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jueves, 21 de febrero de 2019

'Ni uno menos': Una luz de esperanza en la China comunista

Las brutales diferencias entre la ciudad y las zonas rurales. La pobreza infantil. Los escasos recursos de la clase baja, más allá casi del umbral de la pobreza y obligados a la mendicidad. O más de un millón de niños obligados a dejar la escuela o sin escolarizar. Esas son algunas de las realidades de la China comunista que retrata Zhang Yinou en Ni uno menos, película que ganó el León de Oro en el Festival de Venecia de 1999.


Sin embargo, entre todo ese desasosiego generado por un régimen criminal, hay una cierta esperanza basada en la inocencia de los más pequeños. Los olvidados del sistema pero grandes protagonistas de la película. Como la joven profesora de 13 años Wei Minzhi que, por orden del alcalde de la aldea al pie de la montaña donde vive, debe sustituir al maestro de la escuela que se cae a pedazos y apenas tiene recursos.

El primer contacto de Minzhi con sus alumnos, algunos casi de de su edad, es poco fructífero. Sobre todo con Zhang Huike, el más revoltoso, que revoluciona al resto de compañeros. Poco a poco, es verdad, consigue 'domar' a estas pequeñas fieras, de las cuales no se le puede escapara ni una pues si cuando el maestro titular regrese a la aldea falta un alumno, Minzhi no cobrará.

Wei Minzhi es la joven profesora de 13 años que emprende el épico viaje en busca de su alumno

El drama sobreviene cuando Zhang Huike, por razones económicas, debe abandonar el pueblo y la escuela rumbo a la gran ciudad, donde poco menos que le queda mendigar. Tras esta partida, Minzhi consigue que sus alumnos trabajen en equipo con el objetivo de recolectar un puñado de yuanes con los que la profesora pueda costear su viaje a la ciudad. Y todo para encontrar al revoltoso y necesario Zhang Huike.

Ni uno menos es una aventura emocionante. Un drama rural donde se ven esos contrastes de la China comunista. Esas diferencias de clase o la miseria de una humilde profesora que se encuentra todo tipo de obstáculos en su peregrinaje para hallar al pequeño Zhang Huike.

Pese a todos esos impedimentos sociales y territoriales, sus personajes principales están dotados de una fuerza descomunal. Los pequeños escolares rebosan humanidad. La cámara de Zhang Yimou, casi siempre estática, sin aspavientos, simplemente es testigo de la hazaña que se trae entre manos la joven maestra, interpretada de manera magistral por Wei Minzhi.

Sin necesidad de aires y huyendo de la vanidad, el cineasta chino te emociona con esta película que, entre tanta penuria, te dibuja una sonrisa enternecedora. Vamos, que hay momentos de un humor cotidiano, el del día a día, que te sacan las pequeñas travesuras de sus protagonistas. Sobre todo al principio.

 Por todo eso, no se le puede pedir más con tan poco a Ni uno menos, que además tiene una banda sonora sobresaliente. Una música que casa en todo momento con las escenas que se plasman en pantalla.

Salvando las distancias, el trabajo de Zhang Yimou me recordaba por momentos a otra obra genial como Escuela Primaria. De esa clase de películas de los años noventa, alejadas de los focos de Hollywood, que suman al entretenimiento del séptimo arte otra serie de valores donde los más pequeños, a menudo, dan grandes lecciones a los mayores.


Ficha Técnica


Título original: Yi ge dou bu neng shao (Not One Less)

Año: 1999

Duración: 106 min.

Género: Drama / Enseñanza

País: China China

Dirección: Zhang Yimou

Guión: Shi Xiangsheng

Música: San Bao

Fotografía: Hou Yong

Reparto: Wei Minzhi, Zhang Huike, Tian Zhenda, Gao Enman, Sun Zhimei, Feng Yuying, Li Fanfan

Premios: 1999: Festival de Venecia: León de Oro

Puntuación: 9/10

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