miércoles, 9 de septiembre de 2015

'Una segunda oportunidad': Nicolaj Coster-Waldau se reivindica más allá de Juego de Tronos

En el mundo de la interpretación en general y el cine en particular hay actores y actrices a los que un papel, usualmente el más reconocido por el público, persigue a lo largo de su trayectoria. Roles de los que difícilmente logran desprenderse para convencer en otros trabajos distintos.

El actor danés, Nicolaj Coster-Waldau, bien podría ser uno de esos casos gracias a su gran labor como Jaime Lannister en la popular serie Juego de Tronos. Un personaje de fuerte personalidad y carisma que el nórdico interpreta a las mil maravillas pero que amenaza con encorsetarlo. A modo de reivindicación -que ya empezó con Headhunters o Mil veces buenas noches-, Coster-Waldau se pone bajo las órdenes de la oscarizada cineasta Susanne Bier -En un mundo mejor, Después de la boda- para protagonizar un potente drama como Una segunda oportunidad.

Ulrich Thomsen y Nicolaj Coster-Waldau son los policías Simon y Andreas respectivamente (Golem).

Aquí da vida al policía Andreas. A priori un agente con todo resuelto gracias a su trabajo y la familia que recientemente acaba de formar. Una vida acomodada -preciosa fotografía desde la casa que habita- que dista mucho de la de su alcohólico compañero Simon, interpretado por Ulrich Thomsen, otro de los rostros conocidos del cine danés gracias a brillantes trabajos como Celebración o Hermanos, también de Susanne Bier.

Las convicciones de Andreas se tambalean (Golem).
En una rutinaria intervención, ambos agentes acuden a una disputa doméstica entre una pareja de drogadictos. Uno de ellos es Tristan, un sujeto violento conocido por la policía y al que da vida Nicolaj Lie Kaas, famoso por interpretar al agente Carl Mørck en la saga Misericordia y Profanación, los casos del Departamento Q. Hasta ahí nada fuera de lo normal hasta que Andreas y Simon descubren en una de las habitaciones a un bebé entre la inmundicia de la pareja de toxicómanos; un hecho que golpea de lleno a Andreas, recientemente padre de otro pequeño.

La trama sufre un auténtico giro de 180 grados cuando el hijo de Andreas muere en lo que parece ser una parada respiratoria del nonato, desgraciadamente más común de lo que se cree. A partir de ahí y fruto de la desesperación, el policía da el cambiazo de los menores con la complicidad de su esposa, sumida en una fuerte y profunda depresión. Poco a poco y acorralado por la sucesión de los acontecimientos, la verdad empieza a salir a la luz, haciendo tambalear por completo la estabilidad emocional de un Andreas que abandona todos sus ideales arrastrado por el torrente dramático que protagoniza junto al resto del reparto.

Emociones desbordadas

Bier es una especialista rodando fuertes dramas personales. Capta con maestría emociones como la rabia, el desasoiego y la lucha interna que sufren sus personajes. En esta ocasión, conduce con sabiduría todos los sentimientos que afloran en el gran elenco de actores que componen Una segunda oportunidad -cameo incluido de Thomas Bo Larsen (Celebración, La Caza)-.La sensibilidad de los protagonistas -especialmente Coster-Waldau- se encuentra contenida en gran parte de la película hasta que finalmente salta por los aires y acaba por desbordarse para sorpresa entre las butacas.

La desesperación va haciendo mella en Andreas conforme transcurre la trama (Golem).

Porque la directora escandinava se guarda un as en la manga, como ya hiciera en Después de la boda, que sirve de motor para esa descongestión de emociones. Y es ahí donde Coster-Waldau, Thomsen y Lie Kaas sacan a relucir todo su potencial interpretativo. El primero porque ya no aguanta más la presión de su traición a los principios que han organizado su vida. El segundo, porque pasa de ser una persona autodestructiva a una especie de redentor que equilibra la balanza dentre el bien y el mal. Y finalmente el tercero, desbocado durante todo el filme.

Thomsen y Lie Kaas también se ven arrastrados por los acontecimientos que van sucediendo (Golem).

Gracias a esa inundación a la que nos ha conducido Bier, asistimos a sobrecogedoras reacciones ante lo que les sucede a sus personajes en este potente drama. Todos y cada uno de los protagonistas logran conseguir la ansiada redención y el alivio que provoca el flujo de la verdad, en una especie de moraleja que pone en evidencia la elección del título.

De esta forma se configura este intenso trabajo dramático con tintes policíacos y buenas dosis de intriga. Una demostración más de la buena salud de la que goza el cine danés -del que soy confeso admirador-, cuna del Dogma. Y una prueba más del gran talento de Susanne Bier para narrar historias de este tipo y, particularmente, de un Nicolas Coster-Waldau que seguirá dando que hablar más allá del famoso Matarreyes.


Ficha Técnica


Título original: En chance til

Año: 2014

Duración: 105 min.

Género: Drama / Policiaco

País: Dinamarca 

Director: Susanne Bier

Guión: Anders Thomas Jensen

Música: Johan Söderqvist

Fotografía: Johan Söderqvist

Reparto: Nikolaj Coster-Waldau, Ulrich Thomsen, Maria Bonnevie, Nikolaj Lie Kaas, Lykke May Andersen.

Puntuación: 7/10

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