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domingo, 22 de octubre de 2017

'La piel fría': La guerra de los monstruos

En el año 2002, Albert Sánchez Piñol facturaba una novela de fantástica, descomunal y potente como La piel fría. Dos oficiales atmosféricos, entre ellos el hipnotizante Batis Caffó, y una bestia del mar, se aferraban a un faro como defensa frente a los monstruos marinos -carasapos- que acechaban cada noche el edificio perdido en medio de una isla del Ártico. El libro de Piñol, una obra de aventuras emocionante sobre todo, tenía un componente filosófico casi tan absorbente como la propia supervivencia de los protagonistas. El miedo a lo desconocido, el choque de dos mundos o no saber quién es más monstruoso, si lo que surge del mar o los propios humanos.


Quince años más tarde, La piel fría se ha hecho realidad en la gran pantalla, con el propio Albert Sánchez Piñol colaborando en la adaptación de su novela y Xavier Gens -Hitman- en la dirección. La película, desposeída de la mayor parte de la filosofía y psicología del libro, pasa por ser una obra de entretenimiento pura y dura.

La supervivencia de los dos protagonistas encarnados por David Oakes y Ray Stevenson -el personaje de Batis Caffó pierde su nombre original, por cierto- junto a Aura Garrido y sus ocho horas de maquillaje para ser una bestia marina -de la interpretación también- son el punto fuerte de la cinta de Gens.

Peleas infernales contra los 'carasapos'; conflictos que surgen entre los tres por ese choque de dos mundos que no se entienden; la soledad; o las brutales escenas de acción que salpican la pantalla ganan la batalla a la esencia de la novela. Algo similar a lo que sucedía en la adaptación al cine de Soy Leyenda frente a la novela de Richard Matheson. En ambos casos, premia más el espectáculo que la reflexión.

El faro es lo único que separa a los protagonistas de los monstruos marinos.

La imagen, pues, gana a la palabra. Es una elección tan válida como otra. Pero para quien ha leído la obra de Piñol, y encima la tiene como de culto, se queda corta la adaptación. Aún así, por su fidelidad en la historia al noventa por ciento, y porque esa labor fotográfica es perfecta, cumple y logra su propósito: entretener. Ya que la imagen prevalece sobre lo demás, al menos hay que destacar que ese ejercicio visual es sobresaliente.

Es ahí donde hay que volver a homenajear, y espero jamás deje de rendirse tributo, a una figura tan clave del cine español como Gil Parrondo, quien colaboró en la dirección artística de La piel fría. Parrondo, ganador de dos Oscar por Patton y Nicolás y Alejandra, ha sido uno de los mejores en lo que hacía. Perfeccionista y meticuloso en cada detalle, era capaz de hacerte viajar sin pestañear gracias a su trabajo. Una obra admirada en todos los rincones del mundo y que en La piel fría vuelve a brillar merced, claro está, a la técnica de Daniel Aranyo. Digno sucesor , aquí sí, del maestro Parrondo.


Ficha Técnica


Título original: Cold Skin

Año: 2017

Duración: 101 min.

Género: Aventuras / Fantástico

País: España España

Director: Xavier Gens

Guión: Eron Sheean, Jesús Olmo (Novela: Albert Sánchez Piñol)

Fotografía: Daniel Aranyo

Reparto: David Oakes, Ray Stevenson, Aura Garrido,  John Benfield, Iván González, Ben Temple

Puntuación: 6/10

2 comentarios:

  1. El libro lo leí recientemente y me decepcionó, supongo que tenía demasiadas expectativas y por ello no terminó de convencerme, pero la sensación que me dejó es que esta atmósfera, esa sugerencia del primer capítulo luego se diluye en una estructura repetitiva y en hacer explícito todo aquello que el texto insinuaba.

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  2. Yo del libro guardo mejor recuerdo, sobre todo de sus reflexiones frente a la acción, que creo prima más en la película. Aún así, como digo, en pantalla entretiene. Y ya que se le da más valor a la imagen, que esta sea buena, merece la pena.

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