viernes, 11 de diciembre de 2015

'Macbeth': "Salud Macbeth que pronto rey has de ser"

Del ingenio y la pluma de William Shakespeare nació hace aproximadamente cuatro siglos Macbeth. Un personaje inspirado en el homónimo rey de Escocia entre el año 1040 y el 1057 de nuestra era que ha sido llevado al cine en numerosas ocasiones por genios, entre otros, como Orson Welles o Roman Polanski.


Y es que es inevitable no caer rendido ante el trágico relato de este escocés, absorbido por la codicia y el ansia de poder que lo avocan a la traición y la desgracia. Una historia que atrapa y que ahora Justin Kurzel ha querido volver a plasmar en la gran pantalla, rodeándose de actores de la talla de Michael Fassbender (Malditos Bastardos, Slow West), Marion Cotillard (La vie en rose, El sueño de Ellis) -con los que coincide nuevamente en la adaptación al cine del videojuego Assassin’s Creed-, David Thewlis (El quinto poder, Regresión), Sean Harris (Misión Imposible: Nación Secreta) o Paddy Considine (Pride, Bienvenidos al fin del mundo). Interpretes de sobrada capacidad para un filme de semejante envergadura.


Macbeth -Michael Fassbender- es uno de los leales al rey Duncan -David Thewlis- (A Contracorriente).

Porque, como no podía ser de otra manera, la épica está presente a lo largo de Macbeth. El guión adaptado por Todd Louiso -Dick en Alta Fidelidad y director de Con amor Lizza- es bastante fiel al original de Shakespeare. Entre otras cosas, se mantiene la narración en verso desde una perspectiva sobria que hace el texto más cercano para el espectador, el cual se adentra de lleno en esta lucha de poder y pasión.

Pero mejor vayamos por partes para entender una película brutal e impactante. Así, el conflicto de Macbeth nace tras salir victorioso y expulsar a los nórdicos de las tierras del rey Duncan -David Thewlis-. Tres espíritus conocidos como las 'Hermanas fatídicas' auguran al héroe escocés después del triunfo en el campo de batalla su designación como 'Thane' de Cawdor, un paso previo a su posterior proclamación como rey de Inglaterra, con la salvedad de que sus hijos no le continuarán. Una revelación que también presencia su fiel escudero y desafortunado Banquo -Paddy Considine-, que a partir de entonces comparte el destino de su señor.

Marion Cotillard y Paddy Considine son dos caras de la moneda que marca el destino de Macbeth (A Contracorriente).

La incredulidad de Macbeth desaparece cuando ve hecho realidad los augures de las Hermanas. Cegado y obsesionado por la ambición y el veneno dialéctico de Lady Macbeth -Marion Cotillard- traiciona a su rey, cargando contra el hijo de este, Malcolm, el heredero legítimo y ocupa el trono sediento de poder. Ese fin es la perdición del héroe, acorralado por los fantasmas de su traición y los leales al depuesto rey Duncan, como Macduff -Sean Harris- que vaticina la desgracia del que antaño fue un titan.

Sangre, traición, codicia y poder

Sobre estos elementos gira la trágica historia de Macbeth. Kurzel filma detrás de las cámaras el ascenso y caída de un Fassbender épico y pletórico que humaniza al personaje de Shakespeare. Su rostro refleja la obsesión y posterior desesperación de una persona arrastrada por la traición en una época donde ésta era duramente castigada. Casi el peor delito que podía cometerse. Y así se ve arrastrado por esas amargas emociones que afloran en la cara y cuerpo del actor irlandés.

Macbeth consigue el trono a través de la traición y el asesinato (A Contracorriente).

Sus apariciones muestran dolor, rabia y crueldad. Secuencias compartidas con una Marion Cotillard que sale airosa gracias a su capacidad interpretativa, sobreponiéndose a las exigencias de cuidar y mimar la lengua del gran Shakespeare. Un trabajo duro, casi teatral, con la dificultad que ello conlleva. Así se convierte en una figura oscura y misteriosa, el motor de la desgracia que comparte con Macbeth y al que rodean también brillantes secundarios que evidencian el buen momento del cine británico.

Un paisaje gris e invernal acompañan a un Macbeth solitario y desesperado por su traición (A Contracorriente).

Los escenarios sobre los que se desenvuelve la trama contribuyen a la épica del relato. Rodados en exteriores reales, en pleno invierno y durante siete semanas que duró el rodaje habla de la dificultad del proyecto. Unos paisajes, por otro lado, simbólicos, ya que muestran frialdad, cierta aridez y tonos grises que se solapan con el espíritu del personaje principal.

Michael Fassbender humaniza a un Macbeth acorralado por la codicia, la traición y la soledad (A Contracorriente).

Las pequeñas pero intensas escenas de acción se suman finalmente a esa atmósfera creada por todo el equipo. Filmadas generalmente a cámara lenta, muestran la seducción de la sangre derramada para alcanzar la meta final en lo que parece una metáfora sobre la consecución del poder mediante las malas artes. Una película, así, extrapolable a una actualidad donde la traición, el deshonor y la codicia siguen campando a sus anchas.


Ficha Técnica


Título original: Macbeth

Año: 2015

Duración: 113 min.

Género: Drama / Intriga

País: Reino Unido 

Director: Justin Kurzel

Guión: Todd Louiso, Jacob Koskoff, Michael Lesslie (Obra: William Shakespeare)

Música: Jed Kurzel

Fotografía: Adam Arkapaw

Reparto: Michael Fassbender, Marion Cotillard, David Thewlis, Elizabeth Debicki, Jack Reynor, Sean Harris, Paddy Considine, Julian Seager, David Hayman, James Michael Rankin, Barrie Martin, Ross Anderson

Premios: 2015: British Independent Film Awards: 6 nominaciones, incluyenco mejor película, actor y actriz
               2015: Satellite Awards: Nominada a mejor dirección artística y vestuario
               2015: Premios Goya: Nominada a mejor película europea

Puntuación: 7,5/10

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