Las apariencias engañan. Y en cine más todavía. Porque Dinamarca, como el resto de países nórdicos, tiene esa vítola de frialdad -bien merecida, por cierto- que en nada se asemeja a su celuloide. Especialmente aquel que bucea en el trhiller o el drama -sirva de muestra Flame y Citron o La Caza y La Ceremonia, ambas facturadas por Thomas Vinterberg, uno de los cineastas precursores del Dogma 95-, sin olvidar unas más que sobresalientes comedias con tintes dramáticos -Italiano para principiantes, Wilbur se quiere suicidar, de Lone Scherfig- que ejemplifican la calidad del séptimo arte danés.
A esa categoría se añade ahora Misericordia (Los casos del Departamento Q), un intenso trhiller policiaco, tenso y claustrofóbico basado en la novela La mujer que arañaba las paredes, perteneciente a la serie de libros Departamento Q, escrita por Jusii Adler-Olsen. Una saga que narra las investigaciones de los detectives Carl Mørck -Nikolaj Lie Kaas (Ángeles y Demonios)- y Hafez al-Assad -Fares Fares (El invitado, La noche más oscura)-, dos sabuesos implacables relegados a un Departamento decrépito, casi sin responsabilidad y en el que se almacenan casos otrora archivados.
Eso sí, las circunstancias de uno y otro que han acabado con sus huesos en el Departamento Q son bien distintas. Mientras que Mørck atraviesa uno de sus peores momentos profesionales después de una fallida intervención, Assad, de origen sirio, vive una oportunidad inmejorable de demostrar su valía a los 'jefazos'. Y esa chance cae del cielo cuando ambos investigadores, radicalmente opuestos pero condenados a entenderse a pesar de usar métodos tan dispares, se topan de frente con la supuesta desaparición, hace cinco años, de la joven promesa política Marete Lyngaard -Sonja Richter-.
La perspicacia de la pareja policial rápidamente les hace ver que el caso se archivó de forma errónea, tirando de la manta gracias a la aparición del curioso hermano de la víctima. Como si de una cebolla se tratara, poco a poco van destapando las capas de la misteriosa defunción cerrada estrepitosamente como un suicidio. Un arduo trabajo que lleva a Mørck y Assad a enfrentarse a sus superiores con tal de conocer una verdad terrorífica y que esconde los instintos más bajos de venganza y sadismo del ser humano.
Pero qué es esto en comparación con una inmensa labor interpretativa y una historia que engancha de principio a fin. A priori podría ser todo pero gracias al magnetismo de los personajes y la trama, los momentos flojos de la dirección quedan afortunadamente en un segundo plano; algo parecido a lo que ocurre con Fallen (1998). Y ese éxito hay que apuntárselo a Nicolaj Arcel, el director de la brillante Un asunto real -se entiende la participación de Mikkel Boe Følsgaard- y que en este caso se encarga de adaptar la novela de Adler-Olsen.
Como buen adaptador, la historia no pierde ninguna de las esencias del original y sus licencias en los diálogos acentúan más si cabe lo notable del filme. Una cinta que ya tiene preparada su secuela bajo el título de Profanación y que si es capaz de rozar la calidad de su predecesora, a buen seguro que estos implacables detectives seguirán dando que hablar.
Título original: Kvinden i buret (The Keeper of Lost Causes)
Año: 2013
Género: Thriller / Policiaco
Duración: 97 min.
País: Dinamarca
Director: Mikkel Nørgaard
Guión: Nikolaj Arcel (Novela: Jussi Adler-Olsen)
Música: Patrik Andrén, Uno Helmersson, Johan Söderqvist
Fotografía: Eric Kress
Reparto: Nikolaj Lie Kaas, Fares Fares, Mikkel Boe Følsgaard, Sonja Richter, Marijana Jankovic, Søren Pilmark, Troels Lyby, Patricia Schumann, Peter Plaugborg, Rasmus Botoft, Pernille Lyneborg
Puntuación: 7,5/10
Los detectives Carl Mørck y Hafez al-Assad investigan los casos del Departamento Q (Vértigo Films). |
A esa categoría se añade ahora Misericordia (Los casos del Departamento Q), un intenso trhiller policiaco, tenso y claustrofóbico basado en la novela La mujer que arañaba las paredes, perteneciente a la serie de libros Departamento Q, escrita por Jusii Adler-Olsen. Una saga que narra las investigaciones de los detectives Carl Mørck -Nikolaj Lie Kaas (Ángeles y Demonios)- y Hafez al-Assad -Fares Fares (El invitado, La noche más oscura)-, dos sabuesos implacables relegados a un Departamento decrépito, casi sin responsabilidad y en el que se almacenan casos otrora archivados.
Eso sí, las circunstancias de uno y otro que han acabado con sus huesos en el Departamento Q son bien distintas. Mientras que Mørck atraviesa uno de sus peores momentos profesionales después de una fallida intervención, Assad, de origen sirio, vive una oportunidad inmejorable de demostrar su valía a los 'jefazos'. Y esa chance cae del cielo cuando ambos investigadores, radicalmente opuestos pero condenados a entenderse a pesar de usar métodos tan dispares, se topan de frente con la supuesta desaparición, hace cinco años, de la joven promesa política Marete Lyngaard -Sonja Richter-.
Marete Lyngaard desparece misteriosamente y solo su hermano discapacitado conoce la verdad (Vértigo Films). |
La perspicacia de la pareja policial rápidamente les hace ver que el caso se archivó de forma errónea, tirando de la manta gracias a la aparición del curioso hermano de la víctima. Como si de una cebolla se tratara, poco a poco van destapando las capas de la misteriosa defunción cerrada estrepitosamente como un suicidio. Un arduo trabajo que lleva a Mørck y Assad a enfrentarse a sus superiores con tal de conocer una verdad terrorífica y que esconde los instintos más bajos de venganza y sadismo del ser humano.
Macabra unión del destino
Mikkel Nørgaard dirige tras las cámaras esta apasionante película que ahonda en la psicología humana y los caprichos del destino que unen de forma macabra las vidas de las personas. Infortunios del azar que provocan una serie de acontecimientos rodados con más claros que oscuros y que regala escenas que recuerda en muchas ocasiones a Seven (1995). Hay que admitir que aunque los flashbacks aquí si acompañan a la historia, algunas secuencias -sobre todo en el desenlace- están ejecutadas con poca sutileza, lo que impide llegar a la excelencia en la realización.Y a pesar de ello la labor de montaje no queda empañada.Los caprichos del destino desembocan en una macabra historia de venganza (Vértigo Films). |
Pero qué es esto en comparación con una inmensa labor interpretativa y una historia que engancha de principio a fin. A priori podría ser todo pero gracias al magnetismo de los personajes y la trama, los momentos flojos de la dirección quedan afortunadamente en un segundo plano; algo parecido a lo que ocurre con Fallen (1998). Y ese éxito hay que apuntárselo a Nicolaj Arcel, el director de la brillante Un asunto real -se entiende la participación de Mikkel Boe Følsgaard- y que en este caso se encarga de adaptar la novela de Adler-Olsen.
Como buen adaptador, la historia no pierde ninguna de las esencias del original y sus licencias en los diálogos acentúan más si cabe lo notable del filme. Una cinta que ya tiene preparada su secuela bajo el título de Profanación y que si es capaz de rozar la calidad de su predecesora, a buen seguro que estos implacables detectives seguirán dando que hablar.
Ficha Técnica
Título original: Kvinden i buret (The Keeper of Lost Causes)
Año: 2013
Género: Thriller / Policiaco
Duración: 97 min.
País: Dinamarca
Director: Mikkel Nørgaard
Guión: Nikolaj Arcel (Novela: Jussi Adler-Olsen)
Música: Patrik Andrén, Uno Helmersson, Johan Söderqvist
Fotografía: Eric Kress
Reparto: Nikolaj Lie Kaas, Fares Fares, Mikkel Boe Følsgaard, Sonja Richter, Marijana Jankovic, Søren Pilmark, Troels Lyby, Patricia Schumann, Peter Plaugborg, Rasmus Botoft, Pernille Lyneborg
Puntuación: 7,5/10
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