Ver una película de Woody Allen siempre es un placer. Y en un tiempo prácticamente dominado la alta tecnología, más aún. Porque el cine de Allen destila eso, puro cine. A veces melancólico, otras reflexivo, contemplativo, divertido o intrigante y melodramático. Incluso en ocasiones una mezcla de todo, como sucede en su último trabajo hasta la fecha: Wonder Wheel, quizá la película más visual y colorida de sus últimas obras.
Wonder Wheel nos traslada a la Coney Island de la década de los cincuenta. La cámara de Allen vuela literalmente -y con ella nosotros- hacia el teórico protagonista principal: Mickey Rubin, bien interpretado por Justin Timberlake. Como suele acostumbrarnos el genio neoryorquino, Timberlake es su alter ego en la gran pantalla. Un socorrista apuesto, algo pícaro, que quiere llegar a ser un popular escritor de novelas.
Hasta que ese momento llegue, Rubin narra la historia de Humpty -Jim Belushi-, operador del carrusel del parque de atracciones de Wonder Wheel, y de su esposa Ginny -Kate Winslet- fallida actriz convertida en camarera y con un hijo pirómano. Winslet se mete en ese rol femenino tan característico del universo Allen: una mujer emocionalmente inestable, con sueños truncados que aún no se han apagado y una vida que no esperaba vivir, pero es su realidad.
Esa vida, la de Humpty y Ginny, da un giro de 180 grados cuando aparece Carolina -Juno Temple-, la hijá de él, de un matrimonio anterior y que huye de dos mafiosos que quieren ajustarle las cuentas por traicionar a su exmarido, un capo de la Mafia. Y estos dos gangsters son Steve Schirripa y Tony Sirico. O lo que es lo mismo: Bobby Baccalieri y Paulie Gualtieri; los brazos armados de Tony Soprano que, obviamente, no tiene nada que ver con la película de Woody Allen. No hay ninguna relación. Sin embargo, esta simple coincidencia es otro de esos sencillos placeres a los que nos tiene habituados el director a lo largo de su carrera.
Y no solo de casualidades vive Wonder Wheel. Su guión, repleto de diálogos que literalmente te dejan sin aliento y no dan un respiro. Aunque a veces, es verdad, resulte un poco atropellado. Pero en líneas generales es un claro acierto junto al reparto coral que se va desenvolviendo conforme se desarrolla la trama.
Un argumento donde no falta ninguno de los ingredientes necesarios para entender la filmografía de Allen. Porque hay amor, hay sexo y asesinatos. Hay, también, un narrador que se convierte en protagonista de la historia que él mismo está contando. Todo eso mezclado con humor negro, pinceladas de su juventud e infancia al estilo Días de Radio, que esconde también el poderoso drama detrás de los personajes. Y quizá lo que falte sea la reflexión teológica y filosófica a la que suele acostumbrarnos.
Esta vez, además, mientras Woody Allen saca lo mejor de todo el elenco de actores y actrices -insisto, de absolutamente todos- vuelve rodearse de Vittorio Storaro, como en Café Society, para regalarnos una imagen espectacular de Coney Island. El veterano director de Fotografía, responsable también de Apocalypse Now o Novecento, logra transportarnos setenta años atrás, a esa playa neoyorquina con el parque de atracciones de fondo, donde parece que el tiempo no ha pasado.
Y detrás de esa poderosa imagen, otra vez las miserias humanas al descubierto. El deseo, el poder, la lujuria y el dinero al servicio del espectáculo. Personajes envueltos en el traje de la melancolía, del perdedor perpetuo, que tan bien dibuja el director de Manhattan y al que cualquier elogio se queda corto. Woddy Allen está de vuelta con una de esas comedias de enredo sencillas, bien contadas y que, definitivamente, son un placer.
Título original: Wonder Wheel
Año: 2017
Duración: 101 min.
Género: Comedia Negra / Drama
País: Estados Unidos
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Kate Winslet, Justin Timberlake, Juno Temple, James Belushi, Max Casella, Michael Zegarski, Tony Sirico, Marko Caka, Jack Gore, Dominic Albano, Evin Cross, Debi Mazar, Brittini Schreiber, Geneva Carr, Steve Schirripa, Matthew Maher
Puntuación: 8/10
Wonder Wheel nos traslada a la Coney Island de la década de los cincuenta. La cámara de Allen vuela literalmente -y con ella nosotros- hacia el teórico protagonista principal: Mickey Rubin, bien interpretado por Justin Timberlake. Como suele acostumbrarnos el genio neoryorquino, Timberlake es su alter ego en la gran pantalla. Un socorrista apuesto, algo pícaro, que quiere llegar a ser un popular escritor de novelas.
Hasta que ese momento llegue, Rubin narra la historia de Humpty -Jim Belushi-, operador del carrusel del parque de atracciones de Wonder Wheel, y de su esposa Ginny -Kate Winslet- fallida actriz convertida en camarera y con un hijo pirómano. Winslet se mete en ese rol femenino tan característico del universo Allen: una mujer emocionalmente inestable, con sueños truncados que aún no se han apagado y una vida que no esperaba vivir, pero es su realidad.
Steve Schirripa, Tony Sirico y Jim Belusshi (Foto Jessica Miglio) |
Esa vida, la de Humpty y Ginny, da un giro de 180 grados cuando aparece Carolina -Juno Temple-, la hijá de él, de un matrimonio anterior y que huye de dos mafiosos que quieren ajustarle las cuentas por traicionar a su exmarido, un capo de la Mafia. Y estos dos gangsters son Steve Schirripa y Tony Sirico. O lo que es lo mismo: Bobby Baccalieri y Paulie Gualtieri; los brazos armados de Tony Soprano que, obviamente, no tiene nada que ver con la película de Woody Allen. No hay ninguna relación. Sin embargo, esta simple coincidencia es otro de esos sencillos placeres a los que nos tiene habituados el director a lo largo de su carrera.
No, no es una escena cualquiera de 'Los Soprano', sino Wonder Wheel, de Woody Allen (Foto: Jessica Miglio) |
Y no solo de casualidades vive Wonder Wheel. Su guión, repleto de diálogos que literalmente te dejan sin aliento y no dan un respiro. Aunque a veces, es verdad, resulte un poco atropellado. Pero en líneas generales es un claro acierto junto al reparto coral que se va desenvolviendo conforme se desarrolla la trama.
Un argumento donde no falta ninguno de los ingredientes necesarios para entender la filmografía de Allen. Porque hay amor, hay sexo y asesinatos. Hay, también, un narrador que se convierte en protagonista de la historia que él mismo está contando. Todo eso mezclado con humor negro, pinceladas de su juventud e infancia al estilo Días de Radio, que esconde también el poderoso drama detrás de los personajes. Y quizá lo que falte sea la reflexión teológica y filosófica a la que suele acostumbrarnos.
La Fotografía de Vittorio Storaro, marca de la casa (Foto: Jessica Miglio) |
Esta vez, además, mientras Woody Allen saca lo mejor de todo el elenco de actores y actrices -insisto, de absolutamente todos- vuelve rodearse de Vittorio Storaro, como en Café Society, para regalarnos una imagen espectacular de Coney Island. El veterano director de Fotografía, responsable también de Apocalypse Now o Novecento, logra transportarnos setenta años atrás, a esa playa neoyorquina con el parque de atracciones de fondo, donde parece que el tiempo no ha pasado.
Y detrás de esa poderosa imagen, otra vez las miserias humanas al descubierto. El deseo, el poder, la lujuria y el dinero al servicio del espectáculo. Personajes envueltos en el traje de la melancolía, del perdedor perpetuo, que tan bien dibuja el director de Manhattan y al que cualquier elogio se queda corto. Woddy Allen está de vuelta con una de esas comedias de enredo sencillas, bien contadas y que, definitivamente, son un placer.
Ficha Técnica
Título original: Wonder Wheel
Año: 2017
Duración: 101 min.
Género: Comedia Negra / Drama
País: Estados Unidos
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Kate Winslet, Justin Timberlake, Juno Temple, James Belushi, Max Casella, Michael Zegarski, Tony Sirico, Marko Caka, Jack Gore, Dominic Albano, Evin Cross, Debi Mazar, Brittini Schreiber, Geneva Carr, Steve Schirripa, Matthew Maher
Puntuación: 8/10
Se nos pasó en el cine... así que tocará buscarla en soporte digital, más que nada, por la brillantez de Allen (cuando no sale demasiado ante las cámaras, jajjaa)
ResponderEliminarHemosVisto!
Estáis a tiempo de verla en cines!! Allen es un valor seguro siempre, hasta en 'Magia a la luz de la luna' xD
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