Raffaella Carrá es musicote. Basta cualquiera de los éxitos de la reina del petardeo, para que fantástica, fantástica sea la fiesta. Todos nos hemos venido arriba con alguno de sus temas, y el que diga lo contrario, miente. Ahora bien: ¿es suficiente la música de la explosiva cantante italiana, para construir una película? Pues desgraciadamente, no. Y el ejemplo es el musical Explota, explota, que utiliza la excusa de Raffaella Carrá, para dibujar una obra infantil, reiterativa durante dos horas y por momentos, facilona.
Y eso que su punto de partida es fuerte. El trabajo de Nacho Álvarez empieza con energía; un número musical, con Ingrid García Jonsson huyendo de Roma rumbo a España, que hace presagiar algo potente. De hecho ella, junto a la banda sonora, es lo único salvable de esto. Claro que Roque Baños son palabras mayores.
Pero ya está. Ahí acaba todo, porque la historia, insisto, es demasiado infantil. La potencia del principio se gripa y lo que parecía una 'Nit del Foc', acaba siendo cuatro petardos del bautizo de tu prima. Un cuento de hadas cañí y estereotipado, que recurre demasiado al cliché y con personajes inverosímiles.
Como digo, Ingrid García Jonsson protagoniza Explota, explota, en la piel de María. Ella es una joven que huye de Roma el día de su boda, para regresar a una España, que vive los últimos días del Franquismo. En Barajas, recién aterrizada, tropieza con Fernando Guallar y la vida cambia al instante. Él es el hijo del censor (Pedro Casablanc) de Televisión Española y está llamado a heredar este puesto. Va a ser la puerta a un nuevo amor, pero también a cumplir el sueño de María, que es convertirse en bailarina.
En todo ese proceso, el del romance y el sueño laboral, la protagonista se rodea de personajes como el de su reciente mejor amiga, Verónica Echegui; el mujeriego director del programa de moda, Fernando Tejero; y la vedette del momento, Natalia Millán. Además de un exnovio italiano, que no está dispuesto a renunciar a esa boda frustrada.
Pues bien todo eso, con la música de la Carrá de fondo, y a través de dos horas interminables, donde la evolución de los personajes es el sumun del disparate. Sobre todo el de Pedro Casablanc, el censor que recorre un camino durante la película, que es el colmo del desastre.
Del musical al esperpento
Soy un fan de los musicales. Eso sí, no me gusta que me tomen por tonto, y mucho menos infantil. Como me pasaba hace poco con Enola Holmes, tendrá su público, pero Explota, explota no es lo mío. Su 'feel good' reiterativo a lo mejor no me ha cogido en el momento exacto, no lo sé. Pero ese espíritu 'happy', que envuelve a toda la película, es de un dulzor empalagoso.
Insisto, una vez más, con el esperpento que dibujaba Valle Inclán, cuando se trata de retorcer la realidad hasta el extremo. Todo tiene un límite y si lo empujas hasta el borde, caerá por el precipicio. Eso me pasa con esta película, donde los personajes, ya digo, son de un topicazo, que echa para atrás.
Es verdad que la cinta no ha nacido como una reflexión sobre la censura televisiva de la época; que por cierto, no viví aquella etapa ni sé cómo eran los estudios y los medios de entonces por dentro, pero lo que veo ahora, ésta que me ha tocado vivir, no le anda a la zaga. Su cometido es entretener, está claro. Pero para eso hay que cumplir unos mínimos; por lo menos, algún rigor narrativo o en el desarrollo de la propia historia. Es todo tan facilón, tan de Antena 3 a las 16.00 horas de un domingo gris de octubre, que ni la música de la Carrá lo levanta.
Y luego esa es otra, la pobre Ingrid García Jonsson se queda sola. Está impecable, pero sus compañeros son otro desastre. Empezando por un Guallar inexpresivo, un témpano con el que comparte cero química. La nada más absoluta. En el extremo opuesto, Verónica Echegui. No sabes si es la propia actriz o la ministra de Hacienda. Ininteligibles y lo pero de todo: impostadas. Y ya el resultado final de Pedro Casablanc... Pues eso. Si es un cabrón con pintas, que lo sea. Innecesaria su transformación.
En condiciones normales diría que huyerais del cine y de esta película. Pero las salas nos necesitan. Es verdad que si esta es su tabla de salvación... Que vayan fijándose en el pobre DiCaprio de Titanic, porque la cosa está jodida.
Ficha Técnica
Título original: Explota explota
Año: 2020
Duración: 110 min.
País: España
Dirección: Nacho Álvarez
Guion: Eduardo Navarro, David Esteban Cubero, Nacho Álvarez
Música: Roque Baños (Canciones: Raffaella Carrà)
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Reparto: Ingrid García Jonsson, Verónica Echegui, Fernando Guallar, Pedro Casablanc, Fernando Tejero, Natalia Millán, Giuseppe Maggio, Fran Morcillo, Carlos Hipólito, Ainara Arizu, Sara Martín Aparicio, Eva Conde, Malala Díaz, Ainhoa Aierbe, Nacho Otaola, Ana Costa, Naima Sakho, Mary Villafaina, Lorena de Orte, Ane Leturiaga, Aroa Garez, Tamar Vela, Marta Arteta, Núria Torrentallé, Teresa Poveda, Toni Espinosa
Puntuación: 2/10
Totalmente de acuerdo, tanto bombo para nada, y mira que me gustan los musicales.
ResponderEliminarYo también soy fan de los musicales, pero siempre que tengan algún criterio y rigor. Aquí eso brilla por su ausencia
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