peros que decir, sobre todo en escenas de acción. Yo esos ojos me los quito, y la veo de forma aséptica. Y ahí, insisto, es una delicia de entretenimiento para un verano al estilo Miami: sofocante, húmedo y hasta algo tórrido.
Ficha Técnica
Título original: Band of the Hand
Año: 1986
Duración: 109 min.
Género: Acción / Crimen
País: Estados Unidos
Dirección: Paul Michael Glaser
Guion: Leo Garen, Jack Baran
Música: Michel Rubini
Fotografía: Reynaldo Villalobos
Reparto: Stephen Lang, Michael Carmine, Lauren Holly, John Cameron Mitchell, Danny Quinn, Al Shannon, Leon Robinson, Danton Stone, Paul Calderon, Laurence Fishburne, James Remar, Tony Bolano, Frank Gilbert, Erla Julmiste, Deborah King
Puntuación: 7/10
Vaya vaya...desconocía esta película....pinta genial para retomar hábitos cinéfilos ochenteros,,,,me la apunto.
ResponderEliminarUn saludo
Además es que es perfecta para esta época, porque va directa a lo que tiene que ir: entretener. A ver si tienes suerte de encontrarla, eso sí. Nosotros la conseguimos en un segunda mano
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