Este año 2020 se ha celebrado el quinto centenario del inicio de la expedición comandada por Fernando de Magallanés, junto a otros 239 marinos, que culminó con la primera vuelta al mundo. Un proyecto financiado por la corona española, bajo el imperio de Carlos V, y que guarda ciertos paralelismos con la llegada del hombre a la luna.
O al menos esa es la visión que tiene el director Manuel H. Martín, que ha reflejado en el documental ‘El viaje más largo’ (disponible en Filmin), esta epopeya que cambió el curso de la historia. De él os hablábamos hace unos días y hoy traemos las impresiones del director, que nos atendía justo antes del inicio del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, del que también ha sido responsable.
El documental habla de cómo fue aquella gesta, pero me interesa tu visión de ella. ¿Qué es lo que realmente te motiva de esta historia?
Sobre todo la cantidad de cosas que pasan a lo largo del viaje. Tiene una cantidad de hilos tremenda. En una historia de ficción podría llegar a pensar que roza la inverosimilitud, de la cantidad de cosas que les pasan. Un viaje increíble, que por un lado tiene un carácter muy científico, por todo lo que se descubre, pero es una aventura, que podría compararse con cualquier aventura clásica.
Es un pasaje con muchas cosas interesantes, que nos puede recordar al espionaje del siglo XX, de la Guerra Fría y de ahí la comparativa. Después esa aventura, de viaje a lo desconocido, que puede recordar a esos viajes literarios como el de Joseph Conrad, en El corazón de las tinieblas. Creo que tiene muchos elementos atractivos.
El origen del proyecto fue la exposición, de la que es responsable Antonio Fernández Torres, que es además el coguionista y el asesor histórico de la obra. Cuando tuvimos una reunión, hace ya como tres años con la productora, nos comentó sobre el tema y vimos que había un material estupendo. Y en la parte que me toca, era un proyecto que me permitía moverme en el género documental de creación, que es donde me siento más cómodo. Así puedo mezclar con elementos propios de la ficción, como la animación, con archivos y entrevistas. Da mucho juego narrativo.
"Para nosotros era muy importante que el protagonista fuese la tripulación al completo, más allá de Magallanes y Elcano"
Aunque Magallanes y Elcano son los protagonistas, no iban solos. De hecho se leen algunas de las experiencias de los marinos en los cuadernos de bitácora que han llegado a nuestros días. ¿Ha sido esto una suerte de homenaje a esos otros héroes anónimos?
Me alegro mucho de tu punto de vista, porque como dices, muchas de las fuente el viaje son esos testimonios. Usamos parte de esos testimonios para contar toda la parte narrativa, que es la parte de animación, donde una voz en off les da voz, valga la redundancia, a los distintos relatos. Hay en primera y tercera persona, escritos por marinos y cronistas. Y al final es un solo personaje el que vive la historia.
Para nosotros era muy importante que el protagonista fuese la tripulación al completo, más allá de Magallanes y Elcano.
Y el paralelismo con la llegada del hombre a la Luna. Totalmente de acuerdo con el significado de ambas hazañas. Pero aparte de mostrar el espíritu por ir más allá del hombre: ¿hay alguna otra reivindicación en esta similitud?
Totalmente, pero fíjate que no solo hablamos de los viajes que se hacen, sino los que se sueñan. Me parece fascinante que aparte de esta gente que cruza los mares y da la vuelta al mundo, siglos después, Julio Verne empieza a escribir sobre submarinos, cuando no existen, o Georges Méliès, al inicio del cine, hace una película sobre el viaje a la luna. Y esos sueños se hacen realidad. Yo, que no soy astronauta ni navegante, me puedo identificar con estos personajes, porque en el fondo todos queremos traspasar nuestros límites y a todos nos gustaría soñar con otras posibilidades.
Por eso nos pareció muy interesante, más allá de las analogías de las potencias en lucha, que se ven claras, la ensoñación del hombre y su confrontación a lo desconocido. Si te fijas ahora, con lo que nos está pasando, con ciencias muy avanzadas y algo muy terrenal como un virus, aunque no estemos con un barco o una nave, es en cierto modo un viaje a lo desconocido y que nos va a ocurrir a lo largo de la humanidad.
Nos pasa muchas veces, como concepto humano, pensar que tiempos pasados fueron mejores. Como la película de Midnight in Paris. Y no es así. A ver, creo que no se puede pensar desde la nostalgia, ni desde que el futuro será mejor. Poniéndolo hoy en rigor histórico, como hace uno de los entrevistados, si hacemos un viaje de esas dimensiones y lo comparas con las teorías de Interstellar, es verdad que son gestas importantes. Ojo, que no soy científico y me remito a lo que dice el entrevistado (ríe).
Fíjate que vivimos en la era virtual y lo que ha supuesto la revolución de Internet. Igual que a aquellos marinos, la gesta fue tremenda,para todos los que intentaron este mar digital, imagínate decirle a una persona hace cincuenta años, que podíamos hablar con alguien de Latinoamérica con solo un clic. Todas las épocas tienen grandes eventos y nosotros desde el documental intentamos que esta historia, si es más conocida, mejor.
Antes de meterme en el proyecto, como estudiante, tenía una noción muy general de la hazaña. No sabía los entresijos. Y cuando cuentas una historia de este tipo, humanizas en el sentido de hablar de los claroscuros de los personajes y todo lo que pasan para hacer un viaje de estos. Es la reflexión que tenías, de darle valor a esas figuras anónimas que forman parte del relato, pero luego no pasan a la historia.
"Yo me he criado viendo cine en pantalla grande. Actualmente veo audiovisuales en plataformas, que para mi son complementarios, pero esa experiencia en pantalla grande es única"
Lo que comentas del colegio es cierto. No se profundiza y se pasa de soslayo. Por eso sentenciamos en la reseña que debería mostrarse en los centros educativos.
A ver, eso es un tema más de los productores. Lo que a mi me toca, estoy muy contento con las críticas del proyecto y que destaquen el labor didáctico. Ha habido un compendio entre lo divulgativo histórico y lo narrativo. Quiero decir, tenía que ser un proyecto ameno, ochenta minutos rápidos y entretenidos y que el espectador no se perdiera en la historia, se quedará con un concepto muy general de todo lo que sucede en el viaje y aquellas cosas destacables.
De ahí la incorporación de las imágenes de animación.
Partíamos de un estilo anterior, como en 30 años de oscuridad, que nos nominaron al Goya y a partir de ahí es un formato que me siento cómodo. Me gusta el cómic y la animación y me parece un formato atractivo. Intentamos jugar con muchos elementos. Es un documental muy pop, sin llegar a frivolizar con la historia. Es un poco mezcla de estilos, pero de forma orgánica. Que el espectador no se dé ni siquiera cuenta de las transiciones de escenas, que lo vea como un todo.
Cuando me enfrento a los proyectos, me veo como un espectador. Me pregunto cómo me gustaría ver el documental, y cómo me gustaría que me lo contarán. Entonces me planteo eso y de ahí que tengamos este formato.
Este año se cumplía el quinto centenario del viaje y los homenajes han quedado algo descafeinados. También por el tema de la pandemia. ¿Tienes esa sensación?
La pandemia nos ha trastocado a todos. Como te decía, el germen es la exposición de Antonio Fernández Torres. El documental bebe mucho del gran trabajo que hizo el equipo de Antonio y es una pena, porque el documental y la exposición podían haber tenido un recorrido muy interesante. Además somos un proyecto oficial, con apoyo de las instituciones y nos hemos encontrado muy arropados, pero podía haber tenido una difusión diferente.
Nos sentimos afortunados porque el cariño y la difusión lo tiene, teniendo en cuenta la situación. No deja de ser otro evento que lamentablemente, como otros eventos culturales, se ha visto mermado por la pandemia. Esperemos que cuando volvamos a la normalidad deseada, volvamos a la exposición y a la película, que por qué no, se pueda ver en pantalla grande.
"Esperemos que cuando volvamos a la normalidad deseada, volvamos a la exposición y a la película, que por qué no, se pueda ver en pantalla grande"
El documental se ha solapado con la edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, del que eres director.
En verdad no me gusta mezclar. A mediados de años estudiamos toda la situación y escenarios posibles y planteamos un formato híbrido: parte online, parte presencial, siempre y cuando las condiciones fuesen mejores. Se agravó la situación y nos fuimos al formato exclusivamente online. Nos pareció lo más prudente para nosotros. Yo te hablo de una opinión sobre Huelva. Es una cosa que me gusta dejar clara: es una decisión prudente para nuestro festival. Ha sido un trabajo complejo. Nos hemos adaptado a las circunstancias y ojalá el año que viene llenemos salas de cine, teatros y conciertos.
En El viaje más largo se ve también a estos marinos, no solo como aventureros, sino emprendedores. Un poco como los directores de cine, como en tu caso. ¿Os pasa lo mismo que a ellos, os asaltan las dudas que obligan a esas decisiones difíciles?
Esto te lo digo a título personal, que dudas las tienes todos los días. Hay que tomar decisiones y hasta que no pasa el tiempo no sabes si es la más adecuada. Yo no me siento tan emprendedor en este caso (ríe), pero en cierto modo son tiempos en los que hay que tomar decisiones difíciles.
Yo me he criado viendo cine en pantalla grande. Actualmente veo audiovisuales en plataformas, que para mi son complementarios, pero esa experiencia en pantalla grande es única. Entiendo que es una circunstancia complicada, pero que cuando se vuelva a la normalidad, los cines hay que protegerlos al máximo.
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