Tras el fin de la II Guerra Mundial comenzaba en muchos países de Europa el drama de la posguerra. Reconstruir una herida por la que aún manaba odio se planteaba como un tarea complicada. Sobre todo en aquellas naciones que soportaron el yugo nazi en la contienda.
Uno de esos países fue Dinamarca, cuyas costas plagaron de minas los soldados de Hitler durante el conflicto bélico como parte del muro Atlántico de defensa en previsión de una invasión aliada. Con la guerra ya finalizada y en un intento de volver a la normalidad prebélica, había que retirar los millones de explosivos ocultos bajo la arena.
El ejército británico ofreció al danés la posibilidad de utilizar prisioneros de guerra germanos para acometer semejante empresa. Un hecho a todas luces que contravenía el Convenio de Ginebra de 1929. Sin embargo, ambos países se saltaron la legislación internacional cambiando la denominación de los prisioneros por el de 'personal enemigo rendido voluntariamente'.
Y así, basándose en cifras de historiadores daneses, 2.600 militares del extinto ejército nazi fueron obligados, sin preparación alguna, a retirar las minas. Un trabajo que arrancó en mayo de 1945 y finalizó en octubre del mismo año. Un periodo en el que, según estimaciones, se retiraron 1.402.000 minas, provocando la muerte de prácticamente la mitad de los que allí trabajaron. En su mayoría, críos y adolescentes aterrorizados.
Pero esa es una parte oculta de la historia, que apenas se refleja en los libros y que el director danés, Martin Zandvliet, ha rescatado de la oscuridad en Land of Mine (Bajo la arena). La película narra ese momento histórico concreto centrado en un pelotón de soldados alemanes, compuesto en jóvenes prácticamente sin hacer. Niños más que hombres obligados a retirar las minas de las playas bajo la atenta supervisión del sargento Carl Rasmussen -Roland Møller debuta en un largometraje- y más arriba, del teniente primero Ebbe Jensen -Mikkel Boe Følsgaard, reconocido en Un asunto real o Misericordia, los casos del Departamento Q-.
Land of Mine es un retrato crudo de aquella operación. Un guión donde tan importante es el drama como la psicología de los personajes y su evolución. Zandvliet nos muestra con crudeza, sin caer en el morbo, la historia de unos pobres niños horrorizados ante su destino: retirar minas de la playa. Un azar que, como muchos alemanes en las postrimerías de la II Guerra Mundial, a buen seguro no habían elegido.
Pero la guerra, como la vida, es así de despiadada en ocasiones. Justos por pecadores que se suele decir. Fue tanta la crueldad del nazismo que los daneses, ávidos de entendida venganza, no podían dejar impunes años de castigo. Este es uno de los aspectos más interesantes de la película. Y es que las reflexiones a las que invita Land of Mine se trasladan de la pantalla a la mente propia.
Título original: Under sandet (Land of Mine)
Año: 2015
Duración: 100 min.
Género: Bélico / Drama / Hechos Reales
País: Dinamarca
Director: Martin Zandvliet
Guion: Martin Zandvliet
Fotografía: Camilla Hjelm
Reparto: Roland Møller, Louis Hofmann, Mikkel Boe Følsgaard, Laura Bro, Joel Basman, Oskar Bökelmann, Emil Buschow, Oskar Buschow, Leon Seidel, Karl Alexander Seidel, Maximilian Beck, August Carter
Premios: 2016: Premios Oscar: Nominada a mejor película de habla no inglesa
2016: National Board of Review (NBR): Mejores películas extranjeras del año
2016: Premios del Cine Europeo: Mejor fotografía, vestuario y maquillaje
2015: Festival de Gijón: Premio del público
Puntuación: 8,5/10
Uno de esos países fue Dinamarca, cuyas costas plagaron de minas los soldados de Hitler durante el conflicto bélico como parte del muro Atlántico de defensa en previsión de una invasión aliada. Con la guerra ya finalizada y en un intento de volver a la normalidad prebélica, había que retirar los millones de explosivos ocultos bajo la arena.
El ejército británico ofreció al danés la posibilidad de utilizar prisioneros de guerra germanos para acometer semejante empresa. Un hecho a todas luces que contravenía el Convenio de Ginebra de 1929. Sin embargo, ambos países se saltaron la legislación internacional cambiando la denominación de los prisioneros por el de 'personal enemigo rendido voluntariamente'.
La evolución de los personajes en 'Land of Mine' es uno de los puntos fuertes de la película. |
Y así, basándose en cifras de historiadores daneses, 2.600 militares del extinto ejército nazi fueron obligados, sin preparación alguna, a retirar las minas. Un trabajo que arrancó en mayo de 1945 y finalizó en octubre del mismo año. Un periodo en el que, según estimaciones, se retiraron 1.402.000 minas, provocando la muerte de prácticamente la mitad de los que allí trabajaron. En su mayoría, críos y adolescentes aterrorizados.
La otra cara de la historia
Se suele decir que en las guerras no hay vencedores ni vencidos. Todos pierden. Pero unos más que otros. Y más si cabe en un conflicto tan sanguinario como el de la II Guerra Mundial. Las ganas de revancha eran máximas acabada la contienda y los desmanes con los prisioneros alemanes no se hicieron esperar.Pero esa es una parte oculta de la historia, que apenas se refleja en los libros y que el director danés, Martin Zandvliet, ha rescatado de la oscuridad en Land of Mine (Bajo la arena). La película narra ese momento histórico concreto centrado en un pelotón de soldados alemanes, compuesto en jóvenes prácticamente sin hacer. Niños más que hombres obligados a retirar las minas de las playas bajo la atenta supervisión del sargento Carl Rasmussen -Roland Møller debuta en un largometraje- y más arriba, del teniente primero Ebbe Jensen -Mikkel Boe Følsgaard, reconocido en Un asunto real o Misericordia, los casos del Departamento Q-.
Zandvliet, el director del filme, rescata de la oscuridad una de esas historias olvidadas de la posguerra. |
Land of Mine es un retrato crudo de aquella operación. Un guión donde tan importante es el drama como la psicología de los personajes y su evolución. Zandvliet nos muestra con crudeza, sin caer en el morbo, la historia de unos pobres niños horrorizados ante su destino: retirar minas de la playa. Un azar que, como muchos alemanes en las postrimerías de la II Guerra Mundial, a buen seguro no habían elegido.
Pero la guerra, como la vida, es así de despiadada en ocasiones. Justos por pecadores que se suele decir. Fue tanta la crueldad del nazismo que los daneses, ávidos de entendida venganza, no podían dejar impunes años de castigo. Este es uno de los aspectos más interesantes de la película. Y es que las reflexiones a las que invita Land of Mine se trasladan de la pantalla a la mente propia.
¿Simpatía por los nazis?
En ese juego psicológico al que nos embarca Land of Mine, el director llega a preguntarse: “¿Llega a ser posible mostrar simpatía por individuos que representan el horror del régimen nazi?” Una cuestión que traslada al espectador y que flota en el ambiente, ganando peso a medida que el metraje se consume.
Como los protagonistas, uno va sintiendo en su interior también esa evolución de sentimientos. El odio se convierte en comprensión y viceversa. Un vaivén de sensaciones sobre los que se mueve la película, donde por momentos la historia pasa a un segundo plano en favor de los personajes. Estos, que empiezan siendo de una clase, distinguidos por su uniforme y al servicio del argumento, cambian de plano y se convierten en el principal atractivo del filme.
Interesan sus sueños, aspiraciones y relaciones ante tanto horror. Y así, en lo que a priori parece una cinta bélica, se convierte en un retrato de la humanización de la barbarie. Imposible no conmoverse con esta historia de olvidados. Imposible pestañear ante una película que, densa, sí, remueve. Y eso, como ya hemos dicho muchas veces, bien vale una entrada de cine.
Ficha Técnica
Título original: Under sandet (Land of Mine)
Año: 2015
Duración: 100 min.
Género: Bélico / Drama / Hechos Reales
País: Dinamarca
Director: Martin Zandvliet
Guion: Martin Zandvliet
Fotografía: Camilla Hjelm
Reparto: Roland Møller, Louis Hofmann, Mikkel Boe Følsgaard, Laura Bro, Joel Basman, Oskar Bökelmann, Emil Buschow, Oskar Buschow, Leon Seidel, Karl Alexander Seidel, Maximilian Beck, August Carter
Premios: 2016: Premios Oscar: Nominada a mejor película de habla no inglesa
2016: National Board of Review (NBR): Mejores películas extranjeras del año
2016: Premios del Cine Europeo: Mejor fotografía, vestuario y maquillaje
2015: Festival de Gijón: Premio del público
Puntuación: 8,5/10
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