La factoría Blumhouse es sello de garantía, cuando hablamos de cine de terror. Ahí están Paranormal Activity o la saga Insidious. No serán obras de arte, ni maestras, pero en lo que se refiere a este tipo de temática de posesiones diabólicas, son muy efectivas. Ahora se les une una nueva película: The Vigil. La opera prima de Keith Thomas va directa al grano, se deja de zarandajas y ofrece una película de terror que produce la inquietud y los sustos suficientes (alguno más me hubiese gustado, pero eso va a gusto de cada uno) para cumplir con su cometido.
La obra gira en torno a Yakov Ronen, un joven judío que acepta el encargo de ser shomer por una noche. Y os preguntaréis: qué es un shomer. Pues básicamente y a grandes rasgos, el encargado de velar el cadáver de un miembro de la comunidad judía, para que ningún demonio se apropie de él. ¿Y qué pasa cuando el diablo ya está dentro del cuerpo propiamente dicho? Que va a jugar con el pobre Yakov, que ya de por sí arrastra sus propios fantasmas, a los que va a encarar de una vez por todas, en una siniestra casa donde descansa el cadáver al que debe velar.
En The Vigil se da la paradoja de que la historia te suena de otras veces, pero no es convencional. Me explico. Estamos acostumbrados a los demonios del cristianismo; al sacerdote que acude como exorcista a recitar la Biblia o el Nuevo Testamento para acabar con la presencia del maligno en un cuerpo vivo. Sin embargo, en la película de Thomas, nos apartamos de la Iglesia y vamos a su hermana mayor: la Judía.
Con breves pinceladas hay una aproximación a cómo los judíos lidian con sus diablos, cómo los afrentan y tratan de alejarlos de los miembros de su comunidad. En este caso, el cuerpo del que hay que expulsarlo está muerto, lo que le da otro matiz. Es otro punto de vista, que nos acerca a la cultura hebraica, aunque sea desde el terror.
También es interesante la forma en que el demonio externo, que habita en el cadáver velado, juega con los fantasmas del protagonista, a través del miedo. Muy efectivo además, merced a esa casa angosta y oscura donde se desarrolla toda la acción. Un ambiente claustrofóbico, con la suma de un móvil en primera persona y Satán haciendo de las suyas. Todo correcto.
Además, los flashback de la vida de Yakov Ronen ayudan a entender el desasosiego que éste siente en el inquietante salón de un hogar, donde mora la esposa del finado. Gran trabajo, por cierto, de la veterana Lynn Cohen, a la que recordareis por dar vida a Golda Meir en Munich (Steven Spielberg, 2005).
Una gran compañera de reparto del protagonista, Dave Randolph-Mayhem Davis, que está convincente el rol de un shomer traumatizado, que trata de salir adelante como puede. La vigilia va a ser su prueba de fuego para dejar a un lado su pasado y vivir un presente limpio, sin cargas, ni mochilas viciadas.
Todo eso se desarrolla, ya digo, envuelto en un clima tenebroso y oscuro que representan las paredes de esa maldita casa. El primerizo director juega bastante bien con las luces, y la música de Michael Yezerski se cuela en el momento exacto para mantener la tensión.
Su escasa hora y media de duración la hacen perfecta para que se pueda ver en un cine, mascarilla mediante. En un tiempo en el que los grandes estrenos han puesto pies en polvorosa a 2021, las salas que tanto nos han dado nos necesitan. Con obras como The Vigil está justificaba la asistencia a una butaca. Solo, claro está, si lo tuyo es el cine de terror. Con esta película, el género puede seguir tranquilo una temporada.
Ficha Técnica
Título original: The Vigil
Año: 2019
Duración: 88 min.
Género: Terror
País: Estados Unidos
Dirección: Keith Thomas
Guion: Keith Thomas
Música: Michael Yezerski
Fotografía: Zach Kuperstein
Reparto: Dave Randolph-Mayhem Davis, Lynn Cohen, Menashe Lustig, Malky Goldman, Fred Melamed, Nati Rabinowitz, Moshe Lobel, Spencer Zender, Dun Laskey, Hershy Fishman
Puntuación: 6,5/10
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