De lo escatológico al drama y, finalmente, al Oscar. Ese ha sido el camino de Peter Farrelly desde sus inicios hasta este 25 de febrero de 2019. Quién le iba a decir al director de Algo pasa con Mary, Dos tontos muy tontos o Yo, yo mismo e Irene, que se pasaría a la comedia dramática, con Green Book, y que contra todo pronóstico sería su película la triunfadora de la 91 edición de los Oscar al ganar el premio a la mejor película. Pues a veces pasa, como diría Forrest Gump. Y todavía sumaría a este galardón el de mejor actor secundario -Mahershala Ali- y guión original.
La historia de amistad de Don Shirley y Tony Lip sumó así un total de tres estatuillas, solo una menos que Bohemian Rhapsody otra de las grandes vencedoras con cuatro premios de los cinco a los que optaba -mejor actor, montaje, montaje de sonido y edición de sonido-. Y el mismo número que Roma. La película de Alfonso Cuarón se llevó tres premios -fotografía, película de habla no inglesa y director-, confirmando así el gusto de la Academia, este año, por las películas de corte clásico y alejadas de la incorreción política.
Pero volvamos al inicio de la gala. Tras una alfombra roja con menos glamour que otros años, la 91 edición de los premios Oscar se abrió con la actuación de Queen -al menos la mitad de ellos: Roger Taylor y Brian May- y Adam Lambert emulando a Freddie Mercury. We will rock you y We are the champions hicieron saltar a Javier Bardem y Jennifer López, entre otros, en un inicio de fiesta del cine que, treinta años después, no contó con presentador.
Segunda vez en toda la historia de los Oscar sin maestro de ceremonias. Algo que se notó en el ritmo, pues parecía más una sucesión de gags inconexos. Con varios presentadores de premios saliendo al escenario, otorgando el galardón y adiós. Sin nadie que llevará la batuta. Muy caótico todo.
A partir de ahí llegaron los primeros galardones y la hecatombe de las quinielas. Con sorpresas, como la del Oscar a la mejor actriz secundaria, que ganó Regina King -vestida de Óscar de la Renta- por El blues de Beale Street (Barry Jenkins). De nuevo Amy Adams se fue de vacío en una noche en la que estaba nominada por El vicio del poder. La película de Adam Mckay solo ganó un premio de los ocho a los que optaba y se salvó del estrepitoso fracaso al que le avocaba la noche.
Olivia Colman, por su parte, se hizo con el Oscar a la mejor actriz y salvó el honor de La favorita, que solo se llevó un premio de los diez a los que optaba. Colman se impuso así a Lady Gaga (Ha nacido una estrella), que se tuvo que conformar con la mejor canción: Shallow; y a Glenn Close (La buena esposa), la eterna nominada y que tendrá que esperar un año más.
En categoría de mejor actor secundario, Mahershala Ali se alzó con su segundo Oscar a mejor actor de reparto por Green Book. Su tándem con Viggo Mortensen logró convencer a la Academia por delante de duros competidores como Sam Rockwell, que cedió así el testigo al actor afroamericano tras ganar hace un año por Tres anuncios en las afueras.
La 91 edición de los Oscar fue menos reivindicativa que otros años. Hasta que apareció Spike Lee en el escenario para recoger el premio al mejor guión adaptado por la sobrevalorada Infiltrado en el KKKlan. El cineasta neoyorkino se vino arriba, demasiado incluso, rompiendo el clima de la noche. Reivindicó a sus ancestros esclavos. Habló del amor frente al odio y llamó a los estadounidenses a movilizarse en la próximas elecciones presidenciales, arremetiendo contra Donald Trump. Senda que siguió Barbra Streisand, también en los mismos términos que Lee.
También hubo momentos para la emoción, como la actuación de Lady Gaga y Bradley Cooper con Shallow, de Ha nacido una estrella. Y el in memorian, recordando a las leyendas del séptimo arte que nos han dejado en el último año.
Poco más se puede rescatar de una de las galas más austeras que recuerdo. No ya solo por la falta de presentador o incluso el nivel de las películas. Todo fue muy descafeinado, nada artístico, ningún momento para la historia. Todo muy mecánico. Nada espontáneo. Ni en la alfombra roja. Y eso, para una industria como Hollywood, donde los sueños se hacen realidad -o solían hacerse-, es un fallo que debería hacer recapacitar a los organizadores en la 92 edición. Tienen 365 días por delante para reflexionar.
Mejor Cortometraje de Animación: Bao
Mejor Canción: 'Shallow' (Ha nacido una estrella)
Mejores Efectos Visuales: First Man (El primer hombre)
Mejor Montaje de Sonido: Bohemian Rhapsody
El vicio del poder: 1 (Mejor maquillaje y peluquería)
Ha nacido una estrella: 1 (Mejor canción original)
First Man (El primer hombre): 1 (Mejores efectos visuales)
El Blues de Beale Street: 1 (Mejor actriz secundaria)
Spider-Man: Un nuevo universo: 1 (Mejor película de animación)
Bao: 1 (Corto de animación)
Skin: 1 (Corto de ficción)
Period. End of Sentence: 1 (Corto documental)
Free Solo: 1 (Documental largo)
La historia de amistad de Don Shirley y Tony Lip sumó así un total de tres estatuillas, solo una menos que Bohemian Rhapsody otra de las grandes vencedoras con cuatro premios de los cinco a los que optaba -mejor actor, montaje, montaje de sonido y edición de sonido-. Y el mismo número que Roma. La película de Alfonso Cuarón se llevó tres premios -fotografía, película de habla no inglesa y director-, confirmando así el gusto de la Academia, este año, por las películas de corte clásico y alejadas de la incorreción política.
Pero volvamos al inicio de la gala. Tras una alfombra roja con menos glamour que otros años, la 91 edición de los premios Oscar se abrió con la actuación de Queen -al menos la mitad de ellos: Roger Taylor y Brian May- y Adam Lambert emulando a Freddie Mercury. We will rock you y We are the champions hicieron saltar a Javier Bardem y Jennifer López, entre otros, en un inicio de fiesta del cine que, treinta años después, no contó con presentador.
Segunda vez en toda la historia de los Oscar sin maestro de ceremonias. Algo que se notó en el ritmo, pues parecía más una sucesión de gags inconexos. Con varios presentadores de premios saliendo al escenario, otorgando el galardón y adiós. Sin nadie que llevará la batuta. Muy caótico todo.
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| El equipo de 'Green Book' recoge el Oscar a la mejor película. |
A partir de ahí llegaron los primeros galardones y la hecatombe de las quinielas. Con sorpresas, como la del Oscar a la mejor actriz secundaria, que ganó Regina King -vestida de Óscar de la Renta- por El blues de Beale Street (Barry Jenkins). De nuevo Amy Adams se fue de vacío en una noche en la que estaba nominada por El vicio del poder. La película de Adam Mckay solo ganó un premio de los ocho a los que optaba y se salvó del estrepitoso fracaso al que le avocaba la noche.
Olivia Colman, por su parte, se hizo con el Oscar a la mejor actriz y salvó el honor de La favorita, que solo se llevó un premio de los diez a los que optaba. Colman se impuso así a Lady Gaga (Ha nacido una estrella), que se tuvo que conformar con la mejor canción: Shallow; y a Glenn Close (La buena esposa), la eterna nominada y que tendrá que esperar un año más.
Rami Malek, el mejor actor por su inolvidable Freddie Mercury
"Siempre estaré en deuda con Queen". Así se expresó un emocionado Rami Malek, más que merecido mejor actor por su papelón de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody. Malek, que ensalzó sus raíces egipcias, cerró una temporada de premios absolutamente perfecta, como su trabajo en la película de Bryan Singer y acabada por Dexter Fletcher. Sin duda, el actor del año y cuya interpretación será recordada por generaciones. |
| Rami Malek con su Oscar al mejor actor en la mano. |
En categoría de mejor actor secundario, Mahershala Ali se alzó con su segundo Oscar a mejor actor de reparto por Green Book. Su tándem con Viggo Mortensen logró convencer a la Academia por delante de duros competidores como Sam Rockwell, que cedió así el testigo al actor afroamericano tras ganar hace un año por Tres anuncios en las afueras.
Spike Lee da la nota
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| Spike Lee hizo de las suyas en el escenario |
La 91 edición de los Oscar fue menos reivindicativa que otros años. Hasta que apareció Spike Lee en el escenario para recoger el premio al mejor guión adaptado por la sobrevalorada Infiltrado en el KKKlan. El cineasta neoyorkino se vino arriba, demasiado incluso, rompiendo el clima de la noche. Reivindicó a sus ancestros esclavos. Habló del amor frente al odio y llamó a los estadounidenses a movilizarse en la próximas elecciones presidenciales, arremetiendo contra Donald Trump. Senda que siguió Barbra Streisand, también en los mismos términos que Lee.
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| Cara y cruz en la 91 edición de los premios Oscar. |
Poco más se puede rescatar de una de las galas más austeras que recuerdo. No ya solo por la falta de presentador o incluso el nivel de las películas. Todo fue muy descafeinado, nada artístico, ningún momento para la historia. Todo muy mecánico. Nada espontáneo. Ni en la alfombra roja. Y eso, para una industria como Hollywood, donde los sueños se hacen realidad -o solían hacerse-, es un fallo que debería hacer recapacitar a los organizadores en la 92 edición. Tienen 365 días por delante para reflexionar.
GANADORES
Mejor Película: Green Book
Mejor Director: Alfonso Cuarón (Roma)
Mejor Actor: Rami Malek (Bohemian Rhapsody)
Mejor Actriz: Olivia Colman (La favorita)
Mejor Actor de Reparto: Mahershala Ali (Green Book)
Mejor Actor de Reparto: Mahershala Ali (Green Book)
Mejor Actriz de Reparto: Regina King (El blues de Beale Street)
Mejor Guión Original: Green Book
Mejor Guión Adaptado: Infiltrado en el KKKlan
Mejor Película de Habla no Inglesa: Roma (México)
Mejor Película de Habla no Inglesa: Roma (México)
Mejor Película de Animación: Spider-Man: Un nuevo universo
Mejor Cortometraje de Animación: Bao
Mejor Cortometraje de Ficción: Skin
Mejor Diseño de Producción: Black Panther
Mejor Diseño de Producción: Black Panther
Mejor Montaje: Bohemian Rhapsody
Mejor Fotografía: Roma
Mejor Diseño de Vestuario: Black Panther
Mejor Maquillaje y Peluquería: El vicio del poder
Mejor Maquillaje y Peluquería: El vicio del poder
Mejor Banda Sonora Original: Black Panther (Ludwig Goranson)
Mejor Canción: 'Shallow' (Ha nacido una estrella)
Mejores Efectos Visuales: First Man (El primer hombre)
Mejor Montaje de Sonido: Bohemian Rhapsody
Mejor Mezcla de Sonido: Bohemian Rhapsody
Mejor Documental Largo: Free Solo
Mejor Documental Largo: Free Solo
Mejor Documental Corto: Period. End of Sentence
PALMARÉS
Bohemian Rhapsody: 4 (Mejor actor, Mejor montaje, Mejor montaje de sonido, Mejor edición de sonido)
Green Book: 3 (Mejor película, Mejor actor secundario, Mejor guión adaptado)
Roma: 3 (Mejor película de habla no inglesa, Mejor director, Mejor fotografía)
Black Panther: 3 (Mejor diseño de vestuario, Mejor diseño de producción, Mejor BSO)
La favorita: 1 (Mejor actriz)
Infiltrado en el KKKlan: 1 (Mejor guión adaptado)
Black Panther: 3 (Mejor diseño de vestuario, Mejor diseño de producción, Mejor BSO)
Infiltrado en el KKKlan: 1 (Mejor guión adaptado)
El vicio del poder: 1 (Mejor maquillaje y peluquería)
Ha nacido una estrella: 1 (Mejor canción original)
First Man (El primer hombre): 1 (Mejores efectos visuales)
El Blues de Beale Street: 1 (Mejor actriz secundaria)
Spider-Man: Un nuevo universo: 1 (Mejor película de animación)
Bao: 1 (Corto de animación)
Skin: 1 (Corto de ficción)
Period. End of Sentence: 1 (Corto documental)
Free Solo: 1 (Documental largo)
me alegro que ganara Green Book, que para mi sin ser una gran película era la que más me gustaba de todas las nominadas. Lo que me sigue chirriando es que gane película y director diferentes, no lo entiendo. Tienes una pequeña equivocación, es Roger Taylor (no John Deacon) jeje.
ResponderEliminarUn saludo
Cierto!!! A esas horas ya los efectos del café dejaron de notarse xD. Gracias Víctor
ResponderEliminarPd: Coincido contigo en la visión de Green Book