Cuñadismo en estado puro. Eso es lo que destila Lo dejo cuando quiera, otra de esas comedias del cine patrio que, tras su estreno, va de boca en boca pero su camino está abocado al olvido una vez pasen los focos de los primeros días.
Remake de la película italiana homónima, Lo dejo cuando quiera presenta a tres profesores -David Verdaguer, Ernesto Sevilla y Carlos Santos- que han fracasado en el mundo de la docencia. Y no precisamente por ellos, pues son excelentes, sino por un sistema educativo -y político-, el español, que es un auténtico desastre.
La decepción profesional se extiende, además, al ámbito social y familiar de los protagonistas. Vamos, que son unos fracasados. Unos perdedores. Hasta que uno de ellos -el personaje de Verdaguer- tiene la fantástica idea de comercializar una especie de estimulante sobre el que estaba trabajando en la universidad -los pasillos, la cafetería y el patio de la Carlos III te sacarán una sonrisa si como yo pasaste siete años de tu vida allí-.
Esa droga revoluciona el mundo de la noche por sus efectos. Transforma la cruda realidad en algo más happy. Un psicotrópico que convierte a estos profesores en narcotraficantes de primera. Aunque pronto descubrirán que ese mundo, en el que domina Ernesto Alterio, poco o nada tiene que ver con el de ratón de biblioteca al que estaban acostumbrados. Que una vez que entras y disfrutas de sus lujos, el precio a pagar es bastante alto. Y no resulta nada sencillo decir eso de: lo dejo cuando quiera.
Como punto de partida, la película dirigida por Carlos Therón tiene los ingredientes necesarios para, al menos, hacerte olvidar la atosigante cotidianeidad. Y es verdad que gracias a ese cuñadismo que destila, sus chistes zafios con las particularidades de nuestro país y la actitud frente a la vida del trío protagonista -por separado: excelente Verdaguer, un peldaño más bajo Ernesto Sevilla y ni fu ni fa Carlos Santos. Juntos, brillan- cumple lo mínimo para entretener.
Pero ya está. No hay más alucinación que cuatro gags contados y unos pocos diálogos bien ejecutados. Y lo que es peor, lejos de los tres protagonistas, la película tiende más al caos. Hasta Ernesto Alterio, que al principio engancha y recuerda bastante a su Antonio de Días de Fútbol, acaba diluyéndose en el histrionismo.
El reparto femenino tampoco da mucho más de sí. Solamente Miren Ibarguren raya a un correcto nivel como una neurótica abogada. Mientras Amaia Salamanca no aporta nada y Cristina Castaño chirría, sobre todo compartiendo planos con Ernesto Sevilla. Ni rastro de esa química que tan famosas han hecho a las pastillas de Verdaguer y compañía. El debut de Mero González tampoco pasará a la historia, como las apariciones de Pedro Casablanc, Gracia Olayo o Luis Varela.
Cierto es que a Lo dejo cuando quiera no se le puede exigir mucho más que hacer pasar un buen rato. No vas a encontrar un ensayo a través del humor sobre la crisis de la educación y el emprendimiento en España. Ni siquiera sobre la decadencia de la noche madrileña. Aparte que sería ridículo e innecesario. Y a pesar de eso laten de fondo entre chistes y ocurrencias.
Pero si algo sí se le puede pedir a la película de Therón es que no reduzca tanto el argumento al absurdo. Que no lleve al límite ciertas situaciones resueltas de forma un tanto chusquera. Y sobre todo que se pierda por momentos en ese drama que suelte tener a Amaia Salamanca -afortunadamente son pocos- como protagonista.
Dudo que Lo dejo cuando quiera sea una de esas "películas que ir a ver al cine", incluso para evadirte durante hora y media de tu día a día. Se resuelve mejor desde el sofá de casa, puesto que no ofrece nada nuevo ni original dentro de un género sobreexplotado actualmente. Así que será tu elección viendo que la cartelera tampoco es que sea muy boyante estos días.
Título original: Lo dejo cuando quiera
Año: 2019
Duración: 98 min.
País: España
Dirección: Carlos Therón
Guión: Cristóbal Garrido, Adolfo Valor
Música: Claudia Montero
Fotografía: Ángel Iguacel
Reparto: David Verdaguer, Ernesto Sevilla, Carlos Santos, Ernesto Alterio, Cristina Castaño, Miren Ibarguren, Amaia Salamanca, Pedro Casablanc, Gracia Olayo, Luis Varela, Mero González, Roger Berruezo, Mario de la Rosa, Jorge Asín
Puntuación: 5/10
Remake de la película italiana homónima, Lo dejo cuando quiera presenta a tres profesores -David Verdaguer, Ernesto Sevilla y Carlos Santos- que han fracasado en el mundo de la docencia. Y no precisamente por ellos, pues son excelentes, sino por un sistema educativo -y político-, el español, que es un auténtico desastre.
La decepción profesional se extiende, además, al ámbito social y familiar de los protagonistas. Vamos, que son unos fracasados. Unos perdedores. Hasta que uno de ellos -el personaje de Verdaguer- tiene la fantástica idea de comercializar una especie de estimulante sobre el que estaba trabajando en la universidad -los pasillos, la cafetería y el patio de la Carlos III te sacarán una sonrisa si como yo pasaste siete años de tu vida allí-.
 |
| Ernesto Alterio "ayuda" en los primeros pasos de estos profesores como narcotraficantes (Sony). |
Esa droga revoluciona el mundo de la noche por sus efectos. Transforma la cruda realidad en algo más happy. Un psicotrópico que convierte a estos profesores en narcotraficantes de primera. Aunque pronto descubrirán que ese mundo, en el que domina Ernesto Alterio, poco o nada tiene que ver con el de ratón de biblioteca al que estaban acostumbrados. Que una vez que entras y disfrutas de sus lujos, el precio a pagar es bastante alto. Y no resulta nada sencillo decir eso de: lo dejo cuando quiera.
Como punto de partida, la película dirigida por Carlos Therón tiene los ingredientes necesarios para, al menos, hacerte olvidar la atosigante cotidianeidad. Y es verdad que gracias a ese cuñadismo que destila, sus chistes zafios con las particularidades de nuestro país y la actitud frente a la vida del trío protagonista -por separado: excelente Verdaguer, un peldaño más bajo Ernesto Sevilla y ni fu ni fa Carlos Santos. Juntos, brillan- cumple lo mínimo para entretener.
 |
| Reparto al completo de 'Lo dejo cuando quiera' (Sony). |
Pero ya está. No hay más alucinación que cuatro gags contados y unos pocos diálogos bien ejecutados. Y lo que es peor, lejos de los tres protagonistas, la película tiende más al caos. Hasta Ernesto Alterio, que al principio engancha y recuerda bastante a su Antonio de Días de Fútbol, acaba diluyéndose en el histrionismo.
El reparto femenino tampoco da mucho más de sí. Solamente Miren Ibarguren raya a un correcto nivel como una neurótica abogada. Mientras Amaia Salamanca no aporta nada y Cristina Castaño chirría, sobre todo compartiendo planos con Ernesto Sevilla. Ni rastro de esa química que tan famosas han hecho a las pastillas de Verdaguer y compañía. El debut de Mero González tampoco pasará a la historia, como las apariciones de Pedro Casablanc, Gracia Olayo o Luis Varela.
 |
| David Verdaguer y Ernesto Alterio están un peldaño por encima, aunque Alterio se va diluyendo (Sony). |
Cierto es que a Lo dejo cuando quiera no se le puede exigir mucho más que hacer pasar un buen rato. No vas a encontrar un ensayo a través del humor sobre la crisis de la educación y el emprendimiento en España. Ni siquiera sobre la decadencia de la noche madrileña. Aparte que sería ridículo e innecesario. Y a pesar de eso laten de fondo entre chistes y ocurrencias.
Dudo que Lo dejo cuando quiera sea una de esas "películas que ir a ver al cine", incluso para evadirte durante hora y media de tu día a día. Se resuelve mejor desde el sofá de casa, puesto que no ofrece nada nuevo ni original dentro de un género sobreexplotado actualmente. Así que será tu elección viendo que la cartelera tampoco es que sea muy boyante estos días.
Ficha Técnica
Título original: Lo dejo cuando quiera
Año: 2019
Duración: 98 min.
País: España
Dirección: Carlos Therón
Guión: Cristóbal Garrido, Adolfo Valor
Música: Claudia Montero
Fotografía: Ángel Iguacel
Reparto: David Verdaguer, Ernesto Sevilla, Carlos Santos, Ernesto Alterio, Cristina Castaño, Miren Ibarguren, Amaia Salamanca, Pedro Casablanc, Gracia Olayo, Luis Varela, Mero González, Roger Berruezo, Mario de la Rosa, Jorge Asín
Puntuación: 5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario