Matt Groening "ha vuelto". Sí, entre comillas. Partamos de la base de que Los Simpson serán irrepetibles, la excelencia pasa un a vez en la vida y Futurama solo hay una. A partir de ahí, la última creación de Groening, (Des)encanto, debe analizarse por sí sola, huyendo de comparaciones -aunque cueste lo suyo- y afrontarse como si ante no hubieran existido Homer, Bart, Moe, Bender y compañía.
Así pues, (Des)encanto se centra en Bean, la princesa beoda de Utopía, una especie de reino ubicado en la Edad Media imaginada por Groening. Bean es lo opuesto a las princesas de los cuentos de hadas. Cree en otro tipo de amor. Es irreverente, no le va el protocolo y sí el alcohol. A pesar de ello, necesita encajar en la realeza y ganarse el favor del rey Zog, su padre, que busca el elixir de la vida apoyado en una corte sumamente torpe -mago y consejeros incluidos-.
Bean trae consigo a su demonio interno, Luci, el único personaje de (Des)encanto en 2-D y que parece ser el único que tiene claro su cometido en Utopía. No así Elfo, el tercero en discordia. Harto de la felicidad de su reino élfico, Elfo busca respuestas y aventuras que encontrará en Utopía, junto a Bean y Luci. Así se forma un trío por momentos muy gracioso.
Divertidos como toda la primera temporada, que consigue el propósito de entretener con algunos chispazos cómicos bastante notables. Contiene guiños a sus predecesoras Los Simpson y Futurama, por aquello de contentar a los nostálgicos. Ha sido vapuleada por muchos de ellos que, seguro, no se acuerdan de que los comienzos son muy duros. También para la familia de Springfield, que tardaron en alcanzar la excelencia -incluso la Fox llegó a cancelarla- y hoy, sus capítulos, son solo una sombra de lo que fueron antaño.
Pero como decía, aquí ocupa (Des)encanto. Una serie que funciona en líneas generales. Sobre todo en los momentos en que Elfo toma el mando. Parece el resultado de mezclar a Bart y Spud Cooder, que salía en el duodécimo episodio de la novena temporada de Los Simpson. Inocente e ingenioso, roba planos a Bean, la protagonista descarada de la serie. Es su lado bueno, mientras que Luci es todo lo contrario: el vicio y el lado oscuro.
Así se van complementando los tres en una serie con continuidad narrativa, rica en matices, y donde cada episodio está relacionado con el anterior. Guardan una correlación. Esto, junto a las subtramas que van surgiendo en torno al argumento principal, son uno de los fuertes de la serie de Mat Groening. Mantiene la tensión narrativa, hay cierto halo de misterio, tensión, personajes secundarios de lo más variopintos -imprescindibles para crear una buena serie de ficción- que liberan del peso protagonista a Bean, y un mundo de fantasía muy logrado, con los clichés del género que no desentonan.
Dentro de la animación fantástica, pues, (Des)encanto es un producto notable, teniendo en cuenta que se la iba a mirar con lupa. Es verdad que alcanza el climax en los episodios centrales, pero finalmente hay una puerta abierta a una segunda temporada prometedora si repite los mismos argumentos. Insisto en la necesidad de huir, en la medida lo posible, de las comparaciones y dejar que la serie se vaya desarrollando. Merece la pena darle una oportunidad a este producto de Netflix, pese a que la media hora de duración de sus capítulos. Porque si Bean, Luci y Elfo buscan su lugar en Utopía, (Des)encanto lo hace entre los seguidores de Groening.
Título original: Disenchantment (TV Series)aka
Año: 2018
Duración: 10 episodios. 29 minutos aproximadamente
Género: Series / Animación / Comedia / Fantástico
País: Estados Unidos
Dirección: Matt Groening (Creator), Dwayne Carey-Hill, Frank Marino, Wesley Archer, Ira Sherak, David D. Au, Albert Calleros, Peter Avanzino, Brian Sheesley
Guion: Matt Groening, Josh Weinstein, Reid Harrison, David X. Cohen, Rich Fulcher, Jeff Rowe, Eric Horsted, Jeny Batten, M. Dickson, Patric M. Verrone, Shion Takeuchi, Bill Oakley
Música: Mark Mothersbaugh
Voces: Abbi Jacobson (Bean), John DiMaggio (rey Zog), Nat Faxon (Elfo), Eric André (Luci) Robin Atkin Downes (otras voces)
Puntuación: 7/10
Así pues, (Des)encanto se centra en Bean, la princesa beoda de Utopía, una especie de reino ubicado en la Edad Media imaginada por Groening. Bean es lo opuesto a las princesas de los cuentos de hadas. Cree en otro tipo de amor. Es irreverente, no le va el protocolo y sí el alcohol. A pesar de ello, necesita encajar en la realeza y ganarse el favor del rey Zog, su padre, que busca el elixir de la vida apoyado en una corte sumamente torpe -mago y consejeros incluidos-.
Bean trae consigo a su demonio interno, Luci, el único personaje de (Des)encanto en 2-D y que parece ser el único que tiene claro su cometido en Utopía. No así Elfo, el tercero en discordia. Harto de la felicidad de su reino élfico, Elfo busca respuestas y aventuras que encontrará en Utopía, junto a Bean y Luci. Así se forma un trío por momentos muy gracioso.
Pero como decía, aquí ocupa (Des)encanto. Una serie que funciona en líneas generales. Sobre todo en los momentos en que Elfo toma el mando. Parece el resultado de mezclar a Bart y Spud Cooder, que salía en el duodécimo episodio de la novena temporada de Los Simpson. Inocente e ingenioso, roba planos a Bean, la protagonista descarada de la serie. Es su lado bueno, mientras que Luci es todo lo contrario: el vicio y el lado oscuro.
Así se van complementando los tres en una serie con continuidad narrativa, rica en matices, y donde cada episodio está relacionado con el anterior. Guardan una correlación. Esto, junto a las subtramas que van surgiendo en torno al argumento principal, son uno de los fuertes de la serie de Mat Groening. Mantiene la tensión narrativa, hay cierto halo de misterio, tensión, personajes secundarios de lo más variopintos -imprescindibles para crear una buena serie de ficción- que liberan del peso protagonista a Bean, y un mundo de fantasía muy logrado, con los clichés del género que no desentonan.
Dentro de la animación fantástica, pues, (Des)encanto es un producto notable, teniendo en cuenta que se la iba a mirar con lupa. Es verdad que alcanza el climax en los episodios centrales, pero finalmente hay una puerta abierta a una segunda temporada prometedora si repite los mismos argumentos. Insisto en la necesidad de huir, en la medida lo posible, de las comparaciones y dejar que la serie se vaya desarrollando. Merece la pena darle una oportunidad a este producto de Netflix, pese a que la media hora de duración de sus capítulos. Porque si Bean, Luci y Elfo buscan su lugar en Utopía, (Des)encanto lo hace entre los seguidores de Groening.
Ficha Técnica
Título original: Disenchantment (TV Series)aka
Año: 2018
Duración: 10 episodios. 29 minutos aproximadamente
Género: Series / Animación / Comedia / Fantástico
País: Estados Unidos
Dirección: Matt Groening (Creator), Dwayne Carey-Hill, Frank Marino, Wesley Archer, Ira Sherak, David D. Au, Albert Calleros, Peter Avanzino, Brian Sheesley
Guion: Matt Groening, Josh Weinstein, Reid Harrison, David X. Cohen, Rich Fulcher, Jeff Rowe, Eric Horsted, Jeny Batten, M. Dickson, Patric M. Verrone, Shion Takeuchi, Bill Oakley
Música: Mark Mothersbaugh
Voces: Abbi Jacobson (Bean), John DiMaggio (rey Zog), Nat Faxon (Elfo), Eric André (Luci) Robin Atkin Downes (otras voces)
Puntuación: 7/10
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