En 1971 Robert Altman contaba en la maravillosa Los Vividores la importancia de los burdeles en las incipientes ciudades del lejano oeste. Fuente de depravación y problemas, estos lugares eran en muchos casos el epicentro en el que los nuevos pobladores satisfacían vicios como el sexo o el juego.
Never Grow Old narra, desde un punto de vista más oscuro y alejado de la comedia que el que nos mostró Altman, la trascendencia de los prostíbulos en aquella sociedad. Atraía a forasteros y era uno de los motores de la economía local, pero contaba con la firme oposición de parte de la sociedad.
Esa lucha entre partidarios y detractores centra la mirada del segundo largometraje de Ivan Kavanagh a través de un retrato muy oscuro de la sociedad americana de finales del siglo XIX. Con dos personajes principales con personalidades contrapuestas unidos de manera diferente por un mismo negocio.
Por un lado tenemos Emile Hirsch -Erase una vez en Hollywood, Hacía rutas salvajes- como Patrick Take, padre de familia y enterrador local que ve cómo sus ganancias aumentan con los problemas generados por el prostíbulo y que se traducen lógicamente en muertes. Mientras que John Cusack -Alta fidelidad, Love & Mercy- es Albert 'El holandés', un forajido que llega al pueblo con la intención de imponer su propia ley desafiando a la población puritana que liderada por el predicador local -Danny Webb, Alien 3- quién años atrás prohibió el juego y el alcohol en la ciudad.
Una fotografía notable a cargo Piers McGraill -en el que los tonos oscuros son el marco perfecto para una historia tan decadente en cuanto a la figura del ser humano se refiere- es el marco y fondo perfecto para esa lucha entre el bien y el mal. O el supuesto bien, enfocado en las buenas gentes temerosas de Dios que valiéndose de la religión imponían y censuraban a su antojo pero al mismo tiempo no ofrecían salidas a algunos de los pecadores que vemos en el filme.
Y el mal, encarnado en un John Cusack sobresaliente, cuyo presencia perversa, amenazante y provocadora evoca a un enviado del diablo cuyas tentaciones traen la división y posible perdición del pueblo. El actor expía con un personaje maligno todos sus pecados de los últimos años en cuanto a elección de papeles y nos recuerda que aún sigue siendo un intérprete que puede dar mucho de si.
Aunque pueda ser previsible en algunos momentos y no llegue a sorprender en su conjunto, Never Grow Old es una propuesta interesante que sigue la senda de los últimos eurowesterns -Brimstone, Los hermanos Sisters, Slow West- desmitificadores del lejano oeste, alejados de aquellos filmes llenos de ritmo y acción con héroes y villanos claramente delimitados que dieron fama y gloria a un género que nunca morirá.
Título original: Never Grow Old
Año: 2019
Duración: 100 min.
Género: Western / Drama
País: Irlanda
Dirección: Ivan Kavanagh
Guión: Ivan Kavanagh
Fotografía: Piers McGraill
Música: Aza Hand, Will Slattery
Reparto: John Cusack, Emile Hirsch, Débora François, Danny Webb, Tim Ahern, Sam Louwyck, Blake Berris, Paul Reid, Antonia Campbell-Hughes, Nickel Bösenberg, Molly McCann, Quinn Topper Marcus, Sean Gormley, Manon Capelle
Puntuación: 6/10
Never Grow Old narra, desde un punto de vista más oscuro y alejado de la comedia que el que nos mostró Altman, la trascendencia de los prostíbulos en aquella sociedad. Atraía a forasteros y era uno de los motores de la economía local, pero contaba con la firme oposición de parte de la sociedad.
Esa lucha entre partidarios y detractores centra la mirada del segundo largometraje de Ivan Kavanagh a través de un retrato muy oscuro de la sociedad americana de finales del siglo XIX. Con dos personajes principales con personalidades contrapuestas unidos de manera diferente por un mismo negocio.
John Cusack es Albert 'El holandés', un forajido que quiere imponer su ley. |
Por un lado tenemos Emile Hirsch -Erase una vez en Hollywood, Hacía rutas salvajes- como Patrick Take, padre de familia y enterrador local que ve cómo sus ganancias aumentan con los problemas generados por el prostíbulo y que se traducen lógicamente en muertes. Mientras que John Cusack -Alta fidelidad, Love & Mercy- es Albert 'El holandés', un forajido que llega al pueblo con la intención de imponer su propia ley desafiando a la población puritana que liderada por el predicador local -Danny Webb, Alien 3- quién años atrás prohibió el juego y el alcohol en la ciudad.
Emile Hirsch es Patrick ake, padre de familia y enterrador local en 'Never Grow Old'. |
Una fotografía notable a cargo Piers McGraill -en el que los tonos oscuros son el marco perfecto para una historia tan decadente en cuanto a la figura del ser humano se refiere- es el marco y fondo perfecto para esa lucha entre el bien y el mal. O el supuesto bien, enfocado en las buenas gentes temerosas de Dios que valiéndose de la religión imponían y censuraban a su antojo pero al mismo tiempo no ofrecían salidas a algunos de los pecadores que vemos en el filme.
Y el mal, encarnado en un John Cusack sobresaliente, cuyo presencia perversa, amenazante y provocadora evoca a un enviado del diablo cuyas tentaciones traen la división y posible perdición del pueblo. El actor expía con un personaje maligno todos sus pecados de los últimos años en cuanto a elección de papeles y nos recuerda que aún sigue siendo un intérprete que puede dar mucho de si.
Aunque pueda ser previsible en algunos momentos y no llegue a sorprender en su conjunto, Never Grow Old es una propuesta interesante que sigue la senda de los últimos eurowesterns -Brimstone, Los hermanos Sisters, Slow West- desmitificadores del lejano oeste, alejados de aquellos filmes llenos de ritmo y acción con héroes y villanos claramente delimitados que dieron fama y gloria a un género que nunca morirá.
Ficha Técnica
Título original: Never Grow Old
Año: 2019
Duración: 100 min.
Género: Western / Drama
País: Irlanda
Dirección: Ivan Kavanagh
Guión: Ivan Kavanagh
Fotografía: Piers McGraill
Música: Aza Hand, Will Slattery
Reparto: John Cusack, Emile Hirsch, Débora François, Danny Webb, Tim Ahern, Sam Louwyck, Blake Berris, Paul Reid, Antonia Campbell-Hughes, Nickel Bösenberg, Molly McCann, Quinn Topper Marcus, Sean Gormley, Manon Capelle
Puntuación: 6/10
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