Este 2020, nos disponemos a vivir una noche atípica de Halloween. Bueno, en verdad este año lo está siendo en su conjunto. Si hoy juntaras a Tim Burton, Álex de la Iglesia, Roman Polanski o a Mel Brooks en un estudio, saldría una película terrorífica de este 2020. Pero conociéndoles, también tendríamos más de una nota cómica. Sobre todo, si metemos en la ecuación a actores como Michael Keaton, Gene Wilder, Santiago Segura o nuestros amado, Nicolas Cage.
De eso vengo a hablar hoy, de diez terroríficas comedias, que dan sentido a ese subgénero cinematográfico conocido como: Comedia de terror. Hace poco recordábamos a Joe Dante y Tom Hanks en No matarás... al vecino; cómo coqueteaba con el terror, para hacernos pasar un rato divertido frente a la pantalla.
Y como decía, si este 2020 está siendo, per se, catastrófico, riámonos un poco en la que se conoce como la noche del terror: Halloween. De ahí, estas diez propuestas (seguro que se os viene a la mente alguna más), y un pequeño regalo final.
El baile de los vampiros (1967)
El profesor Abronsius (Jack MacGowran) y su ayudante Alfred (Roman Polanski) quieren confirmar la teoría de la existencia de los vampiros. Para eso ponen tumbo a un pequeño pueblo de Transilvania, donde la rumorología sitúa a estos 'chupasangres'. Ambos se alojan en la posada de Shagal (Alfie Bass), su esposa Rebeca (Jessie Robins) y su hija Sara (Sharon Tate), una belleza que roba el corazón a Alfred, quien cae rendido a sus pies. Sin embargo, ella desaparece y se sospecha que ha sido secuestrada por un vampiro. En concreto, el conde von Krolock (Ferdy Mayne) y su hijo Herbert (Iain Quarrier), que viven en un castillo próximo a la aldea. Tanto Alfred como Abronsius saldrán de dudas, curiosamente, en el baile organizado por el conde.
Disponible en Rakuten TV y Apple iTunes
El jovencito Frankenstein (1974)
Frederick Frankenstein (Gene Wilder) es un joven neurocirujano que trata de huir del pasado heredado de su abuelo: el doctor que creó a una bestia memorable. No solo ese fue su legado, también un enorme castillo -y el ayudante Igor (Marty Feldman)-, donde Frankenstein (se pronuncia 'fronkonstin') halla los manuscritos secretos de su abuelo, que le condujeron a crear al monstruo. En ese momento se despierta en Frederick el gen de la familia, e inicia su propia investigación para dar vida a un enorme cadáver.
Absolutamente brutal. Así es la película de Mel Brooks, que sacó lo mejor de un maestro del humor, como Gene Wilder. Una sátira que funciona como un reloj suizo, sobre el monstruo de Mery Shelly, en la que no paras de reír de principio a fin. Como en Polanski, no falta la exuberancia femenina, el ayudante torpe a la par que divertido, o un castillo donde pasan sucesos, un tanto extraños. Y por supuesto, la bestia: Peter Boyle. Todo con un toque original y creativo, que impacta además en el plano visual, y que ha envejecido a las mil maravillas.
Los Cazafantasmas (1984)
Los profesores Venkman, Stantz y Spengler (Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis) se han quedado sin beca de la universidad. Expertos en parapsicología deciden refundarse y crean la empresa 'Los Cazafantasmas', para limpiar de entes la ciudad de Nueva York. El negocio es rentable y ante la carga de trabajo se incorpora un miembro más: Winston (Ernie Hudson). La prueba de fuego será eliminar de la Gran Manzana a un poderoso demonio, que también ha poseído a la hermosa Danna Barrett (Sigourney Weaver).
Si hablamos de algo mítico, aquí están Los Cazafantasmas. Arrasó la taquilla mundial, y el tema de Ray Parker Jr. es hoy patrimonio de la humanidad. Qué haces si tienes al hombre invisible durmiendo en tu cama, pues llamas a Murray, Aykroyd y compañía. La película es un batiburrillo de clichés, pero está poseída de un encanto que trasciende más allá del arte. Un icono de la cultura ochentera, por unos personajes y unos diálogos sobrenaturales.
Disponible en Rakuten TV y Apple iTunes.
¡Vampiros en la Habana! (1985)
Un vampiro científico ha creado una fórmula, el Vampisol, que permite a los vampiros andar bajo la luz del sol sin problemas. El revolucionario invento atrae la atención de vampiros europeos y mafiosos vampiros norteamericanos, que viajan a La Habana para hacerse con la fórmula.
Comedia de animación para adultos, cuya trama, a pesar de estar centrada en el mundo vampírico, se desvía hacía la mafia y lanza un mensaje -poco subliminal- en contra del colonialismo europeo y el capitalismo yanqui. A pesar de la posible carga ideológica, se trata de una original, divertida y sorprendente película que pone de relieve cómo, en poco más de una hora, se puede hacer un trabajo completo y disfrutable para el espectador. Desde su estreno se convirtió en una película de culto, que tuvo una secuela no tan redonda como la original. Recomendable.
Disponible en Filmin.
Beetlejuice (1988)
Adam y Barbara (Alec Baldwin y Geena Davis) son un matrimonio que muere repentinamente, pero se quedan como fantasmas en la casa que habían comprado. Ésta es ocupada por una variopinta familia: Deetz (Jeffrey Jones), su mujer Delia Deetz (Catherine O'Hara), una extravagante escultora, y la hija de Charles, Lydia (Winona Ryder), capaz de ver a la pareja de fantasmas y que odia a su madrastra. Molestos, Adam y Barbara quieren echar a los Deetz, y recurren a la ayuda de Beetlejuice (Michael Keaton; o Bitelchús, en español), experto en asustar a mortales. Claro, que no cuentan que las dobles intenciones de este sucio, desaliñado, mal hablado y harapiento monstruo...
Pese a los tardíos ochenta en que se rodó, la película de Tim Burton es todo un clásico de la época. Estética perfecta, como la historia, y una suerte de personajes que son hoy icónicos para muchas generaciones. La banda sonora de Danny Elfman o las canciones de Harry Belafonte, la hacen más deliciosa si cabe. Como un Keaton perfecto. De verdad: ¡qué actorazo! Por cierto, yo también era fan de los dibujos de La 2. Qué tiempos...
Disponible en Rakuten TV, Apple iTunes y Google Play Movies
Besos de Vampiro (1989)
Peter Loew (Nicolas Cage) es un agente literario de Nueva York, amante de la buena vida y mujeriego, cuya vida cambia tras el encuentro con una misteriosa mujer (Jennifer Beals). Obsesionado con la idea de que la mujer es un vampiro y le ha mordido, Peter comienza a comportarse de manera extraña sumiéndose su vida en un completo caos.
Una rareza fascinante. Es el mejor apelativo para esta película de finales de los ochenta. Con una interpretación portentosa de Nicolas Cage, cuyo histrionismo y tics están en esta ocasión más que justificados. Besos de vampiro es un 'tour de force' para el ganador de un Oscar, repleta de momentos que van del patetismo al dramatismo más absoluto, rodeados de un humor negro que no deja al espectador indiferente. Una radiografía de la esquizofrenia bastante certera. Como curiosidad, la cucaracha que Cage se come en la película era real y estaba viva. Un filme no apto para todos los paladares.
Disponible en Filmin
El día de la bestia (1995)
Un sacerdote (Álex Ángulo) consigue descifrar el mensaje secreto que contiene el Apocalipsis según San Juan. Y es que el Anticristo, el hijo del diablo, nacerá el 25 de diciembre de 1995 en Madrid. En la capital, el cura se junta con José María (Santiago Segura), un joven aficionado al death metal, satánico y de Carabanchel. Los dos se ponen a investigar el lugar concreto donde el mal verá la luz. Con la ayuda del profesor Cavan (Armando de Razza), exotérico presentador de televisión, los tres invocan al diablo, en una peculiar ceremonia, que ya es historia del cine español.
Como los 25 años que se han cumplido de la, para mi, mejor película de Álex de la Iglesia. "Mire como vuelo padre.. ¡cómo los ángeles!" o "¡Qué las putas son enfrente! Aquí se viene a dormir!", son ya frases. Como legendario es el cartel de Scheweppes de la Gran Vía. Y aunque: ¡Se jodió la Nochebuena, se jodido la Navidad!", Halloween no se ha jodido. En definitiva, una historia original sobre el Anticristo y los problemas de un cura, en ese Madrid oscuro de los noventa, con el toque particular de De la Iglesia. Posteriormente lo intentaría en El Bar o La brujas de Zugarramurdi. Y aunque son aceptables, El día de la bestia es otra liga.
Disponible en Movistar Plus y FlixOlé.
Abierto hasta el amanecer (1996)
Los hermanos Gecko, Seth y Rchard (George Clooney y Quentin Tarantino) huyen del FBI rumbo a México. Los criminales más buscados secuestran al padre Fuller (Harvey Keitel) y sus hijos en la huida. Una vez cruzada la frontera, a la espera de reunirse con un mafioso mexicano, pasan la noche en La Teta Enroscada. Un antro de mala muerte, que abre hasta el amanecer y guarda un sangriento secreto.
Robert Rodríguez a los mandos, con un guion de Quentin Tarantino. Ya está todo dicho. Al reparto, que de por sí es magnífico, se le unen una pléyade de secundarios igual de sobresalientes, en esta orgía de acción y casquería, con la nota de humor que no falla en el cine tarantiniano. Una obra con muchos momentos a destacar. Pero sí, me quedó con Salma Hayek, que gracias a esta película saltó a la fama mundial. Por ella, yo también me quedaba hasta el amanecer.
Disponible en Google Play Movies y Rakuten TV.
Zombies Party (2004)
Shaun (Simon Pegg) y Ed (Nick Frost) son dos tirados, que se pasan la vida en el Winchester. Esa dejadez hace que Liz (Kate Ashfield) abandone a Shaun, quien decide poner orden en su vida y recuperar a su novia. Desgraciadamente, su paso al frente coincide con la vuelta a la vida de los muertos. Así que Shaun tendrá que reconquistar el amor de Liz, mientras hace frente a una horda de hambrientos zombis.
Cuando todo parecía estar escrito en el subgénero zombie, Simon Pegg se sacó de la manga esta notable comedia de terror, mezcla de romance y acción, donde no faltan la sangre y escenas divertidísimas. Una parodia hecha para ser disfrutada.
Disponible en Rakuten y Apple iTunes
Lo que hacemos en las sombras (2014)
¿Están entre nosotros los vampiros? Pues sí. Y no solo eso, sino que son de lo más normal. Con sus peculiaridades, llevan una vida rutinaria entre los mortales. Claro que no pueden huir de sus instintos. Necesitan la sangre humana para alimentarse. Así, un grupo de vampiros convierte a un humano y le enseñan cómo es la vida y costumbre de los chupasangre.
A modo de falso documental, Taika Waititi daba el salto a la fama mundial con una película desternillante. Vampiros clásicos, modernos, góticos....No falta ninguno. Una visión romántica y divertida al género, que desde hace seis años es una película de culto, y con razón. Si hablamos de originalidad o al menos buscas eso, no puedes perdértela,
Disponible en HBO y Filmin
Bonus Track
Como toda colección, se quedan en el tintero algunos títulos y al menos tres, dos vampíricos y otro más gore, hay que rescatar, en eso que se conoce como 'bonus track'. Y si hablamos de Halloween como la noche del terror, Noche de miedo (1985) es la perfecta combinación. La historia de Charley Brewster, el típico adolescente americano, que sospecha que su vecino es un vampiro. Nadie le cree, salvo un actor retirado, que protagonizaba películas de terror en el pasado. Los dos se empeñarán en desenmascarar la auténtica identidad del vecino. Ah, por cierto, con la ayuda del 'Rata'. Una parodia bastante buena.
Hablando de vampiro y con esa estética ochentera, no podía faltar Jóvenes ocultos (1987). Con actores en la cresta de su popularidad, nos vamos a California, donde unos hermanos de lo más corrientes intentan sobrellevar el divorcio de sus padres. Uno de ellos, Michael (Jason Patric), trata de encajar lo mejor que puede y se une a una banda de moteros, liderada por el carismático David (Kiefer Sutherland). Corre el rumor de que es un vampiro y trata de arrastrar a Michael a este oscuro submundo, pero su hermano lo intentará evitar.
Me despido con gore. Y ahí está Ovejas asesinas (2006), donde un científico manipula la genética de estos animales, con el objetivo de hallar la perfección. Todo se va al garete cuando unos botarates activistas medioambientales liberan a una oveja mutante, que muerde al resto del rebaño, convirtiéndolas en devoradoras de carne. Ni que decir tiene que la sangre corre a chorros por la pantalla, en una alocada historia, que roza la demencia y el ridículo. Afortunadamente no sobrepasa el límite, y acaba siendo una obra más que correcta.
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