Un asesino en serie: ¿nace o se hace? Pues en 10 capítulos David Fincher va a responder a esa pregunta a través de los detectives del FBI Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany), quienes junto a la doctora Wendy Carr (Anna Torv) protagonizan la serie original de Netflix: Mindhunter, inspirada en el libro de Mark Olshaker, John Douglas, los primeros agentes del FBI en elaborar perfiles psicológicos de asesinos en serie.
'Serión' en mayúsculas donde cabe todo. Nada sobra desde el piloto rodado por Fincher. Puro Fincher. Su universo y pulso narrativo detrás de la cámara es suficiente para sumergirte en la trama. Y sí, hay mucho de Seven y Zodiac en este primer capítulo y los otros tres que llevan la firma del director norteamericano, que además es el productor junto, entre otros, Charlize Theron y el creador Joe Penhall. Una dirección que Fincher también va a compartir con Asif Kapadia, ganador del Oscar por Amy, y Tobias Lindholm, veterano en estas lides tras La Caza. Una carta de presentación, pues, de muchos quilates.
Pero vamos a ir despacito. Mindhunter, de primeras, es todo un viaje en el tiempo. Concretamente 1977, rumbo a varias ciudades de Estados Unidos. Ya la ambientación -como digo, Zodiac es la hermana mayor- es una pasada. Música- 'temazos' de Talking Heads incluidos-, vestuario y fotografía rayan la perfección. Cosa que ayuda a sumergirse aún más en la historia de un grupo del FBI formado por dos agentes -se sumará un tercero- y una doctora a los que les une una inteligencia, sobrehumana por momentos, y una curiosidad y dedicación brutales. Son el cuerpo especial de los federales que emprende un proyecto revolucionario y novedoso: la Unidad de Investigación del Comportamiento. Una especie de ruta del asesinato violento para meterse en la mente de asesinos en serie. Escarbar en la psique de psicópatas de la talla de Jerry Brudos, Edmund Kemper y Richard Speck, que ya tuvo su momento en American Horror History.
El objetivo es averiguar cuál es la motivación de estos sádicos, maestros del horror. El origen del mal. Qué empuja a una persona a liquidar de la manera más horrenda imaginable a otro semejante. En esta ocasión, la primera temporada -ya hay confirmada una segunda- se centra en asesinos de mujeres donde la nula educación sexual, relaciones fallidas con la madre y otras explicaciones pueden estar detrás de las intenciones de estas alimañas. Lo que evidencia que Mindhunter, más allá del puro entretenimiento, va al backstage del asesinato; al por qué y cómo llegar a prevenir una oleada de crímenes. Y las respuestas nos las sirve en bandeja.
Porque, como descubriréis desde el primer minuto, el crimen ha cambiado y David Fincher y los suyos nos lo van a explicar sin dejar de lado ningún detalle. Así pues, la ficción y la realidad se abrazan y se funden hasta que, muchas veces, no sabes qué es qué. Qué es realidad y qué es ficción. Da igual en verdad porque eso ayuda a no parpadear y mantener toda la atención a la pantalla.
Esa seducción por la mente truculenta de Brudos o Kemper también la experimentan los protagonistas, cada uno inmerso en sus propias batallas personales. En este punto se cumplen todas las constantes del género detectivesco. En primer lugar, la pareja del FBI formada por dos personalidades radicalmente opuestas. Holden Ford: joven, ambicioso, un tanto retraído, el diamante en bruto del Buró. Pero también con una historia paralela de crecimiento personal y afectivo que suma más aún a la trama y donde se va a erigir como gran pilar de la serie Hannah Gross en el papel de Debbie Mitford.
Por su parte Bill Tench representa a la vieja guardia del FBI. Un veterano agente también con sus cuitas familiares, pero abierto al cambio que representa Ford. No tanto el jefe de ambos (Cotter Smith), también un estereotipo del género pero que tiene sus momentos de lucidez. Y entre ambos la fuerte identidad de Wendy Carr, quien en un mundo diseñado por hombres y para hombres rompe los clichés y se impone en más de un capítulo. Espectacular Anna Torv.
Y cómo no, los asesinos en serie, cuyas mentes retorcidas son las figuras que dan la razón de ser a la serie de Netflix. En este punto, lo descubriréis en seguida, es espectacular el rol de Cameron Britton como Edmund Kemper. Una réplica exacta del original. Sus apariciones en pantalla son escalofriantes. Erizan la piel. Como las revelaciones y los diálogos con los agentes del FBI. Puro arte televisivo.
Cada fragmento de tiempo es válido a lo largo de los diez episodios. Y mucho más aún las historias paralelas que van ramificándose de la trama principal. Oro puro. En este punto, la serie de Joe Penhall se eleva por encima de otras que giran en torno a los psycho killers. Esa mezcla pura -que sí, que apetece tomar una buena taza de café mientras el equipo de investigadores van a lo suyo- de clasicismo y modernidad está a la altura de muy pocos y mientras llega la segunda temporada, os invito a sumergiros en una primera sobresaliente, casi perfecta. No lo lamentaréis.
Título original: Mindhunter
Año: 2017
Duración: 55 min. 10 capítulos
Género: Asesinos en serie / Thriller / Crimen / Series
País: Estados Unidos
Director: Joe Penhall (Creator), David Fincher, Andrew Douglas, Asif Kapadia, Tobias Lindholm
Guión: Joe Penhall, John Douglas, Jennifer Haley (Libro: Mark Olshaker, John Douglas)
Música: Jason Hill
Fotografía: Erik Messerschmidt, Christopher Probst
Reparto: Jonathan Groff, Holt McCallany, Anna Torv, Cotter Smith, Hannah Gross, Cameron Britton, Alex Morf, Stacey Roca, Joe Tuttle, Happy Anderson, Jesse C. Boyd, Peter Murnik, Jordyn DiNatale, Sonny Valicenti, Susan Cashdollar, Robert DiDonato, Stephen Hosac, Duke Lafoon
Premios: 2018: Emmy: Nominada a mejor actor invitado (Cameron Britton)
2017: Satellite Awards: Mejor actor (Groff)
Puntuación: 9/10
'Serión' en mayúsculas donde cabe todo. Nada sobra desde el piloto rodado por Fincher. Puro Fincher. Su universo y pulso narrativo detrás de la cámara es suficiente para sumergirte en la trama. Y sí, hay mucho de Seven y Zodiac en este primer capítulo y los otros tres que llevan la firma del director norteamericano, que además es el productor junto, entre otros, Charlize Theron y el creador Joe Penhall. Una dirección que Fincher también va a compartir con Asif Kapadia, ganador del Oscar por Amy, y Tobias Lindholm, veterano en estas lides tras La Caza. Una carta de presentación, pues, de muchos quilates.
Pero vamos a ir despacito. Mindhunter, de primeras, es todo un viaje en el tiempo. Concretamente 1977, rumbo a varias ciudades de Estados Unidos. Ya la ambientación -como digo, Zodiac es la hermana mayor- es una pasada. Música- 'temazos' de Talking Heads incluidos-, vestuario y fotografía rayan la perfección. Cosa que ayuda a sumergirse aún más en la historia de un grupo del FBI formado por dos agentes -se sumará un tercero- y una doctora a los que les une una inteligencia, sobrehumana por momentos, y una curiosidad y dedicación brutales. Son el cuerpo especial de los federales que emprende un proyecto revolucionario y novedoso: la Unidad de Investigación del Comportamiento. Una especie de ruta del asesinato violento para meterse en la mente de asesinos en serie. Escarbar en la psique de psicópatas de la talla de Jerry Brudos, Edmund Kemper y Richard Speck, que ya tuvo su momento en American Horror History.
Jonathan Groff, Anna Torv y Holt McCallany |
El objetivo es averiguar cuál es la motivación de estos sádicos, maestros del horror. El origen del mal. Qué empuja a una persona a liquidar de la manera más horrenda imaginable a otro semejante. En esta ocasión, la primera temporada -ya hay confirmada una segunda- se centra en asesinos de mujeres donde la nula educación sexual, relaciones fallidas con la madre y otras explicaciones pueden estar detrás de las intenciones de estas alimañas. Lo que evidencia que Mindhunter, más allá del puro entretenimiento, va al backstage del asesinato; al por qué y cómo llegar a prevenir una oleada de crímenes. Y las respuestas nos las sirve en bandeja.
Porque, como descubriréis desde el primer minuto, el crimen ha cambiado y David Fincher y los suyos nos lo van a explicar sin dejar de lado ningún detalle. Así pues, la ficción y la realidad se abrazan y se funden hasta que, muchas veces, no sabes qué es qué. Qué es realidad y qué es ficción. Da igual en verdad porque eso ayuda a no parpadear y mantener toda la atención a la pantalla.
Fascinación por lo macabro
Los asesinos en serie atraen. Es una realidad tan cabrona como el hambre en el mundo. El ser humano es morboso, gusta de lo macabro y degenerados como Kemper o Burdos son su máxima expresión. Solo hay que echar un vistazo entre las películas más taquilleras, los libros más vendidos o como la sección de sucesos es la estrella del telediario para darse cuenta de cómo atrapan estos psicópatas. Trastornados que, no hay que olvidar, han dejado muchas víctimas por el camino y familias destrozadas.Cameron Britton, como Edmund Kemper, es una réplica exacta. |
Esa seducción por la mente truculenta de Brudos o Kemper también la experimentan los protagonistas, cada uno inmerso en sus propias batallas personales. En este punto se cumplen todas las constantes del género detectivesco. En primer lugar, la pareja del FBI formada por dos personalidades radicalmente opuestas. Holden Ford: joven, ambicioso, un tanto retraído, el diamante en bruto del Buró. Pero también con una historia paralela de crecimiento personal y afectivo que suma más aún a la trama y donde se va a erigir como gran pilar de la serie Hannah Gross en el papel de Debbie Mitford.
Por su parte Bill Tench representa a la vieja guardia del FBI. Un veterano agente también con sus cuitas familiares, pero abierto al cambio que representa Ford. No tanto el jefe de ambos (Cotter Smith), también un estereotipo del género pero que tiene sus momentos de lucidez. Y entre ambos la fuerte identidad de Wendy Carr, quien en un mundo diseñado por hombres y para hombres rompe los clichés y se impone en más de un capítulo. Espectacular Anna Torv.
Los agentes del FBI elaboran perfiles psicológicos de asesinos en serie a través de entrevistas |
Y cómo no, los asesinos en serie, cuyas mentes retorcidas son las figuras que dan la razón de ser a la serie de Netflix. En este punto, lo descubriréis en seguida, es espectacular el rol de Cameron Britton como Edmund Kemper. Una réplica exacta del original. Sus apariciones en pantalla son escalofriantes. Erizan la piel. Como las revelaciones y los diálogos con los agentes del FBI. Puro arte televisivo.
La importancia de los pequeños detalles
Mindhunter es tan buena en su forma y contenido que aún sobresale más por sus pequeños detalles. Esto es, lo que te ataca directamente más allá de los cinco sentidos. Fracciones de segundo, gestos, una palabra, una imagen, el olor a café que salta de la pantalla...Todo tiene importancia en la serie de Netflix. Y todo ello se condensa en los brillantes diálogos durante los eternos viajes en avión o coche, en las prisiones estatales o las comisarías donde imparten el novedoso programa los agentes del FBI. Hasta la eterna burocracia de este mastodonte es fascinante.Cada fragmento de tiempo es válido a lo largo de los diez episodios. Y mucho más aún las historias paralelas que van ramificándose de la trama principal. Oro puro. En este punto, la serie de Joe Penhall se eleva por encima de otras que giran en torno a los psycho killers. Esa mezcla pura -que sí, que apetece tomar una buena taza de café mientras el equipo de investigadores van a lo suyo- de clasicismo y modernidad está a la altura de muy pocos y mientras llega la segunda temporada, os invito a sumergiros en una primera sobresaliente, casi perfecta. No lo lamentaréis.
Ficha Técnica
Título original: Mindhunter
Año: 2017
Duración: 55 min. 10 capítulos
Género: Asesinos en serie / Thriller / Crimen / Series
País: Estados Unidos
Director: Joe Penhall (Creator), David Fincher, Andrew Douglas, Asif Kapadia, Tobias Lindholm
Guión: Joe Penhall, John Douglas, Jennifer Haley (Libro: Mark Olshaker, John Douglas)
Música: Jason Hill
Fotografía: Erik Messerschmidt, Christopher Probst
Reparto: Jonathan Groff, Holt McCallany, Anna Torv, Cotter Smith, Hannah Gross, Cameron Britton, Alex Morf, Stacey Roca, Joe Tuttle, Happy Anderson, Jesse C. Boyd, Peter Murnik, Jordyn DiNatale, Sonny Valicenti, Susan Cashdollar, Robert DiDonato, Stephen Hosac, Duke Lafoon
Premios: 2018: Emmy: Nominada a mejor actor invitado (Cameron Britton)
2017: Satellite Awards: Mejor actor (Groff)
Puntuación: 9/10
Ayer vi el primer capítulo, no me gusta darme atracones, y en gustó mucho. Es cierto que hay mucho de Zodiaco, que es la peli de Fincher que más me ha gustado hasta el momento, y que exige al espectador una atención máxima, pero creo que si mantiene el nivel valdrá mucho la pena.
ResponderEliminarTe pasa como a mi entonces, que las series mejor degustarlas despacio. Aunque reconozco que, en mi caso, algún atracón si me he dado. No fue el caso de Mindhunter, que sí la reposé :)
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