Han pasado treinta y cinco años desde que Ridley Scott adaptara al cine parcialmente Blade Runner, la novela de Philip K. Dick que revolucionaba el género de la ciencia ficción. Y también, aunque suene osado decirlo, la filosofía. Treinta y cinco años durante los cuales la película protagonizada por Harrison Ford, como el mítico Rick Deckard, ha maravillado a generaciones y generaciones.
Necesitábamos una continuación y Denis Villeneuve ha recogido el testigo con Blade Runner 2049 para regalárnosla con el beneplácito de Scott, productor del filme. Nuevos replicantes; nuevos escenarios, pero las mismas emociones. La secuela ideal de una película que funciona de principio a fin. Ryan Gosling, hiératico como siempre pero esta vez más que justificado, borda el papel del nuevo blade runner llamado K, inmerso en la investigación de un caso que, de salir a la luz, revolucionaría a una sociedad caótica, sin alma, y donde androides y humanos apenas son distinguibles.
En sus pesquisas, K deberá encontrar al agente Rick Deckard, al que se le perdió la pista hace treinta años. Y mientras eso se resuelve, los recuerdos reales e impostados sobrevuelan su realidad. Un montón de preguntas y seres que conforman la vida cotidiana: claustrofóbica, aglomerada, incierta y desconcertante. El futuro más inmediato nunca había sido tan desalentador.
Las comparaciones son odiosas y Blade Runner 2049, por razones obvias, nunca podrá salir bien parada frente a su predecesora. Sin embargo, por separado, es muy buena. Todo funciona hilvanado por la cámara de Villeneuve. Efectos visuales de matrícula de honor; un gran reparto y un guión, largo sí, pero notable. Mantiene el mismo espíritu que la película de Ridley Scott. La mezcla acción, ciencia ficción y filosofía sigue igual de fresca que hace treinta y cinco años y, por tanto, la emoción de tener delante todo el conjunto continúa intacta.
Entre el casting no solo funciona Ryan Gosling, que está francamente bien. Ana de Armas es quizá la sorpresa -para bien- junto a los minutos iniciales de Dave Bautista y el siempre solvente Jared Leto. Y en lo que respecta a Harrison Ford, como sucede en Star Wars: El despertar de la Fuerza, es tal la mistificación de su personaje, por encima de él mismo, que solo ese halo es suficiente para contentar al respetable.
Porque otro de los aciertos de Blade Runner 2049, aparte del orgasmo visual, son los constantes guiños a la original. No solo porque la historia es una evidente continuidad pasados treinta años de las primeras rebeliones replicantes. Sino porque frases, incluso personajes y todo el envoltorio noir de la cinta de Scott están presentes en el trabajo de Villeneuve.
Como colofón, la banda sonora de Hans Zimmer es el acompañante ideal a toda la trama. La música es esa pareja que llevar al baile de fin de curso para recordar eternamente el final del instituto. Intensa, poderosa y en todo momento abrigando los acontecimientos de la pantalla. Al igual que todo el conjunto, Zimmer es un digno heredero de Vangelis, y la tarea era harto complicada.
Así pues, Blade Runner 2049 cumple con creces las expectativas. Al menos las mías y eso que no soy partidario de más de dos horas de duración. Aquí no sobra nada. Todo es bienvenido, como también lo es revisar grandes clásicos desde otra perspectiva. Ya pasó con Mad Max: Furia en la carretera, que por momentos supera a la original. No voy a ser tan atrevido, pero Villeneuve ha conseguido emular lo que parecía imposible.
Título original: Blade Runner 2049
Año: 2017
Duración: 163 min.
Género: Acción / Thriller / Ciencia Ficción
País: Estados Unidos
Director: Denis Villeneuve
Guión: Hampton Fancher, Michael Green (Historia: Hampton Fancher. Personajes: Philip K. Dick)
Música: Hans Zimmer, Benjamin Wallfisch
Fotografía: Roger Deakins
Reparto: Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Jared Leto, Sylvia Hoeks, Robin Wright, Mackenzie Davis, Carla Juri, Lennie James, Dave Bautista, Barkhad Abdi, David Dastmalchian, Hiam Abbass, Edward James Olmos
Puntuación: 8,5/10
Necesitábamos una continuación y Denis Villeneuve ha recogido el testigo con Blade Runner 2049 para regalárnosla con el beneplácito de Scott, productor del filme. Nuevos replicantes; nuevos escenarios, pero las mismas emociones. La secuela ideal de una película que funciona de principio a fin. Ryan Gosling, hiératico como siempre pero esta vez más que justificado, borda el papel del nuevo blade runner llamado K, inmerso en la investigación de un caso que, de salir a la luz, revolucionaría a una sociedad caótica, sin alma, y donde androides y humanos apenas son distinguibles.
En sus pesquisas, K deberá encontrar al agente Rick Deckard, al que se le perdió la pista hace treinta años. Y mientras eso se resuelve, los recuerdos reales e impostados sobrevuelan su realidad. Un montón de preguntas y seres que conforman la vida cotidiana: claustrofóbica, aglomerada, incierta y desconcertante. El futuro más inmediato nunca había sido tan desalentador.
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| Ana de Armas junto a Ryan Gosling (Stephen Vaughan / Sony) |
Las comparaciones son odiosas y Blade Runner 2049, por razones obvias, nunca podrá salir bien parada frente a su predecesora. Sin embargo, por separado, es muy buena. Todo funciona hilvanado por la cámara de Villeneuve. Efectos visuales de matrícula de honor; un gran reparto y un guión, largo sí, pero notable. Mantiene el mismo espíritu que la película de Ridley Scott. La mezcla acción, ciencia ficción y filosofía sigue igual de fresca que hace treinta y cinco años y, por tanto, la emoción de tener delante todo el conjunto continúa intacta.
Entre el casting no solo funciona Ryan Gosling, que está francamente bien. Ana de Armas es quizá la sorpresa -para bien- junto a los minutos iniciales de Dave Bautista y el siempre solvente Jared Leto. Y en lo que respecta a Harrison Ford, como sucede en Star Wars: El despertar de la Fuerza, es tal la mistificación de su personaje, por encima de él mismo, que solo ese halo es suficiente para contentar al respetable.
Porque otro de los aciertos de Blade Runner 2049, aparte del orgasmo visual, son los constantes guiños a la original. No solo porque la historia es una evidente continuidad pasados treinta años de las primeras rebeliones replicantes. Sino porque frases, incluso personajes y todo el envoltorio noir de la cinta de Scott están presentes en el trabajo de Villeneuve.
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| Denis Villeneuve, Ridley Scott, Harrison Ford y Ryan Gosling (Foto: Stephen Vaughan / Sony) |
Como colofón, la banda sonora de Hans Zimmer es el acompañante ideal a toda la trama. La música es esa pareja que llevar al baile de fin de curso para recordar eternamente el final del instituto. Intensa, poderosa y en todo momento abrigando los acontecimientos de la pantalla. Al igual que todo el conjunto, Zimmer es un digno heredero de Vangelis, y la tarea era harto complicada.
Así pues, Blade Runner 2049 cumple con creces las expectativas. Al menos las mías y eso que no soy partidario de más de dos horas de duración. Aquí no sobra nada. Todo es bienvenido, como también lo es revisar grandes clásicos desde otra perspectiva. Ya pasó con Mad Max: Furia en la carretera, que por momentos supera a la original. No voy a ser tan atrevido, pero Villeneuve ha conseguido emular lo que parecía imposible.
Ficha Técnica
Título original: Blade Runner 2049
Año: 2017
Duración: 163 min.
Género: Acción / Thriller / Ciencia Ficción
País: Estados Unidos
Director: Denis Villeneuve
Guión: Hampton Fancher, Michael Green (Historia: Hampton Fancher. Personajes: Philip K. Dick)
Música: Hans Zimmer, Benjamin Wallfisch
Fotografía: Roger Deakins
Reparto: Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Jared Leto, Sylvia Hoeks, Robin Wright, Mackenzie Davis, Carla Juri, Lennie James, Dave Bautista, Barkhad Abdi, David Dastmalchian, Hiam Abbass, Edward James Olmos
Puntuación: 8,5/10
Nosotros que la descubrimos y disfrutamos sin haber visto la original (sí, quedaba alguien y éramos nosotros, glups), coincidimos, es una cinta muy, pero que muy buena y vibrante.
ResponderEliminarHemosVisto
Me alegra saberlo!! Pues ahora toca ver la de Ridley Scott. Eso sí, sin comparar ;)
EliminarMuy potente visualmente, no desmerece en nada su antececesora, la musica y ambientación ayudan a ello impecablemente. Solo el guion tiene leves pegas, por poner alguna.
ResponderEliminarImpecable.
Pues yo debía de estar muy cansado, porque ya no me acuerdo de casi nada... o, quizá de algo. De lo repetitiva que es la obra; y, de lo poco, original. Eso sí. Debo reconocer un detalle. Los efectos especiales y técnicos, avanzan con el paso del tiempo, pero ¿qué ocurre con las ideas y la imaginación, se nos están agotando? Desde mi punto de vista, en la actualidad, en el cine de Hollywood en particular y el del resto del mundo, la imaginación está en crisis. En cambio detecto un tendencia excesiva a la copia, por no decir al estribillo que acompaña a un puñado de producciones: "basada en hechos reales." En ese sentido, me encantó en su día presenciar cómo: Blade Runner 1, Alien y el octavo pasajero 1, Cube 1, o Dune, por citar ejemplos significativos, fueron capaces de crear mundos o ambientes increíbles, poblados por diseños originales e incluso, a veces, innovadores. Eran, y siguen siéndolo, guiones brillantes. Espero por tanto, que esta falta de inspiración narrativa o creativa, tan solo sea un lógico bache tras una época brillante, como sucedió durante el accidentado final del siglo pasado, y principios de un presente, que se avecina turbulento.
ResponderEliminarDiscrepo en tu inicio. Pero eso es lo bueno que tiene el cine y las sensaciones que nos produce. Con respecto a la originalidad de los guiones de Hollywood, en general, sí estoy de acuerdo y lo atribuyo más a ese bache que dices. Hoy, la moda de lo vintage y la nostalgia por un pasado mejor es lo que vende. Creo yo. De ahí que se exploten los remakes de clásicos.
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