La sonrisa perturbadora de Hollywood. El hombre con mas nominaciones -doce- al premio Oscar y ganador en tres ocasiones -junto con Walter Brennan y Daniel Day Lewis, los únicos con tres estatuillas-. Hablamos de Jack Nicholson.
Nacido en New Jersey el 22 de abril de 1937 con el nombre de John Joseph Nicholson, el norteamericano esta en ese olimpo de intérpretes gracias a una carrera de más de 30 años plagada de actuaciones memorables, tanto en papeles principales como secundarios. Ya fuese en roles cómicos, románticos, perturbados o violentos, siempre dejaba ese sello tan particular entre lo pícaro y caradura que le ha acompañado a lo largo de su dilatada trayectoria.
Retirado del mundo del cine desde el año 2010, los amantes del séptimo arte le echamos de menos. Ocho años son demasiados sin el bueno de Nicholson al otro lado de la pantalla y aprovechando su 81 cumpleaños, hemos rescatado diez de sus papeles más representativos. Empezamos:
El primer gran papel de Nicholson en esta mítica cinta de finales de los 60. Un rodaje caótico y legendario, con Dennis Hopper como director y protagonista que durante toda la filmación se cuenta que llevaba dos pistolas cargadas siempre consigo. Muchos psicotrópicos, peleas y escándalos entre miembros técnicos con el propio Hopper y un papel secundario que convirtió en estrella a Nicholson. Su interpretación de George Hanson, el abogado borracho es lo mejor de la película.
El último deber supone, en mi opinión, la mejor interpretación del actor de Nueva Jersey. El personaje de Buddusky tiene tantos matices que son un vehículo perfecto para que cualquier intérprete se luzca. A ratos cómico, violento o granuja, con la dosis precisa de histrionismo, Nicholson sacó todo el jugo a su papel apoderándose de la cámara y concentrando toda la atención en su figura. Una película que no siendo de las más reconocidas dentro de su carrera si es de las más recomendables.
Chinatown es uno de los trabajos más importantes dentro de una década que cambió la forma de realizar películas. Una obra cumbre dentro del cine moderno con unas grandes interpretaciones, un soberbio guion, ambientación y una poderosa dirección a cargo de Roman Polanski. Una obra maestra que le sirvió a Nicholson para conseguir su cuarta nominación a los Oscar.
Alguien voló sobre el nido del cuco fué la primera gran película de Milos Forman en EEUU. El filme fue un éxito rotundo que consiguió los cinco premios principales de la Academia estadounidense en 1975 -pelicula, director, actor, actriz y guión adaptado-. Un hito solo igualado por Sucedió una noche y El silencio de los corderos. Jack Nicholson pareció haber nacido para ese papel, con una de las interpretaciones más icónicas de su carrera y de la historia del cine.
De la pluma de Stephen King y la cámara de Stanley Kubrick, nacía una de las películas más icónicas de terror de la historia. La guinda la ponía un paranoico Nicholson en estado puro. Orgía de gestos que han convertido en leyenda al actor. Sobresaliente en el papel de escritor que desciende a los infiernos, se la juega con fantasmas y trata de matar a hachazos a su familia. Una película perturbadora gracias a su fabulosa banda sonora y una habitación, la 237, que mejor pasar de largo.
Melodrama que abarca tres décadas y que combina situaciones muy divertidas con otras profundamente dramáticas. Primera colaboración de Jack Nicholson con el director James L. Brooks. El papel de astronauta retirado y borrachín le supuso al actor su segunda estatuilla dorada -como actor secundario- dentro de una película que triunfó en esa ceremonia alzándose con otros tres premios -película, guión y actriz principal-. Un triunfo tanto de público como de crítica.
El honor de los Prizzi tiene una triple losa a sus espaldas que la hace parecer un título menor. Por un lado ser uno de los últimos trabajos de uno de los mejores directores de todos los tiempos, John Huston. La sombra de títulos como El halcón Maltes, El tesoro de sierra madre o El hombre que pudo reinar es demasiado alargada para dejar brillar con luz propia al filme de los Prizzi.
Asimismo, la década de los 80, mas proclive a títulos de aventuras, comedias juveniles o taquillazos de acción fue un periodo en el que películas de corte más clásico, más serio que aquellas que triunfaban en taquilla, sean menos recordadas para el gran público.
Por último, solo habían pasado 13 años desde que se estrenara El Padrino -Francis Ford Coppola, 1972- la obra maestra por excelencia dentro del cine de gángsters. Las comparaciones siempre son odiosas y más aún cuando se realizan con una de las mejores cinco obras dentro del mundo del cine jamás creadas.
A pesar de todo esto nos encontramos con una cinta a reivindicar. Posee un gran guión en el que todo esta medido y que combina el romance, la comedia negra y el thriller con unos personajes notablemente interpretados que consiguió, nada más y nada menos, que ocho nominaciones a los Oscar de 1985.
El cuarto trabajo de James L. Brooks es una maravilla. Con una trama muy simple a la que dota de un regusto clásico que recuerda a las comedias del Hollywood dorado, Brooks se apoya en tres actores en estado de gracia -Nicholson, Hunt y Kinnear- para dibujar una obra maestra del cine de finales del siglo XX que divierte y emociona a partes iguales.
La tercera colaboración con Brooks le reportó a Nicholson su tercera y última estatuilla dorada a través de uno de los mejores personajes que el actor ha interpretado a lo largo de su carrera: el antipático y tarado Melvin Hudall. Un tipo que tras esa desagradable capa esconde a un antihéroe con un gran corazón.
El tercer filme de Sean Penn tras las cámaras -segundo que protagonizaba Nicholson- es un remake de la película El Cebo -Ladislao Vajda, 1958-. Un thriller de asesinos en serie en un entorno rural que nos presenta a un Jack Nicholson más comedido de lo habitual. Un trabajo reposado del actor que como el detective al que interpreta, tiene muchas tablas y sabe dotar a su papel del poso necesario que requería la obra.
El juramento es un título cocinado a fuego lento, con un ritmo constante no apto para todos los paladares cinéfilos. Una película que confirmaba la trayectoria ascendente de Sean Penn como director, algo que culminaría en la magnífica Hacia rutas salvajes.
Alexander Payne dirige con tino esta comedia dramática en la que dos veteranos brillan con luz propia: Jack Nicholson y Kathy Bates. Una película en la que se manifiesta la dificultad que tienen muchas personas cuando se ven forzados a abandonar su vida profesional. ¿Qué hacer con tanto tiempo libre? También el enfoque de como afrontar la pérdida y enfrentarse a la soledad aparecen perfectamente reflejados en un filme agridulce y triste.
Díez películas para conmemorar el cumpleaños de uno de los grandes de Hollywood. Pocos dentro de una filmografia tan rica y extensa en la que se pueden echar de menos títulos como Mi vida es mi vida (1970), El cartero siempre llama dos veces (1981), Batman (1989) o Algunos hombres buenos (1992) entre otros.
Nacido en New Jersey el 22 de abril de 1937 con el nombre de John Joseph Nicholson, el norteamericano esta en ese olimpo de intérpretes gracias a una carrera de más de 30 años plagada de actuaciones memorables, tanto en papeles principales como secundarios. Ya fuese en roles cómicos, románticos, perturbados o violentos, siempre dejaba ese sello tan particular entre lo pícaro y caradura que le ha acompañado a lo largo de su dilatada trayectoria.
Retirado del mundo del cine desde el año 2010, los amantes del séptimo arte le echamos de menos. Ocho años son demasiados sin el bueno de Nicholson al otro lado de la pantalla y aprovechando su 81 cumpleaños, hemos rescatado diez de sus papeles más representativos. Empezamos:
EASY RIDER (BUSCANDO MI DESTINO, 1969)
Dos jóvenes motoristas Billy y Wyatt (Dennis Hopper y Peter Fonda respectivamente) emprenden un viaje desde Los Ángeles hasta Nueva Orleans en motocicleta. Con la intención de descubrir Norteamérica, ambos aventureros se encuentran con una gran variedad de personajes hasta que son encarcelados. En el calabozo compartirán celda con un abogado (Nicholson) que les saca de la cárcel y se une a ellos en el viaje.El primer gran papel de Nicholson en esta mítica cinta de finales de los 60. Un rodaje caótico y legendario, con Dennis Hopper como director y protagonista que durante toda la filmación se cuenta que llevaba dos pistolas cargadas siempre consigo. Muchos psicotrópicos, peleas y escándalos entre miembros técnicos con el propio Hopper y un papel secundario que convirtió en estrella a Nicholson. Su interpretación de George Hanson, el abogado borracho es lo mejor de la película.
EL ÚLTIMO DEBER (1973)
Dos oficiales de la marina norteamericana -Jack Nicholson y Otis Young- tienen la misión de escoltar a un marinero -Randy Quaid- a la prisión de Portsmouth en New Hampshire, donde tendrá que cumplir una pena de 8 años por el intento de robo de 40 dólares. La inocencia del joven soldado, así como el excesivo castigo al que se debe enfrentar, provoca que los dos veteranos intenten que el viaje sea una experiencia inolvidable.El último deber supone, en mi opinión, la mejor interpretación del actor de Nueva Jersey. El personaje de Buddusky tiene tantos matices que son un vehículo perfecto para que cualquier intérprete se luzca. A ratos cómico, violento o granuja, con la dosis precisa de histrionismo, Nicholson sacó todo el jugo a su papel apoderándose de la cámara y concentrando toda la atención en su figura. Una película que no siendo de las más reconocidas dentro de su carrera si es de las más recomendables.
CHINATOWN (1974)
Los Ángeles, 1937. Jack Gittes (Nicholson) es un detective privado especialista en divorcios que recibe la visita de la que dice ser exposa de Hollis Mulwray, jefe del servicio de aguas de la ciudad, del que sospecha que le engaña con otra mujer. Gittes no solo descubre la relación extramarital de Mulwray, sino una peligrosa telaraña de corrupción, secretos, engaños y escándalos políticos que hacen temblar los cimientos de la ciudad.Chinatown es uno de los trabajos más importantes dentro de una década que cambió la forma de realizar películas. Una obra cumbre dentro del cine moderno con unas grandes interpretaciones, un soberbio guion, ambientación y una poderosa dirección a cargo de Roman Polanski. Una obra maestra que le sirvió a Nicholson para conseguir su cuarta nominación a los Oscar.
ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO (1975)
Randle McMurphy es un hombre condenado por asalto y recluido en un hospital psiquiátrico. Su carácter insubordinado y contrario al orden establecido choca con la férrea disciplina del centro. Nada más llegar, McMurphy se convierte en el líder de los pacientes gracias a su carisma, lo que provoca los recelos de la enfermera jefa Ratched (Louise Fletcher). El choque de ambas personalidades provoca una guerra interna en el hospital en el que los pacientes tienen las de perder.Alguien voló sobre el nido del cuco fué la primera gran película de Milos Forman en EEUU. El filme fue un éxito rotundo que consiguió los cinco premios principales de la Academia estadounidense en 1975 -pelicula, director, actor, actriz y guión adaptado-. Un hito solo igualado por Sucedió una noche y El silencio de los corderos. Jack Nicholson pareció haber nacido para ese papel, con una de las interpretaciones más icónicas de su carrera y de la historia del cine.
EL RESPLANDOR (1980)
Aquí está Jack. Pero no Nicholson, sino Torrance, que junto a su mujer y su hijo se traslada a un inhóspito hotel para buscar la paz necesaria con la que acabar su novela. Durante el frío invierno serán los guardeses de la instalación. Y a medida que pasan los días, la soledad se hace más angustiosa en este hotel lleno de sucesos paranormales que se mezclan con la propia locura de Jack.De la pluma de Stephen King y la cámara de Stanley Kubrick, nacía una de las películas más icónicas de terror de la historia. La guinda la ponía un paranoico Nicholson en estado puro. Orgía de gestos que han convertido en leyenda al actor. Sobresaliente en el papel de escritor que desciende a los infiernos, se la juega con fantasmas y trata de matar a hachazos a su familia. Una película perturbadora gracias a su fabulosa banda sonora y una habitación, la 237, que mejor pasar de largo.
LA FUERZA DEL CARIÑO (1983)
Aurora (Shirley MacLaine) es una mujer de mediana edad que ha enviudado prematuramente y que esta muy ligada a su hija, Emma (Debra Winger) una joven impulsiva y rebelde que desea independizarse pero lo hace de la manera más convencional, casándose. Por su parte la vida de Aurora sufre un importante cambio cuando comienza una relación sentimental con Garrett Breedlove (Jack Nicholson) un antiguo astronauta retirado.Melodrama que abarca tres décadas y que combina situaciones muy divertidas con otras profundamente dramáticas. Primera colaboración de Jack Nicholson con el director James L. Brooks. El papel de astronauta retirado y borrachín le supuso al actor su segunda estatuilla dorada -como actor secundario- dentro de una película que triunfó en esa ceremonia alzándose con otros tres premios -película, guión y actriz principal-. Un triunfo tanto de público como de crítica.
EL HONOR DE LOS PRIZZI (1985)
Charley Partanna (Jack Nicholson) es un pistolero a sueldo y hombre de confianza dentro de la familia Prizzi, una de las más poderosas de la mafia en Nueva York. La nieta del don (Angelica Huston) está enamorada de él pero entre ambos se interpone una misteriosa y calculadora mujer (Kathleen Turner).
El honor de los Prizzi tiene una triple losa a sus espaldas que la hace parecer un título menor. Por un lado ser uno de los últimos trabajos de uno de los mejores directores de todos los tiempos, John Huston. La sombra de títulos como El halcón Maltes, El tesoro de sierra madre o El hombre que pudo reinar es demasiado alargada para dejar brillar con luz propia al filme de los Prizzi.
Asimismo, la década de los 80, mas proclive a títulos de aventuras, comedias juveniles o taquillazos de acción fue un periodo en el que películas de corte más clásico, más serio que aquellas que triunfaban en taquilla, sean menos recordadas para el gran público.
Por último, solo habían pasado 13 años desde que se estrenara El Padrino -Francis Ford Coppola, 1972- la obra maestra por excelencia dentro del cine de gángsters. Las comparaciones siempre son odiosas y más aún cuando se realizan con una de las mejores cinco obras dentro del mundo del cine jamás creadas.
A pesar de todo esto nos encontramos con una cinta a reivindicar. Posee un gran guión en el que todo esta medido y que combina el romance, la comedia negra y el thriller con unos personajes notablemente interpretados que consiguió, nada más y nada menos, que ocho nominaciones a los Oscar de 1985.
MEJOR...IMPOSIBLE (1997)
Melvin Udall (Jack Nicholson) es un escritor maniático y obsesivo, un tipo desagradecido y borde que debido a su carácter lleva una vida solitaria. Con una rutina muy marcada y estructurada que le hace comer siempre en una cafetería donde le atiende Carol (Helen Hunt), una madre soltera que tiene que aguantar al escritor. En su bloque vive Simon (Greg Kinnear) un artista gay que debe soportar los ataques homófobos de Melvin. Cuando Simon es atacado dentro de su apartamento, Melvin deberá cuidar al perro de este a pesar de odiarlo. A partir de ese momento, el huraño escritor verá como su carácter se suaviza cambiando a su vez la percepción que el resto del mundo tiene sobre el.
El cuarto trabajo de James L. Brooks es una maravilla. Con una trama muy simple a la que dota de un regusto clásico que recuerda a las comedias del Hollywood dorado, Brooks se apoya en tres actores en estado de gracia -Nicholson, Hunt y Kinnear- para dibujar una obra maestra del cine de finales del siglo XX que divierte y emociona a partes iguales.
La tercera colaboración con Brooks le reportó a Nicholson su tercera y última estatuilla dorada a través de uno de los mejores personajes que el actor ha interpretado a lo largo de su carrera: el antipático y tarado Melvin Hudall. Un tipo que tras esa desagradable capa esconde a un antihéroe con un gran corazón.
EL JURAMENTO (2001)
Jerry Black -Jack Nicholson- es un veterano detective de homicidios en Nevada que en el día de su jubilación y antes de despedirse de una intensa carrera profesional se descubre el cadáver de una niña de 8 años en las montañas. Incapaz de mantenerse al margen ante tal hallazgo, Jerry pospone sus planes de retiro y decide comunicarles la triste noticia a la familia de la pequeña. Conmovido por el dolor de los padres, Jerry jura encontrar al asesino.El tercer filme de Sean Penn tras las cámaras -segundo que protagonizaba Nicholson- es un remake de la película El Cebo -Ladislao Vajda, 1958-. Un thriller de asesinos en serie en un entorno rural que nos presenta a un Jack Nicholson más comedido de lo habitual. Un trabajo reposado del actor que como el detective al que interpreta, tiene muchas tablas y sabe dotar a su papel del poso necesario que requería la obra.
El juramento es un título cocinado a fuego lento, con un ritmo constante no apto para todos los paladares cinéfilos. Una película que confirmaba la trayectoria ascendente de Sean Penn como director, algo que culminaría en la magnífica Hacia rutas salvajes.
A PROPÓSITO DE SCHMIDT (2002)
Warren Schmidt, un agente de seguros, se acaba de jubilar y al poco tiempo pierde a su mujer. Su única hija -Hope Davis- esta a punto de casarse con un vendedor de camas -Dermot Mulroney- un hombre al que Schmidt detesta. Desbordado por su situación actual y ante la duda de no haber aprovechado su vida plenamente, el veterano vendedor de seguros se lanza en su caravana en un viaje de autodescubrimiento para impedir que su hija se case con un tipo tan mediocre.Alexander Payne dirige con tino esta comedia dramática en la que dos veteranos brillan con luz propia: Jack Nicholson y Kathy Bates. Una película en la que se manifiesta la dificultad que tienen muchas personas cuando se ven forzados a abandonar su vida profesional. ¿Qué hacer con tanto tiempo libre? También el enfoque de como afrontar la pérdida y enfrentarse a la soledad aparecen perfectamente reflejados en un filme agridulce y triste.
Díez películas para conmemorar el cumpleaños de uno de los grandes de Hollywood. Pocos dentro de una filmografia tan rica y extensa en la que se pueden echar de menos títulos como Mi vida es mi vida (1970), El cartero siempre llama dos veces (1981), Batman (1989) o Algunos hombres buenos (1992) entre otros.
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