El actor danés, Nicolaj Coster-Waldau, bien podría ser uno de esos casos gracias a su gran labor como Jaime Lannister en la popular serie Juego de Tronos. Un personaje de fuerte personalidad y carisma que el nórdico interpreta a las mil maravillas pero que amenaza con encorsetarlo. A modo de reivindicación -que ya empezó con Headhunters o Mil veces buenas noches-, Coster-Waldau se pone bajo las órdenes de la oscarizada cineasta Susanne Bier -En un mundo mejor, Después de la boda- para protagonizar un potente drama como Una segunda oportunidad.
Ulrich Thomsen y Nicolaj Coster-Waldau son los policías Simon y Andreas respectivamente (Golem). |
Las convicciones de Andreas se tambalean (Golem). |
La trama sufre un auténtico giro de 180 grados cuando el hijo de Andreas muere en lo que parece ser una parada respiratoria del nonato, desgraciadamente más común de lo que se cree. A partir de ahí y fruto de la desesperación, el policía da el cambiazo de los menores con la complicidad de su esposa, sumida en una fuerte y profunda depresión. Poco a poco y acorralado por la sucesión de los acontecimientos, la verdad empieza a salir a la luz, haciendo tambalear por completo la estabilidad emocional de un Andreas que abandona todos sus ideales arrastrado por el torrente dramático que protagoniza junto al resto del reparto.
Emociones desbordadas
Bier es una especialista rodando fuertes dramas personales. Capta con maestría emociones como la rabia, el desasoiego y la lucha interna que sufren sus personajes. En esta ocasión, conduce con sabiduría todos los sentimientos que afloran en el gran elenco de actores que componen Una segunda oportunidad -cameo incluido de Thomas Bo Larsen (Celebración, La Caza)-.La sensibilidad de los protagonistas -especialmente Coster-Waldau- se encuentra contenida en gran parte de la película hasta que finalmente salta por los aires y acaba por desbordarse para sorpresa entre las butacas.La desesperación va haciendo mella en Andreas conforme transcurre la trama (Golem). |
Porque la directora escandinava se guarda un as en la manga, como ya hiciera en Después de la boda, que sirve de motor para esa descongestión de emociones. Y es ahí donde Coster-Waldau, Thomsen y Lie Kaas sacan a relucir todo su potencial interpretativo. El primero porque ya no aguanta más la presión de su traición a los principios que han organizado su vida. El segundo, porque pasa de ser una persona autodestructiva a una especie de redentor que equilibra la balanza dentre el bien y el mal. Y finalmente el tercero, desbocado durante todo el filme.
Thomsen y Lie Kaas también se ven arrastrados por los acontecimientos que van sucediendo (Golem). |
Gracias a esa inundación a la que nos ha conducido Bier, asistimos a sobrecogedoras reacciones ante lo que les sucede a sus personajes en este potente drama. Todos y cada uno de los protagonistas logran conseguir la ansiada redención y el alivio que provoca el flujo de la verdad, en una especie de moraleja que pone en evidencia la elección del título.
De esta forma se configura este intenso trabajo dramático con tintes policíacos y buenas dosis de intriga. Una demostración más de la buena salud de la que goza el cine danés -del que soy confeso admirador-, cuna del Dogma. Y una prueba más del gran talento de Susanne Bier para narrar historias de este tipo y, particularmente, de un Nicolas Coster-Waldau que seguirá dando que hablar más allá del famoso Matarreyes.
Ficha Técnica
Título original: En chance til
Año: 2014
Duración: 105 min.
Género: Drama / Policiaco
País: Dinamarca
Director: Susanne Bier
Guión: Anders Thomas Jensen
Música: Johan Söderqvist
Fotografía: Johan Söderqvist
Reparto: Nikolaj Coster-Waldau, Ulrich Thomsen, Maria Bonnevie, Nikolaj Lie Kaas, Lykke May Andersen.
Puntuación: 7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario