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martes, 15 de septiembre de 2015

'La visita': Shyamalan recupera su mejor versión a golpe de humor negro y terror psicológico

Una montaña rusa. Así es la carrera del director indio M. Night Shyamalan, desde que allá por 1999 deslumbrará a todos con la fantástica El sexto sentido. Una película, que a día de hoy sigue siendo el referente en la trayectoria del cineasta, que con El Protegido y Señales siguió demostrando parte de ese talento. Al menos para el que escribe estas líneas.

Sin embargo, esos buenos trabajos había sido eclipsados en los últimos años por otros mediocres, cuando no lamentables. Hablo de El incidente o la paupérrima After Earth. Filmes que han lastrado la carrera de un realizador arriesgado, con propuestas interesantes (La joven del agua, El bosque), pero que se ha visto, en muchas ocasiones, obligado al desastre por las malas elecciones y las tijeras de las productoras.

Los jóvenes protagonistas llegan al pueblo donde se crió su madre para pasar la semana con sus abuelos (Universal).

Ahora y lejos de ellas, con un presupuesto que apenas llega a los cinco millones de dólares -batiendo récords en taquilla-, el director indio se ha sacado de la manga La visita, una película original, aunque reúne muchas de las características de su cine. Sobre todo, porque los niños vuelven a ser los grandes protagonistas de una historia narrada en primera persona por dos adolescentes a los que su madre envía una semana con los abuelos para poder disfrutar de unas exóticas vacaciones con su pareja.

Cámara en mano, los jóvenes protagonistas pretenden rodar un documental de su estancia en la granja familiar, ubicaba en Pensilvania. Es la primera vez que van a ver a sus abuelos y eso bien merece ser filmado. A través de su cámara y su propia experiencia, los menores van a ser testigos de fenómenos cuanto menos inquietantes y sorpresas que esconde la pareja anciana -atención al granero, al horno y a las nueve y media de la noche-, que con el paso de los días empieza a comportarse de una forma peculiar e intrigante, en una suerte de secuencias y gestos que agarran a la butaca.

Poco a poco los ancianos comienzan a comportarse de forma extraña para inquietud de los pequeños (Universal).

Porque Shyamalan vuelve a dejar patente el espíritu infantil que ha impregnado a la mayoría de sus trabajos. En primer lugar, por traspasar el protagonismo de la historia en un niño y una niña, que aun demostrando una madurez impropia de su edad, se desenvuelven con inocencia e ingenuidad a lo largo de la trama. Una especie de recreación de los sentimientos del propio director, que siempre que puede deja aflorar su espíritu infantil ante lo desconocido.

El misterio es algo que siempre ha envuelto la obra del cineasta indio. Aunque aquí aparta el lado paranormal y se centra más en el aspecto psicológico humano. Es cierto que a la película le cuesta arrancar, y durante la primera media hora larga, donde el humor ácido campa a sus anchas en una especie de sátira social y de "burla" a su carrera cinematográfica, estamos a punto de perder el interés por la historia. Si no es por algún que otro 'susto' efectivo, en el que el autor parece estar diciendo: "no te duermas que viene lo mejor".

Un pequeño y aterrador secreto será desvelado a la pareja protagonista (Universal).

Y desde luego que se cumple ese aviso, al que con mucha tensión no está arrastrando. Lo hace en un macabro hecho puntual que marca el devenir del filme. Curiosamente coincide con el desenlace de la trama, donde el agua vuelve a jugar ese papel al que el realizador siempre le ha gustado otorgarle. Y aunque no está a la altura de esa sorpresa mítica de El sexto sentido, llega a acercarse a esa plenitud, atrapando al espectador en la pantalla y devolviendo la mejor versión de M. Night Shyamalan, para deleite de aquellos que siempre le hemos dado una oportunidad.

Cámara al hombro para provocar inquietud

Además de conservar ese tono de intriga hasta el momento culminante, Shyamalan acierta de pleno con el recurso de filmar cámara al hombro, a modo de documental y utilizando a los dos pequeños como soporte. Un recurso que provoca inquietud y expectación por igual. De esta forma y siguiendo la senda de películas como El proyecto de la bruja de Blair, Paranormal Activity o Rec, el director consigue meternos por completo en la trama, incluso en los momentos donde el filme parece perder fuelle.

A pesar de su apariencia entrañable, la pareja aterrorizará a los pequeños (Universal).

Y así, el realizador indio ofrece una demostración de como se puede llegar a alterar, incluso aterrorizar, sin necesidad de acudir a lo paranormal. Solamente mirando dentro de la psique humana donde habitan los monstruos internos, M. Night Shyamalan logra remontar el vuelo de una carrera que parecía estar abocada al desastre.  


Ficha Técnica


Título original: The Visit

Año: 2015

Duración: 94 min.

Género: Thriller / Terror

País: Estados Unidos 

Director: M. Night Shyamalan

Guión: M. Night Shyamalan

Fotografía: Maryse Alberti

Reparto: Kathryn Hahn, Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan, Michelle Rose Domb, Peter McRobbie, Benjamin Kanes, Erica Lynne Arden, Celia Keenan-Bolger, Dave Jia, Shelby Lackman, John Buscemi

Puntuación: 7/10

1 comentario:

  1. Shyamalan es un director de esos que hemos pasado de admirar y disfrutar a tener con él un sentimiento de pereza total. Estamos totalmente de acuerdo con la catalogación de "Una montaña rusa", aunque quizá tiene muchas bajadas y reveses... Por cierto, muy buena crítica.

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