El alzheimer es una de las enfermedades más cabronas que pueda existir. Poco a poco va borrando tus recuerdos, una memoria que guarda la experiencia de tu existencia. Básicamente, a arañazos, te despoja de tu vida hasta que la arranca de cuajo, y al final no sabes quién fuiste, quién eres, ni quién te rodea. Un verdadero drama, que no solo afecta a quien la padece, sino al que está al lado, que ve como se deteriora lentamente y sin remedio la persona que lo padece.
Ese dolor lo transmite El padre, opera prima de Florian Zeller. ¡Y vaya debut! Nada más y nada menos que con dos oscarizados actores como Anthony Hopkins y Olivia Colman. Palabras mayores. Padre e hija en la ficción, que brindan un mano a mano emocionante y portentoso. Una exhibición de los dos.
Paralelamente su hija Anne está desesperada pues quiere coger de una vez las riendas de su vida, pero a la vez le reconcome el pensamiento de dejar a su padre solo. Un progenitor que encima no aguanta a ninguna de las cuidadoras que ella contrata, haciéndole pasar auténtico sonrojo en más de un momento.
Así pues, El padre va planteando un abanico de situaciones y cuestiones, que no solo llevan al límite a los personajes, sino al espectador, que entra de lleno en la historia. Al menos a mi me ocurrió. Esos dilemas que experimenta Colman, de vivir su vida pero a la vez atormentada por la sensación de abandono del padre, que a su vez la menosprecia siempre que puede. Una dualidad de pensamiento y emoción, que no termina de unificarse, provocando en la actriz un desasosiego, que ella te lanza al otro lado de la pantalla.
Esta Olivia Colman tiene mucho de aquella de Redención (Tyrannosaur), dirigida en 2011 por Paddy Considine, y que soportaba el maltrato de Eddie Marsan, al mismo tiempo que se daba cuenta de la fuerza de su interior. Ella es el daño colateral del alzheimer, que ha venido a empujarla a iniciar una nueva vida, a resolver los conflictos con su padre. ¿Había otra elección? Pues tal vez, pero Zeller decide que sea desde el dolor. Y de verdad que duele.
Pero si la aflicción de Colman es penetrante, la de Anthony Hopkins es bárbara. Qué exhibición, en serio. El oscarizado actor está de diez, protagonizando auténticos momentos de terror. No es necesario recurrir a fantasmas para provocar pánico, cuando uno mismo es capaz de transmitir ese miedo en forma de enfermedad. Estoy seguro que esos estragos del alzheimer no son ni el uno por ciento de un caso real, pero la sola evidencia de esa demencia y el deterioro al que somete al protagonista, provoca un espanto increíble.
Del teatro al cine
Antes que cineasta, Florian Zeller ha sido novelista y después dramaturgo; y eso se nota. De hecho El padre fue un éxito en teatro, de ahí que esta película, aún en gran pantalla, sea muy teatral. No solo la puesta en escena, entre cuatro agobiantes paredes de una casa, sino el trabajo físico de los actores, sobre los que recae todo el peso de la historia.
La trama que el artista francés propone es como una especie de mar, o eso me evoca a mi al menos, pues por momentos navegas en aguas calmadas, incluso hay momentos en los que ríes, merced a esa acidez de un Hopkins bestial. Y cuando menos te lo esperas, te sacude un bofetón de realidad, que te deja planchado en la butaca, casi al borde de la lágrima. Es en esos momentos, con los diálogos que padre e hija se lanzan, cuando el mar argumental se revuelve, se torna en salvaje hasta casi ahogarte en las profundidades de la pena.
Ahora bien, si El padre toca las mismas teclas que a mi me hizo sonar, te hará ver otras posibilidades no tan dolorosas. Eliminadas las capas del daño al que te somete el alzheimer, la película de Zeller es una oportunidad para trabajar la inocencia de un hombre, Hopkins, a las puertas de la muerte; y una mujer, Colman, que se aferra a la vida, su vida, de la que quiere coger las riendas definitivamente. Entre medias, buenos secundarios como Imogen Poots, Rufus Sewell u Olivia Williams, que consiguen sobresalir en los momentos en que los dos protagonistas necesitan descansar.
Así pues estamos ante una de la películas de este año que, para bien o para mal, os habrá removido tanto como lo hará The Father. Una metáfora de este 2020. Una obra para no olvidar.
Ficha Técnica
Título original: The Father
Año: 2020
Duración: 97 min.
Género: Drama / Enfermedad
País: Reino Unido
Dirección: Florian Zeller
Guion: Florian Zeller, Christopher Hampton (Obra: Florian Zeller)
Fotografía: Ben Smithard
Reparto: Anthony Hopkins, Olivia Colman, Imogen Poots, Rufus Sewell, Olivia Williams, Mark Gatiss, Evie Wray, Ayesha Dharker
Premios: 2020: Festival de San Sebastián: Premio del Público
2020: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor montaje
2020: British Independent Film Awards (BIFA): 6 nominaciones, incl. mejor película
2020: Asociación de Críticos de Boston: Mejor actor y mejor director novel
2020: Asociación de Críticos de Chicago: Nominada a mejor actor y guion adap.
Puntuación: 10/10
Tiene una pinta excepcional y además, Hopkins es un crack que si tiene un buen papel... lo borda. Intentaré verla si la encuentro por algun sitio.
ResponderEliminarHazlo si puedes, porque el duelo entre los dos es buenísimo
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