Han pasado 25 años desde que Jodie Foster debutará detrás de las cámaras con El pequeño Tate. Y siempre que se ha hecho con una cámara al hombreo, Foster ha demostrado ser mejor actriz que cineasta. Money Monster vuelve a ser un ejemplo de ello.
Si uno sigue la carrera de la ganadora de un Oscar descubrirá, recientemente, su participación en Plan oculto, lo último potable de Spike Lee. A decir verdad esta era una película muy notable, con una trama que a primera vista giraba en torno al robo de un banco más, pero que -como su título indicaba- ocultaba una historia paralela mucho más truculenta y, realmente, la auténtica justificación del filme.
Money Monster, donde también hay un secuestro, comparte esta premisa, además de unos planos y el trabajo policial prácticamente idéntico al trabajo de Lee, pero con peor resultado. En esta ocasión, George Clooney es un showman televisivo que presenta un programa sobre cómo invertir en bolsa, a través de consejos más o menos acertados y con un toque entre ácido y cómico.
Guiado por una de esas recomendaciones, Jack O'Connell pierde su dinero al invertir en la compañía de un fraudulento Dominc West. Llevado por la desesperación, O'Connell irrumpe en directo en el show de Clooney a punta de pistola y a ojos de todo el mundo. Empieza así un secuestro donde se intenta desenmascarar la podredumbre de Wall Street y, también, la repercusión en el día a día de la televisión, el medio que ha sometido a la credibilidad de la opinión pública.
Pese a que el punto de partida es atractivo, Money Monster rápidamente cae en clichés y en mensajes fáciles. Todos sabemos cómo funciona la bolsa -entre la codicia y el fraude-. El capitalismo salvaje que nos ha conducido a una crisis brutal. También es obvio que la tecnología, la televisión e Internet ha deshumanizado a gran parte de la población mundial. Y como todo eso es evidente, no es conveniente incidir en ese mensaje, porque al final uno acaba en la cursileria y la chispa se pierde.
Eso le ocurre al trabajo de Jodie Foster, de donde lo realmente salvable son los treinta primeros minutos y la actuación de Julia Roberts, como la sobria e inteligente directora del programa de un Clooney zafio y vulgar. No engancha el ganador del Oscar por Syriana. Siempre puede dar más de sí y se le exige algo más que su pobre interpretación en Money Monster, donde su compañera de reparto sí está a la altura.
La película, todo hay que decirlo, tiene momentos tensos y un ritmo vibrante. Pero eso se diluye y la trama acaba resultando evidente, casi predecible. Sabemos hacia donde nos va a conducir. Se ve a la legua cuál va a ser el desenlace. Para colmo de males, Money Monster es inverosímil. No hay credibilidad -cuesta imaginar a la Gran Manzana vitorear a un hombre bomba-. De repente el buenísmo empalagoso invade la pantalla a modo de síndrome de Estocolmo y hasta el entretenimiento se acaba perdiendo. Pero sí, que las cámaras nunca dejen de grabar. El show siempre deber continuar.
Y así, la cinta dirigida por Jodie Foster no pasa de ser un producto más sobre la avaricia y la codicia de la bolsa y los poderes fácticos. Había un buen leitmotiv con el que poder hacer algo decente, pero la actriz y directora se deja llevar por el camino fácil. Y eso, a estas alturas y con un reparto capaz de más, es imperdonable.
Título original: Money Monster
Año: 2016
Duración: 100 min.
Género: Drama / Thriller / Secuestro
País: Estados Unidos
Director: Jodie Foster
Guión: Alan DiFiore, Jim Kouf, Jamie Linden (Historia: Alan DiFiore, Jim Kouf)
Música: Dominic Lewis
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: George Clooney, Julia Roberts, Jack O'Connell, Caitriona Balfe, Dominic West, Giancarlo Esposito, Dennis Boutsikaris, Darri Ingolfsson, Christopher Denham, Anthony DeSando, Jennifer Dong, Ivan Martin, Cliff Moylan, Vernon Campbell, Joseph Oliveira
Puntuación: 4/10
Geroge Clooney es un showman a punto de ser secuestrado por sus malos consejos bursátiles (Atsushi Nishijima). |
Si uno sigue la carrera de la ganadora de un Oscar descubrirá, recientemente, su participación en Plan oculto, lo último potable de Spike Lee. A decir verdad esta era una película muy notable, con una trama que a primera vista giraba en torno al robo de un banco más, pero que -como su título indicaba- ocultaba una historia paralela mucho más truculenta y, realmente, la auténtica justificación del filme.
Money Monster, donde también hay un secuestro, comparte esta premisa, además de unos planos y el trabajo policial prácticamente idéntico al trabajo de Lee, pero con peor resultado. En esta ocasión, George Clooney es un showman televisivo que presenta un programa sobre cómo invertir en bolsa, a través de consejos más o menos acertados y con un toque entre ácido y cómico.
Jack O'Connell es el secuestrador que pierde su dinero en bolsa (Atsushi Nishijima). |
Guiado por una de esas recomendaciones, Jack O'Connell pierde su dinero al invertir en la compañía de un fraudulento Dominc West. Llevado por la desesperación, O'Connell irrumpe en directo en el show de Clooney a punta de pistola y a ojos de todo el mundo. Empieza así un secuestro donde se intenta desenmascarar la podredumbre de Wall Street y, también, la repercusión en el día a día de la televisión, el medio que ha sometido a la credibilidad de la opinión pública.
Pese a que el punto de partida es atractivo, Money Monster rápidamente cae en clichés y en mensajes fáciles. Todos sabemos cómo funciona la bolsa -entre la codicia y el fraude-. El capitalismo salvaje que nos ha conducido a una crisis brutal. También es obvio que la tecnología, la televisión e Internet ha deshumanizado a gran parte de la población mundial. Y como todo eso es evidente, no es conveniente incidir en ese mensaje, porque al final uno acaba en la cursileria y la chispa se pierde.
Julia Roberts mantiene el tipo como la mejor intérprete del reparto de 'Money Monster' (Atsushi Nishijima). |
Eso le ocurre al trabajo de Jodie Foster, de donde lo realmente salvable son los treinta primeros minutos y la actuación de Julia Roberts, como la sobria e inteligente directora del programa de un Clooney zafio y vulgar. No engancha el ganador del Oscar por Syriana. Siempre puede dar más de sí y se le exige algo más que su pobre interpretación en Money Monster, donde su compañera de reparto sí está a la altura.
La película, todo hay que decirlo, tiene momentos tensos y un ritmo vibrante. Pero eso se diluye y la trama acaba resultando evidente, casi predecible. Sabemos hacia donde nos va a conducir. Se ve a la legua cuál va a ser el desenlace. Para colmo de males, Money Monster es inverosímil. No hay credibilidad -cuesta imaginar a la Gran Manzana vitorear a un hombre bomba-. De repente el buenísmo empalagoso invade la pantalla a modo de síndrome de Estocolmo y hasta el entretenimiento se acaba perdiendo. Pero sí, que las cámaras nunca dejen de grabar. El show siempre deber continuar.
George Clooney y Jodie Foster en un momento del rodaje de 'Money Monster' (Atsushi Nishijima). |
Y así, la cinta dirigida por Jodie Foster no pasa de ser un producto más sobre la avaricia y la codicia de la bolsa y los poderes fácticos. Había un buen leitmotiv con el que poder hacer algo decente, pero la actriz y directora se deja llevar por el camino fácil. Y eso, a estas alturas y con un reparto capaz de más, es imperdonable.
Ficha Técnica
Título original: Money Monster
Año: 2016
Duración: 100 min.
Género: Drama / Thriller / Secuestro
País: Estados Unidos
Director: Jodie Foster
Guión: Alan DiFiore, Jim Kouf, Jamie Linden (Historia: Alan DiFiore, Jim Kouf)
Música: Dominic Lewis
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: George Clooney, Julia Roberts, Jack O'Connell, Caitriona Balfe, Dominic West, Giancarlo Esposito, Dennis Boutsikaris, Darri Ingolfsson, Christopher Denham, Anthony DeSando, Jennifer Dong, Ivan Martin, Cliff Moylan, Vernon Campbell, Joseph Oliveira
Puntuación: 4/10
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