Si este verano tienes pensado ir a la playa y tu destino es paradisiaco, casi de postal, pero la arena está desierta, desconfía. Hay gato encerrado. O mejor dicho, un enorme tiburón blanco con muy malas pulgas y sediento de sangre humana...
Bajo esta premisa arranca Infierno azul, el séptimo largometraje de Jaume Collet-Serra que cede prácticamente todo el protagonismo de la cinta a la atractiva y eficiente Blake Lively (The Town, Salvajes) y, por supuesto, a un gran tiburón blanco que emula por momentos al padre de todas estas películas. Sí, aquel que en 1975 salió a la luz de la mano de Steven Spielberg para que, desde entonces, jamás volviéramos a meternos en el mar sin mirar de reojo.
Porque el trabajo de Collet-Serra parece -sobre todo en su segunda mitad- un pequeño homenaje a la obra mítica firmada por el Rey Midas. Mucha tensión y la sombra del escualo siempre presente, al que vemos en contadas ocasiones y muy bien filmadas, son los dos guiños principales que recuerdan a la legendaria Tiburón.
Después de eso, Infierno azul tiene su propia idiosincrasia y, desgraciadamente, no llega a alcanzar un mayor estatus por ello. Hablo de ese componente dramático que acaba engullendo a las fantásticas escenas de acción entre el tiburón y la acorralada Blake Lively. Su personaje -Nancy- es una estudiante de medicina en plena crisis existencial que llega a una solitaria playa de Mexico para honrar la memoria de su difunta madre y expiar algunos fantasmas del presente y el pasado.
Esas escenas de un sentimentalismo recalcitrante, en este tipo de películas donde lo que más debe premiar es la acción pura y dura, sobran. Me restan el interés que se gana con secuencia angustiosa que vive la joven surfera aferrada a la supervivencia. Incluso su evolución en la lucha es muy interesante, convirtiendo la contienda con la bestia en un complicado juego de ajedrez, pero siempre acaba surgiendo la carga dramática que no añade ningún valor a la trama. No así los pocos momentos divertidos, con Óscar Jaenada y una pequeña gaviota de protagonistas, que no desentonan para quitar algo de ese estrés constante.
Tampoco llega a funcionar del todo el uso de la música. La leyenda de John Williams pesa mucho y en el caso de Tiburón, su utilización era fundamental para concebir el terror provocado por ese monstruo marino descomunal. El escualo de Infierno azul es un digno heredero más de cuarenta años después, y quizá aquí, con otra compañía musical de fondo, el efecto tenebroso se lograría más aún.
Dicho lo cual, el resto es mejor descubrirlo por uno mismo. Eso sí, si tienes pensado darte un chapuzón en el mar estos días, quizá lo mejor será dejar la película para después de las vacaciones. Lo agradecerás.
Título original: The Shallows
Año: 2016
Duración: 87 min.
Género: Thriller
País: Estados Unidos
Director: Jaume Collet-Serra
Guión: Anthony Jaswinski
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Flavio Martínez Labiano
Reparto: Blake Lively, Óscar Jaenada, Brett Cullen, Sedona Legge
Puntuación: 6/10
Bajo esta premisa arranca Infierno azul, el séptimo largometraje de Jaume Collet-Serra que cede prácticamente todo el protagonismo de la cinta a la atractiva y eficiente Blake Lively (The Town, Salvajes) y, por supuesto, a un gran tiburón blanco que emula por momentos al padre de todas estas películas. Sí, aquel que en 1975 salió a la luz de la mano de Steven Spielberg para que, desde entonces, jamás volviéramos a meternos en el mar sin mirar de reojo.
Porque el trabajo de Collet-Serra parece -sobre todo en su segunda mitad- un pequeño homenaje a la obra mítica firmada por el Rey Midas. Mucha tensión y la sombra del escualo siempre presente, al que vemos en contadas ocasiones y muy bien filmadas, son los dos guiños principales que recuerdan a la legendaria Tiburón.
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| Blake Lively es Nancy, que luchará por sobrevivir contra un gran tiburón (Columbia Pictures / Vince Valitutti) |
Después de eso, Infierno azul tiene su propia idiosincrasia y, desgraciadamente, no llega a alcanzar un mayor estatus por ello. Hablo de ese componente dramático que acaba engullendo a las fantásticas escenas de acción entre el tiburón y la acorralada Blake Lively. Su personaje -Nancy- es una estudiante de medicina en plena crisis existencial que llega a una solitaria playa de Mexico para honrar la memoria de su difunta madre y expiar algunos fantasmas del presente y el pasado.
Esas escenas de un sentimentalismo recalcitrante, en este tipo de películas donde lo que más debe premiar es la acción pura y dura, sobran. Me restan el interés que se gana con secuencia angustiosa que vive la joven surfera aferrada a la supervivencia. Incluso su evolución en la lucha es muy interesante, convirtiendo la contienda con la bestia en un complicado juego de ajedrez, pero siempre acaba surgiendo la carga dramática que no añade ningún valor a la trama. No así los pocos momentos divertidos, con Óscar Jaenada y una pequeña gaviota de protagonistas, que no desentonan para quitar algo de ese estrés constante.
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| Las escenas de tensión entre la protagonista y el escualo dan el aprobado a Infierno azul (Columbia Pictures /Vince Valitutti) |
Tampoco llega a funcionar del todo el uso de la música. La leyenda de John Williams pesa mucho y en el caso de Tiburón, su utilización era fundamental para concebir el terror provocado por ese monstruo marino descomunal. El escualo de Infierno azul es un digno heredero más de cuarenta años después, y quizá aquí, con otra compañía musical de fondo, el efecto tenebroso se lograría más aún.
Dicho lo cual, el resto es mejor descubrirlo por uno mismo. Eso sí, si tienes pensado darte un chapuzón en el mar estos días, quizá lo mejor será dejar la película para después de las vacaciones. Lo agradecerás.
Ficha Técnica
Título original: The Shallows
Año: 2016
Duración: 87 min.
Género: Thriller
País: Estados Unidos
Director: Jaume Collet-Serra
Guión: Anthony Jaswinski
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Flavio Martínez Labiano
Reparto: Blake Lively, Óscar Jaenada, Brett Cullen, Sedona Legge
Puntuación: 6/10
Otra qpor la que no daba un duro, pero que también intentaré ver.
ResponderEliminarSi vas a ir a la playa estos días, mejor déjala para el invierno ;)
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