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miércoles, 7 de septiembre de 2016

'Tarde para la ira': Raúl Arévalo filma la venganza perfecta

Ha nacido un gran director. Y con mayúsculas. Se llama Raúl Arévalo, actor de profesión y que alcanza la perfección en su ópera prima: Tarde para la ira. No solo está soberbio detrás de las cámaras -impresionante el primer plano secuencia con Luis Callejo al volante, que ya hablaremos de él-, sino que firma un apasionante guión junto a su amigo y psicólogo, David Pulido. Una colaboración que se nota, porque el filme de Arévalo tiene mucho de psicología, amén de dejar boquiabierto en su hora y media de duración.


Debutar siempre es complicado. Y más en esto del cine, con tanto genio a uno y otro lado de la pantalla. Se quiere hacer perfecto, agradar a todo el mundo y eso, muchas veces, es imposible. Pero el de Móstoles -al menos para un servidor- lo ha conseguido. Se ha quitado complejos y ha rodado lo que ha querido y de forma impecable. Tanto es así que la obra está filmada en súper 16mm, un tipo de película para la que no existe laboratorio de revelado en España, por lo que había que hacerlo en Rumanía. Un hecho que se nota en la calidad de la imagen, el sonido y la relación de los personajes. Algo que habla de la profesionalidad y excelencia de este trabajo.

'Tarde para la ira', una historia de venganza y odio por el pasado

En síntesis, Tarde para la Ira nos presenta a Curro -Luis Callejo- que pasa ocho años en prisión tras el frustrado ataque a una joyería. Mientras, su mujer Ana -Ruth Díaz- y su hija le esperan en una cafetería de Madrid, donde trabaja junto al resto de la familia. Allí acude cada día el misterioso José -Antonio de la Torre-, quien poco a poco se convierte en uno más de la familia. Un personaje atrapado por su pasado a la espera de que llegue Curro, quien desconoce de su existencia. Ochos años no son nada para José, que atrapa a Curro en un viaje donde la venganza se sirve en plato bien frío.

Porque de eso trata Tarde para ira. De la muerte en vida. De la desesperación, el odio y como el rencor y la venganza son innatos al hombre. Esa sensación de que el tiempo jamás cura el auténtico dolor. Raúl Arévalo hace un retrato de todo ello con la intensidad del mejor thriller, guardándose en la manga varios ases a modo de sorpresas que va soltando poco a poco y te golpean de lleno una vez revelados.

Antonio de la Torre y Luis Callejo: química pura

Para ello se ha rodeado de un reparto encabezado por Antonio de la Torre. No tiene límites el andaluz. Su solo presencia ya cautiva y en Tarde para la ira brilla con luz propia dando vida a un personaje solitario, encerrado en su idea de vengar un pasado que le atormenta. No tiene otro cometido y para alcanzarlo hará lo que sea. Una mezcla de frialdad y arrojo que asombra.

Antonio de la Torre y Luis Callejo derrochan química en 'Tarde para la ira'

La otra cara de la misma moneda es Luis Callejo. Un personaje radicalmente distinto, chulesco y cuya estancia en prisión es el menor de los castigos por su pasado. Sin comerlo ni beberlo se convierte en cómplice necesario en un viaje donde va a conocer el auténtico infierno. Y entre medias, Ruth Díaz, el contrapunto femenino necesario que pone la guinda a la excelencia con sus escenas, amén de un Manolo Solo que roba planos en su momento de gloria -otro gran actor del que podemos presumir-.

La España profunda

Tarde para la ira es un puzzle de suspense donde poco a poco se van encajando  las piezas con precisión médica, la que tiene Raúl Arévalo detrás de la cámara. Unas piezas que ponen de manifiesto la idea de la Espala profunda. Esa España de Puerto Hurraco -guardando las distancias- que mostraba Carlos Saura en El 7º Día y que se asemeja al fin último del trabajo del mostoleño.

'Tarde para la ira' es la ópera prima de Raúl Arévalo, que escribe y dirige de forma impecable

Desde los barrios de Madrid a la periferia rural, el calor de la carretera, el sudor de los personajes y la tensión del ambiente que traspasa la pantalla -a lo que se suma una banda sonora impecable-. Los silencios hablan y el reparto, guiado a la perfección por un buen director, remata una de las mejores películas del año. Pocas cintas logran hoy día remover y provocar sentimientos encontrados, en un momento donde todo parece inventado, pero Raúl Arévalo y su equipo lo han conseguido. Y ante eso solo se puede quitar uno el sombrero y dar las gracias por dignificar al cine español, que es capaz de regalar obras maestras como Tarde para la ira.


Ficha Técnica


Título original: Tarde para la ira

Año: 2016

Duración: 92 min.

Género: Drama / Thriller / Venganza

País: España España

Director: Raúl Arévalo

Guión: Raúl Arévalo, David Pulido

Música: Lucio Godoy

Fotografía: Arnau Valls Colomer

Reparto: Antonio de la Torre, Luis Callejo, Ruth Díaz, Manolo Solo, Alicia Rubio, Raúl Jiménez, Font García

Premios: 2016: 4 Premios Goya, incluyendo Mejor película y director novel. 11 nominaciones
                2016: Festival de Venecia: Mejor actriz (Ruth Díaz) (sección Orizzonti)
                2016: 5 Premios Feroz, incluyendo mejor drama, director y guión
                2016: Premios Gaudí: Nominada a Mejor fotografía

Puntuación: 10/10

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