Más de lo mismo. Esa es la sensación que me queda tras ver la esperada Cementerio de animales, adaptación del clásico de Stephen King y remake de Cementerio viviente (1989). Si entonces el propio King firmaba el guión además del libro, en esta ocasión Dave Kajganich y Jeff Buhler son los responsables de adaptar la historia tomándose ciertas licencias que no mejoran en nada el producto original. Un ejemplo de que si algo funciona, mejor no tocarlo.
Porque las novelas de Stephen King, además de ser -por lo general- adictivas, tienen esa peculiaridad de dejar el camino bien marcado para una futura adaptación cinematográfica. No hace falta tomar muchos riesgos para llevar los libros del genio del terror a la gran pantalla. O en formato serie, donde 22. 11. 63 es un buen ejemplo. Obviamente el cine y la televisión tienen esa parte creativa que permite ser osado en algún momento. Pero si ese atrevimiento no va a repercutir en algo positivo, mejor pecar de conservador que de temerario.
Pues bien, Cementerio de animales cuenta la historia del doctor Louis Creed -Jason Clarke (El escándalo Ted Kennedy, La noche más oscura)- y su familia -incluido el gato Church, gran protagonista-, que se mudan al pequeño pueblo de Ludlow, en el estado de Maine -estado que vio nacer a Stephen King y donde se desarrollan gran parte de sus obras que además tienen algún que otro guiño-. En el sendero de la propiedad de los Creed hay un antiguo cementerio de animales y otro de los indios micmac, que abandonaron el territorio por una supuesta maldición.
Ese campo santo tiene la singularidad de devolver la vida a los animales muertos e incluso a los humanos. Como así se lo confiesa al doctor su vecino Jud Crandall -John Lithgow (Footlose, Máximo riesgo), que también le advierte de los peligros de semejante empresa.
Cuando la tragedia se cierne sobre la familia Creed, Louis hace caso omiso a las advertencias del Jud. El dolor por la pérdida pesan sobre el doctor y pone a prueba los poderes del cementerio, evidencias que a los muertos, por regla general, se les debe dejar en paz. Como a las historias originales.
Las historias de Stephen King también juegan con ese binomio vida y muerte. Y en Cementerio de animales es el motor fundamental de los acontecimientos. Aunque en la película se da más importancia a los remotos pero efectivos sustos que ofrece frente a la visión de la muerte y la vida. Obviamente debe primar el espectáculo frente a la reflexión en este tipo de películas. Y ahí, en el entretenimiento, hay que reconocer que Cementerio de animales es correcta -como las interpretaciones del reparto salvo la joven Jeté Laurence, que seguro pulirá en el futuro-. Sobre todo para un espectador virgen y sin la experiencia previa del libro o la cinta de 1989.
Sin embargo como lector de la obra de King estoy en una posición de exigir algo más. Por supuesto que el libro es mucho más rico en todos los matices que se abren a la historia original. Por ejemplo: Rachel, la mujer de Louis Creed, y su pasado familiar (aparece de soslayo en la película, como el espíritu de Víctor Pascow); la historia de los Crandall o la personalidad de Ellie y Caige. Todo es más extensos en la novela. Por cuestiones evidentes, no criticaré que una película no recoja todo lo que ofrecen más de seiscientas páginas.
Pero como empezaba diciendo en esta crítica, Stephen King deja el trabajo prácticamente mascado para adaptarlo a la gran pantalla. Igual que no es necesario plasmar al detalle el libro, pues la película serían más de tres horas, tampoco lo es asumir riesgos innecesarios cuando todo es más sencillo. Y particularmente me chirrían los cambios que Cementerio de animales hace al original.
Sobre todo en su segunda mitad, cuando se desencadena la tragedia. Los guionistas, en una especie de locura extrema, hacen una suerte de giros algunos sin pies ni cabeza. Cambios que hasta desde el entretenimiento lastran al conjunto de la película, que podía haber dado más de lo que finalmente ofrece.
Título original: Pet Sematary
Año: 2019
Duración: 101 min.
Género: Terror / Remake / Sobrenatural
País: Estados Unidos
Dirección: Dennis Widmyer, Kevin Kolsch
Guión: Dave Kajganich, Jeff Buhler (Novela: Stephen King. Historia: Matt Greenberg)
Música: Christopher Young
Fotografía: Laurie Rose
Reparto: Jason Clarke, John Lithgow, Amy Seimetz, Jeté Laurence, Hugo Lavoie, Lucas Lavoie, Naomi Frenette, Alyssa Brooke Levine, Maria Herrera, Obssa Ahmed, Bailey Thain, Sonia Maria Chirila, Jacob Lemieux, Najya Muipatayi, Ines Feghouli Bozon, Constance St-Denis-Veilleux, Maverick Fortin, Rosalie Drouin, Ambre Dioh-Dikongué, Julia Jenni Karagioules, Lou Ferrando
Puntuación: 5/10
Porque las novelas de Stephen King, además de ser -por lo general- adictivas, tienen esa peculiaridad de dejar el camino bien marcado para una futura adaptación cinematográfica. No hace falta tomar muchos riesgos para llevar los libros del genio del terror a la gran pantalla. O en formato serie, donde 22. 11. 63 es un buen ejemplo. Obviamente el cine y la televisión tienen esa parte creativa que permite ser osado en algún momento. Pero si ese atrevimiento no va a repercutir en algo positivo, mejor pecar de conservador que de temerario.
Pues bien, Cementerio de animales cuenta la historia del doctor Louis Creed -Jason Clarke (El escándalo Ted Kennedy, La noche más oscura)- y su familia -incluido el gato Church, gran protagonista-, que se mudan al pequeño pueblo de Ludlow, en el estado de Maine -estado que vio nacer a Stephen King y donde se desarrollan gran parte de sus obras que además tienen algún que otro guiño-. En el sendero de la propiedad de los Creed hay un antiguo cementerio de animales y otro de los indios micmac, que abandonaron el territorio por una supuesta maldición.
Ese campo santo tiene la singularidad de devolver la vida a los animales muertos e incluso a los humanos. Como así se lo confiesa al doctor su vecino Jud Crandall -John Lithgow (Footlose, Máximo riesgo), que también le advierte de los peligros de semejante empresa.
Jason Clarke es el 'pater familias' de los Creed que se mudan a Ludlow, cerca del 'Cementerio de animales' (Paramount). |
Cuando la tragedia se cierne sobre la familia Creed, Louis hace caso omiso a las advertencias del Jud. El dolor por la pérdida pesan sobre el doctor y pone a prueba los poderes del cementerio, evidencias que a los muertos, por regla general, se les debe dejar en paz. Como a las historias originales.
La muerte forma parte de la vida
Como le dijo Sally Field a Tom Hanks en Forrest Gump. A lo largo de la historia, por esa curiosidad innata del ser humano, siempre hemos querido encontrar un significado a la muerte. Las teorías de filosofía y las creencias de la religión tienen respuestas para todos los gustos a ese enigma que tarde o temprano va a llegar.El gato de los Creed: Church |
Las historias de Stephen King también juegan con ese binomio vida y muerte. Y en Cementerio de animales es el motor fundamental de los acontecimientos. Aunque en la película se da más importancia a los remotos pero efectivos sustos que ofrece frente a la visión de la muerte y la vida. Obviamente debe primar el espectáculo frente a la reflexión en este tipo de películas. Y ahí, en el entretenimiento, hay que reconocer que Cementerio de animales es correcta -como las interpretaciones del reparto salvo la joven Jeté Laurence, que seguro pulirá en el futuro-. Sobre todo para un espectador virgen y sin la experiencia previa del libro o la cinta de 1989.
Sin embargo como lector de la obra de King estoy en una posición de exigir algo más. Por supuesto que el libro es mucho más rico en todos los matices que se abren a la historia original. Por ejemplo: Rachel, la mujer de Louis Creed, y su pasado familiar (aparece de soslayo en la película, como el espíritu de Víctor Pascow); la historia de los Crandall o la personalidad de Ellie y Caige. Todo es más extensos en la novela. Por cuestiones evidentes, no criticaré que una película no recoja todo lo que ofrecen más de seiscientas páginas.
Los jóvenes de Ludlow entierran a sus mascotas en el 'Cementerio de animales' (Paramount). |
Pero como empezaba diciendo en esta crítica, Stephen King deja el trabajo prácticamente mascado para adaptarlo a la gran pantalla. Igual que no es necesario plasmar al detalle el libro, pues la película serían más de tres horas, tampoco lo es asumir riesgos innecesarios cuando todo es más sencillo. Y particularmente me chirrían los cambios que Cementerio de animales hace al original.
Sobre todo en su segunda mitad, cuando se desencadena la tragedia. Los guionistas, en una especie de locura extrema, hacen una suerte de giros algunos sin pies ni cabeza. Cambios que hasta desde el entretenimiento lastran al conjunto de la película, que podía haber dado más de lo que finalmente ofrece.
Ficha Técnica
Título original: Pet Sematary
Año: 2019
Duración: 101 min.
Género: Terror / Remake / Sobrenatural
País: Estados Unidos
Dirección: Dennis Widmyer, Kevin Kolsch
Guión: Dave Kajganich, Jeff Buhler (Novela: Stephen King. Historia: Matt Greenberg)
Música: Christopher Young
Fotografía: Laurie Rose
Reparto: Jason Clarke, John Lithgow, Amy Seimetz, Jeté Laurence, Hugo Lavoie, Lucas Lavoie, Naomi Frenette, Alyssa Brooke Levine, Maria Herrera, Obssa Ahmed, Bailey Thain, Sonia Maria Chirila, Jacob Lemieux, Najya Muipatayi, Ines Feghouli Bozon, Constance St-Denis-Veilleux, Maverick Fortin, Rosalie Drouin, Ambre Dioh-Dikongué, Julia Jenni Karagioules, Lou Ferrando
Puntuación: 5/10
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