"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer". La frase atribuida al novelista y dramaturgo brasileño, Paulo Cohelo, resume una parte de La búsqueda de la felicidad, la película de Dominic Savage protagonizada por Gemma Arterton y Dominic Cooper. La a otra parte de The Escape se puede resumir en soberano aburrimiento. Y aquí va el por qué.
Todo gira en torno a Gemma Arterton. Ella es Tara, madre de dos hijos y esposa de Mark (Dominic Cooper). Los días de Tara son anodinos. Llevar a los pequeños al colegio, hace el amor -o casi ser usada- con su marido antes de que este vaya a su trabajo y mantener la casa ordenada. Es decir, la "perfecta" ama de casa.
Sin embargo ella tiene 30 años y siente que la vida se le escapa. Es infeliz. No ha elegido bien las cartas. O al menos parece que no es la vida que quería. Ni siquiera la comodidad que da un chalet a las afueras de Londres, con jardín y barbacoa incluido, mitiga su desasosiego. Tampoco tener dos coches y una familia que parece idílica. Tara está atrapada en un matrimonio sin comunicación y materialista. Y ya ha tomado la decisión de poner fin a tanta desazón.
Y esa decisión es el nombre que lleva por título una película: La búsqueda de la felicidad. Eso sí, su determinación es tramposa, lenta y en la que, yo al menos, no conseguí entrar y conectar en ningún momento. Todo resulta demasiado evidente. Los personajes están muy, muy estereotipados. Casi caricaturescos. Y en el caso de Gemma Arterton, pese a que entiendes sus razones, sus motivos, su infortunio y quieres hasta cierto punto que huya, acabas por soltar un: "¡Venga ya!", antes de dar carpetazo a una película demasiado tediosa.
Es verdad que trata temas muy actuales. Por ejemplo la incomunicación en la pareja. Una 'enfermedad' muy extendida. También la soledad dentro de la misma, la imposibilidad de afrontar con tu novio, novia, esposa o marido aquello que te causa aflicción. Ya sea por miedo o porque, simplemente, acabas reducido a casi un zombie andante, como parece por momentos Gemma Arterton.
Luego está ese maniqueísmo de 'el dinero no da la felicidad' o 'no se puede tener todo en esta vida'. Es verdad, la vida es cuestión de elección y una mala decisión no tiene por qué condicionar el resto de tu existencia. Existe el cambio. Pero en La búsqueda de la felicidad es tan falso, tan increíble -en sentido negativo y a veces inverosímil, sobre todo hacia el desenlace- que al final no logro empatizar salvo si me posiciono en el egoísmo. Eso sí, el momento en el que Arterton se abre en canal y confiesa su tristeza es el mejor de la película. Pero su insatisfacción, hasta ese punto, ya se ha hecho contagiosa y ni eso remonta.
Seguramente habrá gente que se encuentre en la situación de Gemma Arterton y también en la de Dominic Cooper, la otra cara de la moneda. El que cree vivir un idílico matrimonio y es incapaz de comunicarse también con su 'sufrida' esposa. Por suerte o por desgracia, no me he encontrado en esa situación y aunque trate de no tomar partido por los personajes, analizarlos desde un punto de vista objetivo, me termina siendo tarea imposible. Acabas despreciando a los dos y, en consecuencia, al resto.
Podría decirse que la película, solo por provocarte esos sentimientos, ya ha conseguido uno de los objetivos del cine, como el de remover. Pero es tan pausada y tan introspectiva que se olvida del otro aspecto fundamental, a mi juicio: entretener. De ahí que acabe dándome pereza el trabajo de Dominic Savage. Otra vez será.
Título original: The Escape
Año: 2017
Duración: 101 min.
Género: Drama
País: Reino Unido
Dirección: Dominic Savage
Guión: Dominic Savage
Música: Alexandra Harwood, Anthony John
Fotografía: Laurie Rose
Reparto: Gemma Arterton, Dominic Cooper, Frances Barber, Marthe Keller, Montserrat Lombard, Jalil Lespert, Laura Donoughue
Premios: 2018: British Independent Film Awards (BIFA): Nominada a Mejor actriz (Arterton)
Todo gira en torno a Gemma Arterton. Ella es Tara, madre de dos hijos y esposa de Mark (Dominic Cooper). Los días de Tara son anodinos. Llevar a los pequeños al colegio, hace el amor -o casi ser usada- con su marido antes de que este vaya a su trabajo y mantener la casa ordenada. Es decir, la "perfecta" ama de casa.
Sin embargo ella tiene 30 años y siente que la vida se le escapa. Es infeliz. No ha elegido bien las cartas. O al menos parece que no es la vida que quería. Ni siquiera la comodidad que da un chalet a las afueras de Londres, con jardín y barbacoa incluido, mitiga su desasosiego. Tampoco tener dos coches y una familia que parece idílica. Tara está atrapada en un matrimonio sin comunicación y materialista. Y ya ha tomado la decisión de poner fin a tanta desazón.
Y esa decisión es el nombre que lleva por título una película: La búsqueda de la felicidad. Eso sí, su determinación es tramposa, lenta y en la que, yo al menos, no conseguí entrar y conectar en ningún momento. Todo resulta demasiado evidente. Los personajes están muy, muy estereotipados. Casi caricaturescos. Y en el caso de Gemma Arterton, pese a que entiendes sus razones, sus motivos, su infortunio y quieres hasta cierto punto que huya, acabas por soltar un: "¡Venga ya!", antes de dar carpetazo a una película demasiado tediosa.
Es verdad que trata temas muy actuales. Por ejemplo la incomunicación en la pareja. Una 'enfermedad' muy extendida. También la soledad dentro de la misma, la imposibilidad de afrontar con tu novio, novia, esposa o marido aquello que te causa aflicción. Ya sea por miedo o porque, simplemente, acabas reducido a casi un zombie andante, como parece por momentos Gemma Arterton.
Luego está ese maniqueísmo de 'el dinero no da la felicidad' o 'no se puede tener todo en esta vida'. Es verdad, la vida es cuestión de elección y una mala decisión no tiene por qué condicionar el resto de tu existencia. Existe el cambio. Pero en La búsqueda de la felicidad es tan falso, tan increíble -en sentido negativo y a veces inverosímil, sobre todo hacia el desenlace- que al final no logro empatizar salvo si me posiciono en el egoísmo. Eso sí, el momento en el que Arterton se abre en canal y confiesa su tristeza es el mejor de la película. Pero su insatisfacción, hasta ese punto, ya se ha hecho contagiosa y ni eso remonta.
Seguramente habrá gente que se encuentre en la situación de Gemma Arterton y también en la de Dominic Cooper, la otra cara de la moneda. El que cree vivir un idílico matrimonio y es incapaz de comunicarse también con su 'sufrida' esposa. Por suerte o por desgracia, no me he encontrado en esa situación y aunque trate de no tomar partido por los personajes, analizarlos desde un punto de vista objetivo, me termina siendo tarea imposible. Acabas despreciando a los dos y, en consecuencia, al resto.
Podría decirse que la película, solo por provocarte esos sentimientos, ya ha conseguido uno de los objetivos del cine, como el de remover. Pero es tan pausada y tan introspectiva que se olvida del otro aspecto fundamental, a mi juicio: entretener. De ahí que acabe dándome pereza el trabajo de Dominic Savage. Otra vez será.
Ficha Técnica
Título original: The Escape
Año: 2017
Duración: 101 min.
Género: Drama
País: Reino Unido
Dirección: Dominic Savage
Guión: Dominic Savage
Música: Alexandra Harwood, Anthony John
Fotografía: Laurie Rose
Reparto: Gemma Arterton, Dominic Cooper, Frances Barber, Marthe Keller, Montserrat Lombard, Jalil Lespert, Laura Donoughue
Premios: 2018: British Independent Film Awards (BIFA): Nominada a Mejor actriz (Arterton)
No hay comentarios:
Publicar un comentario