"Sorrentino junto a Jude Law y Javier Cámara se han embarcado en un nuevo proyecto titulado The New Pope. Aunque no hay confirmación de la línea argumental, parece que será una historia y unos personajes diferentes. Esperemos que estén a la altura de su predecesora".
Así concluíamos el 15 de noviembre de 2018 el análisis de The Young Pope, serie maestra del italiano Paolo Sorrentino con un Jude Law rozando la excelencia. Entonces solo se sabía que habría continuación. Nada más. Y poco a poco se fue desvelando que John Malkovich participaría en el proyecto, que a pesar del final de la primera, Law seguiría teniendo peso. Huelga decir que si no has visto The Young Pope -no sé a qué esperas-, no continúes leyendo. Si lo haces, que sea por tu propia ventura y riesgo.
En fin, sigamos. Desvelado el hilo argumental de The New Pope, que retomaba los entresijos del Vaticano con el papa Pío XIII fuera de juego, la cosa prometía. Sin embargo el resultado ha sido muy decepcionante. Incluso sin entrar en comparaciones. Todo el legado de su predecesora es dilapidado en nombre de Dios sabe qué, provocando una pérdida de fe absoluta en la Iglesia de Sorrentino.
Ya en el primer capítulo, con la elección del nuevo Papa, se vaticina una segunda entrega algo caótica y unas luchas de poder no tan atractivas. Mucho envoltorio, pero poco que empaquetar.
Es decir, el responsable de trabajos como La gran belleza o La juventud vuelve a regalarnos una estética de nuevo brillante, pero esta vez su contenido es vacuo. No encuentras nada de ese surrealismo onírico de The Young Pope -un ciempiés no es lo mismo que un canguro-. Adiós a la filosofía y la religión, que hacía que los diálogos fueran exquisitos y te atraparan en discusiones teológicas que te devolvían la creencia en una institución milenaria dibujada por el italiano.
Al menos la Iglesia del padre Lenny Belardo sí te hacía olvidar el despropósito de la real. Era entretenida, además de fotográficamente perfecta. Ahora solo más de lo segundo que de lo primero. Y para ver marketing aburrido, mensaje naíf, con palabras y ningún hecho, me pongo una homilía del Papa montonero Francisco. Que no hay quién se lo crea, aparte de tener un reverso tenebroso que ríete tú George Lucas y el imperio.
John Malkovich tampoco convence. A mi al menos. Y eso que irrumpe con fuerza, rodeado de un halo de misterio, en el segundo capítulo. Fuegos artificiales, pues se va diluyendo conforme avanza la trama, transformándose en una especie de drag queen con sotana. Una farfulla.
Javier Cámara, como el padre Gutiérrez, o Cécile de France, como Sofia, son también dos de los personajes desaprovechados, cuyos momentos en pantalla producen aburrimiento. Algo que provoca, por encima de todos, el de Ester. Totalmente innecesario -siempre a mi juicio- y a cuya participación le sigo buscando sentido. Tiene muchos minutos en pantalla que son peor que un cero a la izquierda.
Solamente Voiello, con un gran Silvio Orlando, mantiene el magnetismo en esta continuación. Es el salvavidas; el pegamento que hace que The New Pope no se rompa en pedazos, ya que la serie pasa de estar hilada a ser una sucesión de sketch, con muchos temas pendientes y sin concretar en ninguno.
Ahora además, el director italiano aborda el asunto del fanatismo religioso, pero de forma tramposa. Hace unos paralelismos que no les veo ningún significado. Mucho menos sentido. Es más, me parecen un lavado de cara falso y frívolo. Es el colmo a todos los desatinos. A lo que se suma esa visión de los franciscanos como poco menos que talibanes.
Insisto en que como reflejo del actual Vaticano, de la actual Iglesia católica vendida al marketing, funciona. Pero para eso ya está la original. Hay que exigir mucho más. En The Young Pope se rompían moldes, se innovaba. Pero ahora se ha perdido la originalidad, poniendo Sorrentino un piloto automático que se podía haber ahorrado.
Y a pesar de ello, no la suspendo. ¿Por qué? Porque desde el punto de vista ornamental -y Voiello- la serie no naufraga. La música sigue siendo poderosa. Y aunque hay que esperar al séptimo capítulo, para mi el mejor de largo, tiene momentos salvables. Seguiré reivindicando The Young Pope. Y si hay una tercera entrega, espero que vuelva a ese camino y olvide este segundo round.
Título original: The New Pope (TV Series)
Año: 2020
Duración: 9 capítulos de 55 minutos aproximadamente
Género: Religión / Series
País: Italia
Dirección: Paolo Sorrentino (Creator), Paolo Sorrentino
Guion: Paolo Sorrentino, Umberto Contarello, Stefano Bises
Música: Lele Marchitelli
Fotografía: Luca Bigazzi
Reparto: John Malkovich, Jude Law, Silvio Orlando, Cécile De France, Javier Cámara, Massimo Ghini, Henry Goodman, Mark Ivanir, Ulrich Thomsen, J. David Hinze, Kika Georgiou, Maurizio Lombardi, Ludivine Sagnier, Antonio Petrocelli, Yuliya Snigir, Ignazio Oliva, Marilyn Manson, Sharon Stone
Puntuación: 5/10
Así concluíamos el 15 de noviembre de 2018 el análisis de The Young Pope, serie maestra del italiano Paolo Sorrentino con un Jude Law rozando la excelencia. Entonces solo se sabía que habría continuación. Nada más. Y poco a poco se fue desvelando que John Malkovich participaría en el proyecto, que a pesar del final de la primera, Law seguiría teniendo peso. Huelga decir que si no has visto The Young Pope -no sé a qué esperas-, no continúes leyendo. Si lo haces, que sea por tu propia ventura y riesgo.
En fin, sigamos. Desvelado el hilo argumental de The New Pope, que retomaba los entresijos del Vaticano con el papa Pío XIII fuera de juego, la cosa prometía. Sin embargo el resultado ha sido muy decepcionante. Incluso sin entrar en comparaciones. Todo el legado de su predecesora es dilapidado en nombre de Dios sabe qué, provocando una pérdida de fe absoluta en la Iglesia de Sorrentino.
Ya en el primer capítulo, con la elección del nuevo Papa, se vaticina una segunda entrega algo caótica y unas luchas de poder no tan atractivas. Mucho envoltorio, pero poco que empaquetar.
John Malkovich como el Papa Juan Pablo III y líder de la Iglesia Católica. |
Es decir, el responsable de trabajos como La gran belleza o La juventud vuelve a regalarnos una estética de nuevo brillante, pero esta vez su contenido es vacuo. No encuentras nada de ese surrealismo onírico de The Young Pope -un ciempiés no es lo mismo que un canguro-. Adiós a la filosofía y la religión, que hacía que los diálogos fueran exquisitos y te atraparan en discusiones teológicas que te devolvían la creencia en una institución milenaria dibujada por el italiano.
Al menos la Iglesia del padre Lenny Belardo sí te hacía olvidar el despropósito de la real. Era entretenida, además de fotográficamente perfecta. Ahora solo más de lo segundo que de lo primero. Y para ver marketing aburrido, mensaje naíf, con palabras y ningún hecho, me pongo una homilía del Papa montonero Francisco. Que no hay quién se lo crea, aparte de tener un reverso tenebroso que ríete tú George Lucas y el imperio.
Voiello al rescate
Vuelvo a los personajes. En The New Pope han perdido su misticismo y frescura. Incluso Jude Law, que parece más un chamán hasta arriba de peyote que el padre dispuesto a salvar a sus hijos descarriados. Una caricatura.Silvio Orlando, como el cardenal Voiello, es lo mejor de la serie. |
John Malkovich tampoco convence. A mi al menos. Y eso que irrumpe con fuerza, rodeado de un halo de misterio, en el segundo capítulo. Fuegos artificiales, pues se va diluyendo conforme avanza la trama, transformándose en una especie de drag queen con sotana. Una farfulla.
Javier Cámara, como el padre Gutiérrez, o Cécile de France, como Sofia, son también dos de los personajes desaprovechados, cuyos momentos en pantalla producen aburrimiento. Algo que provoca, por encima de todos, el de Ester. Totalmente innecesario -siempre a mi juicio- y a cuya participación le sigo buscando sentido. Tiene muchos minutos en pantalla que son peor que un cero a la izquierda.
Voiello y su fanatismo al Nápoles siguen siendo momentos divertidos en la obra de Sorrentino. |
Solamente Voiello, con un gran Silvio Orlando, mantiene el magnetismo en esta continuación. Es el salvavidas; el pegamento que hace que The New Pope no se rompa en pedazos, ya que la serie pasa de estar hilada a ser una sucesión de sketch, con muchos temas pendientes y sin concretar en ninguno.
Tramposo fanatismo
The New Pope es una bofetada a la Iglesia católica. Pero sin estilo. Paolo Sorrentino emprende un camino hipersexualizado para golpear los cimientos de los votos de obispos, curas y monjas.Y está bien recopilar los vicios que tiene que superar la institución. Pero en todos sus capítulos el sexo está tan presente que es hasta pesado. Muy repetitivo y tan explícito que no tiene ni encanto. Gana la partida, desgraciadamente, a esa reflexión de la que hablaba al principio, que hacía a The Young Pope única y auténtica.Hasta Cécile de France ha perdido todo el encanto. |
Ahora además, el director italiano aborda el asunto del fanatismo religioso, pero de forma tramposa. Hace unos paralelismos que no les veo ningún significado. Mucho menos sentido. Es más, me parecen un lavado de cara falso y frívolo. Es el colmo a todos los desatinos. A lo que se suma esa visión de los franciscanos como poco menos que talibanes.
Insisto en que como reflejo del actual Vaticano, de la actual Iglesia católica vendida al marketing, funciona. Pero para eso ya está la original. Hay que exigir mucho más. En The Young Pope se rompían moldes, se innovaba. Pero ahora se ha perdido la originalidad, poniendo Sorrentino un piloto automático que se podía haber ahorrado.
Y a pesar de ello, no la suspendo. ¿Por qué? Porque desde el punto de vista ornamental -y Voiello- la serie no naufraga. La música sigue siendo poderosa. Y aunque hay que esperar al séptimo capítulo, para mi el mejor de largo, tiene momentos salvables. Seguiré reivindicando The Young Pope. Y si hay una tercera entrega, espero que vuelva a ese camino y olvide este segundo round.
Ficha Técnica
Título original: The New Pope (TV Series)
Año: 2020
Duración: 9 capítulos de 55 minutos aproximadamente
Género: Religión / Series
País: Italia
Dirección: Paolo Sorrentino (Creator), Paolo Sorrentino
Guion: Paolo Sorrentino, Umberto Contarello, Stefano Bises
Música: Lele Marchitelli
Fotografía: Luca Bigazzi
Reparto: John Malkovich, Jude Law, Silvio Orlando, Cécile De France, Javier Cámara, Massimo Ghini, Henry Goodman, Mark Ivanir, Ulrich Thomsen, J. David Hinze, Kika Georgiou, Maurizio Lombardi, Ludivine Sagnier, Antonio Petrocelli, Yuliya Snigir, Ignazio Oliva, Marilyn Manson, Sharon Stone
Puntuación: 5/10
La hemos visto muchas veces en la plataforma digital, pero siempre ha habido algo que nos ha echado atrás... Esta sensación continua con tu gran crítica...
ResponderEliminarOs ánimo a ver The Young Pope, muchísimo mejor. Muchas gracias por el comentario
ResponderEliminarVaya, me gustan muchos esas obras de su director, pensé ver esta serie algún día, pero ya me has dejado con la duda jeje.
ResponderEliminarUn saludo
Te animo con The Young Pope. Esa sí es una obra de arte. Y si te pones con ella...dale una oportunidad a ésta, a lo mejor sacas le sacas algo más positivo que yo. A mi me ha sido imposible
Eliminar