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lunes, 22 de febrero de 2021

'Depredador': "Si sangra, podemos matarlo"

Nadie imaginaba en 1987 que Depredador, 34 años después, iba a ser una película de culto como hoy es. Pero vaya si lo ha conseguido. Y por méritos propios, pues merced a un guión bien estructurado, con un buen planteamiento, Predator (título original) sigue siendo un producto notable a consumir para los amanes del cine de acción, combinado con la aventura y la ciencia ficción.

En síntesis, la obra pone en escena a un grupo de mercenarios, exmarines en su mayoría, reclutados por la CIA para una operación de rescate en la Jungla. La misión es un éxito pese a que los rehenes ya estaban muertos antes de la llegada del comando. Aún así consiguen eliminar a la guerrilla, incautar documentos confidenciales y detener a una informante de la facción.

Sin embargo en el camino de regreso, la expedición se topa con una criatura invisible, de una fuerza y poderes sobrehumanos, que empieza a darles caza uno a uno. De las formas más sangrientas imaginables, mata a sus víctimas, las despelleja y colecciona sus calaveras como trofeos. Si quieren salir vivos de esta peligrosa jungla tendrá primero que acabar con un monstruo nunca antes conocido.

Así se forjó la leyenda de Predator, que desde 1987 dio inicio a toda una saga de películas del género. No busquéis más allá de un fornido grupo de soldados, testosterona y explosiones. Una orgía de sangre que es puro espectáculo gracias a la puesta en escena de un director, John McTiernan, por entonces primerizo, que ya aquí nos demostraba que en la jungla todo es de cristal, y al mínimo movimiento en falso, estás muerto.

Vale, sí, es un juego de palabras bastante facilón. Pero en su sencillez radica su belleza, como esta obra de McTiernan que significó un nuevo triunfo para el bueno de Arnold Schwarzenegger, donde combina su rol de tipo duro con un ejercicio de estratega bastante chulo y frases para la posteridad, como la que titula esta entrada. Supervivencia pura y dura la que se desarrolla en poco más de hora y media, con una selva atosigante, como la bestia que acorrala a unos humanos perplejos que no saben de todo viene el enemigo.

Rodada en México, en las junglas de Palenque, el propio Schwarzenegger reconoció que el rodaje les llevó al límite, con extenuantes entrenamientos que se ven reflejados en pantalla. El sudor de los protagonistas es contagioso, como esa tensión de estar frente a lo desconocido, y hacer frente a los propios miedos de uno, porque no sabes en qué momento vendrá el zarpazo.

Contribuye a todo ello unos efectos especiales que tuvieron su reconocimiento en la época. Sí, hoy parecen algo chusqueros comparados con los avances de la tecnología´. Pero las comparaciones son odiosas, por si no lo sabíais.

Repóker de ases para un triunfo asegurado

Juntas al productor Joel Silver, con John McTiernan detrás de las cámaras, un reparto encabezado por Arnold Schwarzenegger, Carl Weathers y Shane Black, música de Alan Silvestri y como comodín: un monstruo ya legendario. Pues el resultado es un repóker de ases para triunfar en esta timba de acción y aventuras que los años están sabiendo conservar.

Por partes, Silver venía de cosechar triunfos de taquilla como The Warriors, 48 horasComando (también con Arnold) y Arma Letal. Su buen ojo para el cine de acción le llevó a facturar Depredador, siendo su primera colaboración con John McTiernan. Como el resultado fue tan cojonudo, ambos volvieron juntos un año después con La Jungla de Cristal, historia hoy del cine.

Para que se vea lo resultón que es McTiernan, él tuvo que retomar la saga de John McClane en una tercera entrega que para mi es la mejor de todas. Es verdad que esta vez sin Silver, que sí produjo la segunda película de La Jungla.

Predator fue la primera película de estudio de su director, y dicen las crónicas de la época que el guionista Shane Black entró en el reparto por si el cineasta necesitaba algún que otro empujón. No fue necesario, pero Black continúo con una aparición junto a Carl Weathers, famoso entonces gracias a su Apolo Creed. 

Silver también había trabajado con Shane en Arma letal y para quien tenga curiosidad, este último ha sido responsable de títulos muy notables como Kiss Kiss, Bang Bang y Dos buenos tipos. Vamos, que en el fondo, todo queda en casa.

Los aficionados al póker sabéis que para completar el repóker de ases iniciado hace un momento se necesita de otro as y el comodín. Pues bien, ese as es la primera incursión de Alan Silevstri en la acción con Depredador. El compositor ya era una leyenda gracias a las notas icónicas de Regreso al futuro. Años más tarde dejó para la posteridad títulos como Forrest Gump o Los vengadores. Y aquí, en Predator, su música contribuye a envolver toda esa tensión de la jungla. 

Una presión que no se entiende sin esa aberración extraterrestre cuya calidad ha dado mucho dinero a la industria, con cortometraje animado incluido, y entretenimiento a los fans del género, que por si alguno no lo sabía, así empezó todo. 


Ficha Técnica

Título original: Predator

Año: 1987

Duración: 107 min.

Género: Acción / Aventuras / Ciencia Ficción

País: Estados Unidos Estados Unidos 

Dirección: John McTiernan

Guion: Jim Thomas

Música: Alan Silvestri

Fotografía: Donald McAlpine

Reparto: Arnold Schwarzenegger, Carl Weathers, Sonny Landham, Bill Duke, Elpidia Carrillo, Richard Chaves, Jesse Ventura, Shane Black, R.G. Armstrong, Kevin Peter Hall

Premios:  1987: Nominada al Oscar: Mejores efectos visuales

                 1987: Saturn Awards: Mejor BSO. 4 nominaciones

                 1987: Asociación de Editores de Sonido (EEUU): Mejores Efectos de Sonido

Puntuación: 7/10

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