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sábado, 4 de abril de 2020

'La armada Brancaleone': Picaresca y comedia en la Italia medieval

El confinamiento en casa por el maldito coronavirus hace que nuestros días sean más tediosos, largos y sobre todo muy tristes. Cada día es un aluvión de noticias dramáticas que hacen que la luz al final del túnel parezcan lejanos todavía.

En Estados Unidos, durante la Gran Depresión y la II Guerra Mundial, uno de los medios para olvidar por un rato la triste realidad que afectaba a la sociedad fue el cine. El género preferido para esa evasión momentánea, la comedia. Por eso, vamos a desempolvar una de las mejores comedias que por desgracia no es tan conocida como debería: La armada Brancaleone.

(Fotograma de película)

Si hay un pueblo al que nosotros, los españoles, nos parecemos, es al italiano. Picardía, buen humor, poco amigos de la disciplina y si de la buena vida. Son solo algunos de los patrones que compartimos. Una gran historia a la espalda de ambas naciones es otra de las similitudes. Por no hablar del arte o la gastronomía.

La picaresca, género literario muy característico de la literatura española, tendría en Brancaleone di Norcia un excelente representante. Un peculiar caballero medieval al que siguen un grupo de patéticos buscavidas que le hacen la función de sirvientes con el objetivo de conquistar el castillo de Aurocastro.

Este caballero, tan valeroso como desastroso encontró en Vittorio Gassman el mejor intérprete posible. Y dirigiendo al inolvidable actor italiano, Mario Monicelli. ¿Qué podía salir de la tercera colaboración de estos dos genios del cine transalpino? Pues una comedia redonda repleta de momentos desternillantes.

Monicelli, ese maestro de la commedia all'italiana

La armada Brancaleone es una sucesión de situaciones hilarantes. Pequeñas aventuras que el estrafalario grupo de protagonistas tiene que afrontar, perfectamente hilvanadas por un hábil guión escrito por Furio Scarpelli, Agenore Incrocci y el propio Monicelli. Un Monicelli que no solo demostraba su buen hacer tras las cámaras, sino también creando historias.Un maestro no del todo reconocido pese a tener auténticas maravillas en su curriculum -La gran guerra, Rufufu o La escapada, entre muchas otras-.

Gian Maria Volonté, otro de los protagonistas de esta divertida historia. (Fotograma de película)

Sin perder un ápice de comedia y en muchos momentos rozando la parodia, la película es a su vez un retrato de la vida en la Edad Media. Peligros constantes acechan a la cuadrilla de Brancaleone, ya sea por invasiones de otros pueblos, por justas entre caballeros o por la estremecedora presencia de la peste, ese enemigo invisible que arrasó naciones y a la que muchos hacen tristemente alusión en la actualidad.

Vittorio Gassman y Catherine Spaak en un momento de la película (Fotograma de película)

También la influencia de la Iglesia por un lado y el pecado por otro, ambos conviviendo y hostigando a la sociedad de la época. En este caso tanto el pecado como la religión están tratados desde un punto de vista satírico,con un monje que a pesar de gozar de pocos minutos de metraje, protagoniza alguno de los mejores momentos. O con las aventuras amorosas en las que Brancaleone se verá inmerso.

Picardia, vis cómica y carisma, algo de lo que Vittorio Gassman andaba sobrado. Su impetuosa y alocada interpretación viene a demostrar que ha sido, por méritos propios, uno de los más grandes en esto del cine.

Vittorio Gassman, como Brancaleone, demuestra ser una vez más uno de los mejores en la historia del cine (Foto: Carlo di Palma / Wikipedia)

Una disparatada aventura que tuvo una secuela -Brancaleone en las cruzadas- pudiendo convertirse en un magnífico programa doble para estas tardes de confinamiento. Sentarse frente al televisor, tratar de olvidar durante un rato la situación por la que atravesamos y reírnos a carcajadas. Y cuando termine la película, no parar de silbar y cantar León al viento, vamos marchando, somos la armada Brancaleone. León, León, León, Branca Braaaanca León...




Ficha Técnica


Título original: L'armata Brancaleone

Año: 1966

Duración: 120 min.

Género: Comedia / Aventuras/ Edad Media

País: Italia Italia

Director: Mario Monicelli

Guión: Furio Scarpelli, Agenore Incrocci, Mario Monicelli

Música: Carlo Rustichelli

Fotografía: Dario di Palma

Reparto: Vittorio Gassman, Catherine Spaak, Gian Maria Volonté, Folco Lulli, Carlo Pisacane, Luigi Sangiorgi, Maria Grazia Buccella, Pippo Starnazza, Gianluigi Crescenzi

Premios: 1966: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (Mejor Película)

Puntuación: 9/10

7 comentarios:

  1. he visto ese nombre pero no la vi. Me gustan este tipo de parodias pero "serias". Me guardo el trailer para ver si me animo a verla un día.

    Me gusto tu frase de los parecidos ya que nosotros decimos por lo mismo que somos en argentina una mezcla perfecta (mas bien imperfecta) entre italiano y español. Así que imagínate como somos ja. Saludos

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    1. Pues con mezcla de italianos y españoles habéis salido con mucha picardía y gracia. Cuando la veas, dinos qué te parece, si te gustan las parodias serias, ésta seguro que no te defrauda.

      Un saludo para Argentina, espero que por allí estén todos bien y este maldito covid-19 no esté causando muchos estragos. Cuídense que aún queda mucho cine y mucha vida por disfrutar.

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  2. No la conocía, pero gracias por el descubrimiento. Me ha encantado tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que aparecen dos en el perfil).
    Un abrazo.

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    1. Nos alegramos!!! Muchas gracias por tus palabras. Aquí tienes un seguidor más ;)

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  3. mi pelicula favorita de todos los tiempos

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    1. Para mi fue todo un descubrimiento. Y una maravilla después de verla

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    2. Excelente reseña.Hacia fines de los 70, en el cine Arte (calle Diagonal Norte) de Buenos Aires ví con amigos Brancaleon y las Cruzadas y nos fascinó ese humor tan especial y nos atrapó la historia magníficamente ambientada. Eran tiempos en donde el cine se veía en el cine...como diez años previos a la aparición del VHS y ni hablar del DVD. Es decir, al cine en casa. Agradezco la fortuna de haber vivido aquel tiempo en donde asistir a una sala a ver un film era todo un acontecimiento. Décadas después pude ver esta película de 1966 y aseguro que ambas no han envejecido en lo más mínimo. Muy por el contrario, se han agigantado en valor artístico!!

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