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sábado, 16 de enero de 2021

'Starship Troopers: Las brigadas del espacio': Grotesca, bizarra y espectacular. Si desea saber más, es terriblemente divertida

 "Ellos seguirán luchando y vencerán. ¿Desea saber más?". Pues para eso, poneos Starship Troopers. Las brigadas del espacio. Dirigida en 1997 por Paul Verhoeven, adaptando la novela de Robert A. Heinlein, la película es una auténtica locura. No sabes a veces si están todos de coña, o qué pasa. Es grotesca, cutre, ridícula... Roza lo demencial. Pero es espectacular, y sin saber cómo ni por qué, no pestañeas y acabas por disfrutarla. Si Verhoeven se lo hubiese tomado en serio, hablaríamos de una obra maestra. Pero de época al menos, sí que es.

Y el caso es que el recuerdo sobre ella es legen, legen, legendario. Sí, sale Neil Patrick Harris, en lo más parecido a un sketch de Barney Stinson en Cómo conocí a vuestra madre. Y en aquella época venía de ser niño prodigio. Le falta guiñar el ojo mirando a cámara, para ponerle la guinda a un esperpento terriblemente divertido. Porque en 1997 se llevó un rapapolvo de aúpa por parte de la crítica, pero por cosas del destino, sobre ella se fue creando un misticismo que hoy, ya digo, tiene el poso de obra maestra de la ciencia ficción.

Su producción costó la friolera de 100 millones de dólares de la época. A pesar de semejante presupuesto, parece que a Verhoeven le dijeron: tomad, haz lo que quieras. Y éste debió ponerse hasta arriba de alucinógenos, sacándose de la manga una obra más serie B imposible, y eso que la historia no es del todo extravagante. En síntesis, en un futuro distópico, se incita a los estudiantes a alistarse al ejército para convertirse en ciudadanos. 

Decía que sale Neil Patrick Harris, pero en un rol secundario, pues el protagonista es Casper Van Dien, que da vida a Johnny Rico (ojito al nombre), el joven que acaba enrolándose en el infantería por seguir a su novia, interpretada por Denise Richards, que no sabes si está en una peli de acción o porno. Por cierto, su nombre también se las trae: Carmen Ibañez. 

Lo que parece algo graciosete, la vida en la armada, se torna en drama cuando la Tierra entra en guerra con los insectos gigantes del planeta Klendathu. Ellos son los responsables de haber devastado la ciudad natal de Rico y sus amigos, lanzando un meteorito que ha matado a sus padres. Así que ya solo tiene un objetivo en su vida: matar bichos.

Esa ciudad, por cierto, que los aliens han destruido, es ¡Buenos Aires! Vamos, que Van Dien, Harris y Richards son argentinos. Aunque juegan a una especie de fútbol americano del futuro y tienen menos rasgos de la Pampa, que yo asiáticos. 

Y eso no es lo único estrambótico. Verhoeven, hasta que te lleva a la acción pura y dura, esto es: disparos, explosiones y muertes de lo más aberrantes, por las que Starship Troopers fue nominada al Oscar en efectos especiales, va pasando por momentos de comedia y en serio, casi porno, con Denise Richards y Dina Meyer como maestras de ceremonia. Sensuales y eróticas a más no poder, mientras sus compañeros de reparto son sosos hasta decir basta. Se nota aquí la estela dejada por Instinto básico.

Otro de sus puntos chocantes es el vestuario de las brigadas del espacio. ¡Pero si parecen nazis! ¿Qué se fumó Verhoeven en 1997? Pues no lo sé, porque además se pasa por el forro todas las leyes de la física. Y bien que hace, para además ir sumando a los protagonistas, mogollón de caras conocidas, como Clancy Brown (Cadena perpetua, Carnivàle); Jake Busey (Agárrame esos fantasmas, Contact), hijo de Gary Busey; Dean Norris (Breaking Bad); Michael Ironside (Desafío Total, La tormenta perfecta, Scanners) o Seth Gillian (The Wire, The Walking Dead).

Pues a pesar de todo eso es como hipnótica, no puedes dejar de verla. El tiempo vuela y va ganando fuerza con toda la acción. Así que al final resulta disfrutable, incluso con sus excentricidades.

La triple corona de Verhoeven

A finales de los ochenta (1987) y principios de los noventa (1990), Paul Verhoeven dejó para la posteridad dos obras de la ciencia ficción como Robocop y Desafío total, que con Starship Troopers: Las brigadas del espacio, completan la triple corona de este género, que a mi personalmente me encanta.

Con estas tres películas, el cineasta europeo se hizo un hueco imposible de ocupar hoy, después de que nos dejará en el nefasto 2020. Un director peculiar, que a la vista de otros títulos, como la propia Instinto básico, Showgirls o El libro negro, demostró ser capaz de tocar todos los palos y siempre con algo interesante que decir.

Por cierto, que tiene también una de esas películas, que no me canso de ver: El hombre sin sombra. También muy sexualizada, con toques de comedia y extremista como sus predecesoras. Un tipo de cine que yo echo de menos. Y menos mal que queda la estantería de los recuerdos, para traerlas a nuestros días.


Ficha Técnica

Título original: Starship Troopers

Año: 1997

Duración: 129 min.

Género: Acción / Ciencia Ficción / Fantástico

País: Estados Unidos Estados Unidos 

Dirección: Paul Verhoeven

Guion: Edward Neumeier (Novela: Robert A. Heinlein)

Música, Basil Poledouris

Fotografía: Jost Vacano

Reparto: Casper Van Dien, Dina Meyer, Denise Richards, Clancy Brown, Jake Busey, Dean Norris, Neil Patrick Harris, Michael Ironside, Patrick Muldoon, Seth Gillian, Brenda Strong, Matt Levin, Anthony Ruivivar, Rue McClanahan, Marshall Bell, Amy Smart, Steven Ford

Premios: 1997: Nominada al Oscar: Mejores efectos visuales

Puntuación: 7/10


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