Rose ayudará a Mørck y Assad a resolver un nuevo caso para el Departamento Q (Vértigo Films). |
En cuanto Mørck y Assad, con la inestimable ayuda de su secretaría Rose -Johanne Louise Schmidt- empiezan a indagar en el caso, descubren todo ese entramado corrupto de crueldad en la élite del país. Muchas serán las pistas que los sabuesos se encontrarán en el camino hacia la verdad, entre ellas la misteriosa y sombría Kimmie -sorprendente Danica Curcic, generando rechazo y aceptación al mismo tiempo es su enigmático rol-, que será una llave importante para abrir la cerradura que permite esclarecer el macabro asesinato.
Así se desarrolla Profanación -con ciertos aires a La isla mínima-, la secuela de Misericordia, nuevamente con Mikkel Nørgaard detrás de la cámara e inspirada en las novelas de Jussi Adler-Olsen. En esta ocasión, en Los chicos que cayeron en la trampa. La adaptación vuelve a llevar el sello de Nikolaj Arcel, que esta vez cuenta con la colaboración de Rasmus Heisterberg, guionista de Millenium y con el que ya trabajó en la fantástica Un asunto Real.
El colegio donde han estudiado las personalidades de Dinamarca esconde más de un macabro secreto (Vértigo Films). |
El argumento es prácticamente similar a la notable Misericordia: un espeluznante caso fallidamente archivado que los detectives Carl Mørck y Hafez al-Assad deben resolver desde el Departamento Q. La receta hacia el entretenimiento se basa en la tensión de muchas secuencias y esa mezcla de trhiller, cine y humor negro que se repiten -afortunadamente- como en la primera entrega. La peculiaridad esta vez radica en que los "malos" de la película -Pilou Asbæk (Secuestro, Lucy) y David Dencik (El topo)- son identificados desde el primer momento. Y además bien retratados.
Chulos, prepotentes y que imperan a sus anchas entre una élite corrompida. Así son estos personajes cuyas miserias y mezquindades no pueden ser tapadas por su abultado dinero. Lentamente, la perversidad de sus actos y su espíritu sádico sale a la luz a medida que los agentes escarban en la historia. Y en esa fotografía del reparto radica buen parte del éxito de este trabajo que, eso sí, no llega a la calidad del primero.
David Dencik (izq.) y Pilou Asbæk (der.) representan la carcoma de la élite danesa (Vértigo Films). |
Las razones son bastante evidentes. Ante todo, su proximidad en el tiempo con Misericordia, lo que le resta ese factor sorpresa e innovador que tanto ha caracterizado a la primera. A eso se añaden escenas inconexas, mal montadas y que hacen perder fluidez en una trama que, si bien es bastante predecible, acaba remontando en una parte final bastante potable.
Con lo cual, y pese a estar un punto por debajo, Profanación es una digna continuación de las aventuras de Carl Mørck y Hafez al-Assad. Tanto Nikolaj Lie Kaas como Fares Fares vuelven a estar correctos en sus roles. Esta vez la complicidad entre ambos sube un nivel y eso se evidencia en más puntos cómicos -ácidos eso sí- en las secuencias que comparten. De ahí que el resultado final sea satisfactorio y salga airoso de la inevitable de las comparaciones. Que ya se sabe, son odiosas.
Ficha Técnica
Título original: Fasandræberne (The Absent One)
Año: 2014
Duración: 119 min.
Género: Drama / Thriller / Policiaco
País: Dinamarca
Director: Mikkel Nørgaard
Guión: Nikolaj Arcel, Rasmus Heisterberg (Novela: Jussi Adler-Olsen)
Música: Patrik Andrén, Uno Helmersson, Johan Söderqvist
Fotografía: Eric Kress
Reparto: Fares Fares, Nikolaj Lie Kaas, Danica Curcic, Pilou Asbæk, David Dencik, Sarah-Sofie Boussnina, Johanne Louise Schmidt, Marco Ilsø, Søren Pilmark, Camilla Gottlieb, Adam Ild Rohweder, Morten Kirkskov
Puntuación: 7/10
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