Reconozco que Ron Howard es un tipo que me cae muy bien. Este actor normalito cuya película más destacable en este ámbito fue American Graffiti y director más que solvente no pasará a la historia como uno de los más grandes. Ni falta que hace. Es uno de esos artesanos del séptimo arte cuyo trabajo ha ido ganando en solidez con el paso de los años.
Con unos inicios más enfocados al cine comercial, con títulos como Willow o Cocoon, el director de Oklahoma supo darle un enfoque más serio a su filmografía a partir de la década de los noventa. Y así llegaron trabajos como Apolo XIII o Una mente maravillosa con la que ganó el Oscar a la mejor dirección.
Pero vuelvo a sus inicios. Ron Howard firmó Turno de noche, una comedia negra que merece la pena recordar. En ella, a Chuch Lumley -Henry Winkler- le cambian al turno de noche en la funeraria en la que trabaja. Allí tendrá como compañero a Bill Blazejowski -Michael Keaton, Birdman, Spotlight- un charlatán inquieto que siempre está maquinando negocios con los que hacerse rico.
Por otra parte, Belinda -Shelley Long: Cheers, Esta casa es una ruina- es una prostituta en problemas para ejercer su trabajo con seguridad. Y entre los tres convierten el turno nocturno de la morgue en un lugar de citas.
Nos encontramos ante una comedia que se fundamenta en los caracteres tan diferentes de sus dos protagonistas y a partir de ahí elabora la mayoría de sus gags cómicos. Por un lado está el introvertido y tranquilo Chuch. Un tipo minucioso en su trabajo y poco amigo de las situaciones que puedan generarle algo de estrés. Un papel muy alejado de aquel que le dió fama, el de Arthur 'Fonzie' Fonzarelli en la serie Días felices en la que compartió protagonismo con Ron Howard.
En contraposición a Chuch está Bill, un buscavidas hiperactivo que aprovecha su trabajo en la funeraria y la poca vigilancia que tiene en el turno nocturno para ganarse un dinero extra, ya sea utilizando el coche fúnebre como taxi privado para recoger a turistas en el aeropuerto o utilizando su centro de trabajo como burdel.
Entre medias de los dos protagonistas masculinos está el personaje de Belinda, que aporta cierto equilibrio entre ambos, pero del que se podía haber sacado más partido. No se explora demasiado que le ha llevado a trabajar en un mundo tan sórdido dejando su papel una impresión de no estar del todo completo.
Además, el prisma desde el que se enfoca el tema de la prostitución es -salvando las distancias- semejante al que se nos ofrece en una serie actual como The Deuce. Los proxenetas son plasmados como lo que en realidad son, sujetos despreciables que se aprovechan del comercio sexual sometiendo a las mujeres que tienen a su mando.
Una peculiar comedia que no siendo nada del otro mundo hace pasar un rato ameno a todo aquel que la vea como tal, mero entretenimiento. Como curiosidad destacar una de las primeras apariciones en la gran pantalla de Kevin Costner haciendo un cameo como uno de los jóvenes universitarios que montan una fiesta dentro de la funeraria.
Título original: Night Shift
Año: 1982
Duración: 105 min.
Género: Comedia / Prostitución
País: Estados Unidos
Dirección: Ron Howard
Guión: Lowell Ganz, Babaloo Mandel
Música: Burt Bacharach
Fotografía: James Crabe
Reparto: Henry Winkler, Michael Keaton, Shelley Long, Gina Hecht, Pat Corley, Bobby Di Cicco, Joe Spinell, Shannen Doherty, Robbin Young, Ola Ray, Richard Belzer, Vincent Schiavelli, Kevin Costner
Puntuación: 6/10
Con unos inicios más enfocados al cine comercial, con títulos como Willow o Cocoon, el director de Oklahoma supo darle un enfoque más serio a su filmografía a partir de la década de los noventa. Y así llegaron trabajos como Apolo XIII o Una mente maravillosa con la que ganó el Oscar a la mejor dirección.
Pero vuelvo a sus inicios. Ron Howard firmó Turno de noche, una comedia negra que merece la pena recordar. En ella, a Chuch Lumley -Henry Winkler- le cambian al turno de noche en la funeraria en la que trabaja. Allí tendrá como compañero a Bill Blazejowski -Michael Keaton, Birdman, Spotlight- un charlatán inquieto que siempre está maquinando negocios con los que hacerse rico.
Por otra parte, Belinda -Shelley Long: Cheers, Esta casa es una ruina- es una prostituta en problemas para ejercer su trabajo con seguridad. Y entre los tres convierten el turno nocturno de la morgue en un lugar de citas.
Michael Keaton, en primer plano, junto a Henry Winkler. |
Nos encontramos ante una comedia que se fundamenta en los caracteres tan diferentes de sus dos protagonistas y a partir de ahí elabora la mayoría de sus gags cómicos. Por un lado está el introvertido y tranquilo Chuch. Un tipo minucioso en su trabajo y poco amigo de las situaciones que puedan generarle algo de estrés. Un papel muy alejado de aquel que le dió fama, el de Arthur 'Fonzie' Fonzarelli en la serie Días felices en la que compartió protagonismo con Ron Howard.
En contraposición a Chuch está Bill, un buscavidas hiperactivo que aprovecha su trabajo en la funeraria y la poca vigilancia que tiene en el turno nocturno para ganarse un dinero extra, ya sea utilizando el coche fúnebre como taxi privado para recoger a turistas en el aeropuerto o utilizando su centro de trabajo como burdel.
La morgue acaba convirtiéndose en una casa de citas |
Entre medias de los dos protagonistas masculinos está el personaje de Belinda, que aporta cierto equilibrio entre ambos, pero del que se podía haber sacado más partido. No se explora demasiado que le ha llevado a trabajar en un mundo tan sórdido dejando su papel una impresión de no estar del todo completo.
Los Ochenta
Sería complicado filmar hoy en día una película con esta idea central y para más inri hacer una comedia sobre semejante tema. Pero eran los años ochenta, el humor era diferente y no había tantos riesgos de herir susceptibilidades.Ron Howard junto a Shelley Long, Henry Winkler y Michael Keaton en 'Turno de noche'. |
Además, el prisma desde el que se enfoca el tema de la prostitución es -salvando las distancias- semejante al que se nos ofrece en una serie actual como The Deuce. Los proxenetas son plasmados como lo que en realidad son, sujetos despreciables que se aprovechan del comercio sexual sometiendo a las mujeres que tienen a su mando.
Una peculiar comedia que no siendo nada del otro mundo hace pasar un rato ameno a todo aquel que la vea como tal, mero entretenimiento. Como curiosidad destacar una de las primeras apariciones en la gran pantalla de Kevin Costner haciendo un cameo como uno de los jóvenes universitarios que montan una fiesta dentro de la funeraria.
Ficha Técnica
Título original: Night Shift
Año: 1982
Duración: 105 min.
Género: Comedia / Prostitución
País: Estados Unidos
Dirección: Ron Howard
Guión: Lowell Ganz, Babaloo Mandel
Música: Burt Bacharach
Fotografía: James Crabe
Reparto: Henry Winkler, Michael Keaton, Shelley Long, Gina Hecht, Pat Corley, Bobby Di Cicco, Joe Spinell, Shannen Doherty, Robbin Young, Ola Ray, Richard Belzer, Vincent Schiavelli, Kevin Costner
Puntuación: 6/10
Divertida comedia que vi ya hace mucho. De esas desconocidas pero que bien merece un huequecillo.
ResponderEliminarUn saludo
Como dices, de esas pequeñas comedias que merece la pena rescatar.
EliminarUn saludo Victor