El thriller español goza de buena salud. El último ejemplo de esto es Bajocero, dirigida por Lluis Quilez, que firma el guion junto a Fernando Navarro. Un historia con muchos recovecos, donde se juega al despiste y nada es lo que parece.
Bajocero pone en escena a Martín (Javier Gutiérrez) y Montesinos (Isak Férriz), dos policías nacionales que trasladan en un camión blindado a seis presos, uno de ellos considerado como peligroso. Escoltado por un único vehículo policial, el convoy es atacado en mitad de la noche por un misterioso personaje, que quiere a toda costa a uno de los reclusos del interior.
Martín consigue zafarse y atrincherarse dentro del camión, obligado a entenderse con unos tipos que le desprecian. Junto a ellos deberá sobrevivir en una larga y terrorífica noche, donde sus ideales y los de sus "compañeros" son puestos al límite, con tal de conservar la vida.
El guión tiene alguna que otra fisura de verosimilitud, incluso más de un cliché del que no se puede decir mucho más, pues se corre el riesgo de descubrir el pastel. Sin embargo, mantiene la tensión suficiente para apañarte una tarde de sábado, pues la historia no se hace pesada, e incluso va más allá del entretenimiento, con algún que otro detalle muy de actualidad en nuestro sistema judicial y social.
Bajocero, paradójicamente, no te deja helado, pese a la frialdad que muestran sus personajes. Frialdad entendida desde el punto de vista humano, puesto que gran parte de ellos construyen su supervivencia sobre la amoralidad y la insensibilidad. Se hace lo que dice el reglamento, por un lado, y por otro: sálvese quien pueda. Si bien ese egoísmo nato se va limando conforme a las pruebas que se les van planteando, puesto que entienden que: o todos a una, o nos hundimos. Metáfora muy a tener en cuenta estos días.
Unos protagonistas, digo, que brillan gracias a su acertado reparto. Premio para los directores de casting, porque Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo, Patrick Criado, Andrés Gertrudix, Isak Férriz, Miquel Gelabert, Édgar Vittorino y Florín Opritescu están de dulce. Todos aprovechan su momento frente a la cámara, dando rienda suelta a su talento.
Lluís Quílez y Fernando Navarro saben repartir los minutos, pese a tener la tentación de dejarlo en un mano a mano entre Gutiérrez y Elejalde, sublimes siempre. Pero claro, cuando tienes a Luis Callejo y Patrick Criado en tu equipo es un pecado desaprovecharlos. Por fortuna, aquí sí se valen de ellos para mantener el tono de una película, que va de menos a más.
Esa tensión e intriga sobre la que se cimienta este trabajo por el que ha apostado Netflix, se incrementa por la claustrofobia que produce el interior del camión blindado, donde se desarrolla la mayor parte de la obra. Es un valor añadido, puesto que la fatiga y estrés de los protagonistas se siente como propia.
Sin grandes pretensiones, por tanto, Bajocero es de ese cine resultón que mantiene el misterio hasta el final. Un desenlace que se marcha al otro extremo. Es decir, pasa del gélido inicio y desarrollo a una pasión desaforada, no se miden los tiempos, alargándose más de la cuenta. Pero todo sea por el bien del espectáculo.
Ficha Técnica
Título original: Bajocero
Año: 2021
Duración: 106 min.
Género: Thriller / Intriga / Policíaco
País: España
Dirección: Lluís Quílez
Guion: Fernando Navarro, Lluís Quílez
Música: Zacarías M. de la Riva
Fotografía: Isaac Vila
Reparto: Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo, Patrick Criado, Andrés Gertrudix, Isak Férriz, Miquel Gelabert, Édgar Vittorino, Florín Opritescu, Ángel Solo, Àlex Monner, Sebastián Haro
Puntuación: 6/ 10
Esta es una película que, aunque solo sea por intérpretes tengo anotada para ver. Ahora, ya solo me falta encontrarle un hueco jajaja. Muy buena crítica.
ResponderEliminarGracias!!! Como digo, te apaña una tarde
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