En el año 2006, Spike Lee rodaba su última gran película, Plan oculto. Desde entonces, el cineasta neoyorquino ha realizado una insustancial travesía repleta de documentales, mediometrajes, remakes y algún que otro filme, todos ellos trabajos insulsos y carentes de la personalidad que hace ya mucho tiempo este director demostró.
Los días de gloria de Lee quedan lejos y este año, con el estreno de su último largometraje, existía la posibilidad, la esperanza, de reverdecer viejos laureles. Infiltrado en el KKKlan se estrenaba en nuestro país con el aval de las buenas críticas recibidas en EEUU y con un galardón importante en el Festival de Cannes: el Gran Premio del Jurado.
Una vez vista la película te das cuenta que todo esto son paparruchas. Lee tenía una historia bastante atractiva en sus manos que no ha sabido aprovechar. La historia real de dos policías de Colorado Springs, uno negro -John David Washington, Ballers- y otro judío -Adam Driver, Paterson, La suerte de los Logan- que consiguieron infiltrarse en el Ku Klux Klan en la década de los 70.
Unos primeros 45 minutos bastante interesantes y el trabajo de los actores es lo que se salva de la obra. Una película desperdiciada por el afán de su director de llevar al paroxismo un tema tan importante como el racismo. Por intentar manipular al espectador presentándonos a unos tipos, los del Klan, como los más imbéciles y peligrosos del país. Porque si bien lo segundo puede ser cierto -estos tipejos eran alimañas sin escrúpulos, que extendieron su odio por parte de EEUU-, lo segundo no. O al menos no de la forma que se nos presenta en la película.
Lee intenta caricaturizar a estos extremistas y en ocasiones acaricia la parodia. Hay escenas que rozan el ridículo y el esperpento zafio, especialmente hacia el final, con un desenlace torpe y atropellado, que parece improvisado. Y tras esa conclusión ingenua, el cineasta neoyorkino nos enseña imágenes actuales, reales, de archivo, todas ellas durísimas en las que enlaza todos los mensajes explícitos que ha ido soltando durante las dos horas anteriores. Unas secuencias en las que une el actual auge de algunos grupos cercanos al Klan con la llegada de Trump al poder.
Porque una vez vista la película, está claro que esa denuncia que Lee realiza sobre la actual situación de la población negra en EEUU no puede ser concebida como subliminal. Cualquier trabajo anterior del director relacionado con el racismo -Fiebre salvaje, Haz lo que debas, La marcha del millón de hombres- es mucho más interesante que este Infiltrados en KKKlan.
El reparto salva la película
El trabajo, tanto de John David Washington -hijo de Denzel Washington-, como Adam Driver, salva la función. Ambos intérpretes dan lo mejor de si mismos, aún siendo parte de algunas escenas esperpénticas. Junto a ellos destaca Jasper Pääkönen -Vikingos- en el papel de Félix, un cabrón racista muy peligroso que recela desde el primer momento del nuevo miembro de la organización.
Es una pena, porque se tenían casi todos los mimbres necesarios para conseguir un buen producto cinematográfico: buenos actores, una historia muy interesante y un buen director. Sí, porque a pesar de sus últimos trabajos y de este que nos ocupa, siempre recordaremos a Spike Lee como un buen contador de historias.
Los días de gloria de Lee quedan lejos y este año, con el estreno de su último largometraje, existía la posibilidad, la esperanza, de reverdecer viejos laureles. Infiltrado en el KKKlan se estrenaba en nuestro país con el aval de las buenas críticas recibidas en EEUU y con un galardón importante en el Festival de Cannes: el Gran Premio del Jurado.
Una vez vista la película te das cuenta que todo esto son paparruchas. Lee tenía una historia bastante atractiva en sus manos que no ha sabido aprovechar. La historia real de dos policías de Colorado Springs, uno negro -John David Washington, Ballers- y otro judío -Adam Driver, Paterson, La suerte de los Logan- que consiguieron infiltrarse en el Ku Klux Klan en la década de los 70.
Unos primeros 45 minutos bastante interesantes y el trabajo de los actores es lo que se salva de la obra. Una película desperdiciada por el afán de su director de llevar al paroxismo un tema tan importante como el racismo. Por intentar manipular al espectador presentándonos a unos tipos, los del Klan, como los más imbéciles y peligrosos del país. Porque si bien lo segundo puede ser cierto -estos tipejos eran alimañas sin escrúpulos, que extendieron su odio por parte de EEUU-, lo segundo no. O al menos no de la forma que se nos presenta en la película.
Adam Driver y John David Washington en 'Infiltrado en el KKKlan' (Universal Spain). |
Lee intenta caricaturizar a estos extremistas y en ocasiones acaricia la parodia. Hay escenas que rozan el ridículo y el esperpento zafio, especialmente hacia el final, con un desenlace torpe y atropellado, que parece improvisado. Y tras esa conclusión ingenua, el cineasta neoyorkino nos enseña imágenes actuales, reales, de archivo, todas ellas durísimas en las que enlaza todos los mensajes explícitos que ha ido soltando durante las dos horas anteriores. Unas secuencias en las que une el actual auge de algunos grupos cercanos al Klan con la llegada de Trump al poder.
Porque una vez vista la película, está claro que esa denuncia que Lee realiza sobre la actual situación de la población negra en EEUU no puede ser concebida como subliminal. Cualquier trabajo anterior del director relacionado con el racismo -Fiebre salvaje, Haz lo que debas, La marcha del millón de hombres- es mucho más interesante que este Infiltrados en KKKlan.
Una de las mejores escenas de la película (Universal Spain). |
El trabajo, tanto de John David Washington -hijo de Denzel Washington-, como Adam Driver, salva la función. Ambos intérpretes dan lo mejor de si mismos, aún siendo parte de algunas escenas esperpénticas. Junto a ellos destaca Jasper Pääkönen -Vikingos- en el papel de Félix, un cabrón racista muy peligroso que recela desde el primer momento del nuevo miembro de la organización.
Es una pena, porque se tenían casi todos los mimbres necesarios para conseguir un buen producto cinematográfico: buenos actores, una historia muy interesante y un buen director. Sí, porque a pesar de sus últimos trabajos y de este que nos ocupa, siempre recordaremos a Spike Lee como un buen contador de historias.
Ficha Técnica
Título original: BlacKkKlansman
Año: 2018
Duración: 128 min.
Género: Drama / Comedia / Racismo / Hechos Reales / Biográfico
País: Estados Unidos
Dirección: Spike Lee
Guión: Spike Lee, Kevin Wilmott, David Rabinowitz, Charlie Watchtel (Libro: Ron Stallworth)
Fotografía: Chayse Irvin
Música: Terence Blanchard
Música: Terence Blanchard
Reparto: John David Washington, Adam Driver, Topher Grace, Robert John Burke, Laura Harrier, Jasper Pääkönen, Ryan Eggold, Paul Walter Hauser, Damaris Lewis, Michael Buscemi, Brian Tarantina, Nicholas Turturro, Ahlie Atkinson, Alec Baldwin, Harry Belafonte
Premios: 2018: Premios Oscar: Mejor guion adaptado. 6 nominaciones
2018: Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado
2018: Globos de Oro: Nom. mejor pel. drama, director, actor (Washington) y actor rep
2018: Premios BAFTA: Mejor guión adaptado. 5 nominaciones
2018: Premios Independent Spirit: Nominada a mejor actor secundario (Adam Driver)
2018: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
2018: Critics Choice Awards: 4 nominaciones incluyendo mejor película
2018: Asociación de Críticos de Chicago: 2 nom. incl. Mejor intérprete rev. (Washington)
2018: Premios Gotham: Nominada a Mejor actor (Driver)
2018: Satellite Awards: 7 nominaciones incl. mejor película independiente y director
2018: Sindicato de Productores (PGA): Nominada a mejor película
2018: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a mejor director/película
2018: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión adaptado
2018: Sindicato de Actores (SAG): Nom. reparto, actor (Washington) y secund. (Driver)
Puntuación: 4/102018: Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado
2018: Globos de Oro: Nom. mejor pel. drama, director, actor (Washington) y actor rep
2018: Premios BAFTA: Mejor guión adaptado. 5 nominaciones
2018: Premios Independent Spirit: Nominada a mejor actor secundario (Adam Driver)
2018: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
2018: Critics Choice Awards: 4 nominaciones incluyendo mejor película
2018: Asociación de Críticos de Chicago: 2 nom. incl. Mejor intérprete rev. (Washington)
2018: Premios Gotham: Nominada a Mejor actor (Driver)
2018: Satellite Awards: 7 nominaciones incl. mejor película independiente y director
2018: Sindicato de Productores (PGA): Nominada a mejor película
2018: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a mejor director/película
2018: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión adaptado
2018: Sindicato de Actores (SAG): Nom. reparto, actor (Washington) y secund. (Driver)
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