Páginas

jueves, 12 de febrero de 2015

'La teoría del todo' a la nada

Llevar a la gran pantalla la vida de un personaje ilustre siempre ha sido un caramelo jugoso y sencillo de saborear para muchos actores. Más si cabe cuando esa adaptación requiere un esfuerzo físico sobrehumano y una lucha perseverante contra la enfermedad. Cuestiones que suelen levantar con facilidad el aplauso de público, crítica y académicos que premian estas actuaciones, a veces impresionantes, cierto, y otras demasiado evidentes.

Eso es realmente lo que pensaría Eddy Redmayne (Los miserables) cuando a sus manos llegó el guión de La teoría del todo, la película de James Marsh (Man on Wire) que adapta el libro de Jane Hawking donde se narra parte de la vida del astrofísico británico Stephen Hawking. Un recorrido biográfico por una de las figuras más importantes del siglo XX, con todos los ingredientes para conmover hasta al más férreo corazón, pero con alguna que otra laguna.

Felicity Jones y Eddy Redmayne son Jane y Stephen Hawking en 'La teoría del todo'.

La trama comienza con un Hawking universitario, lleno de vida e ilusiones propias de la juventud cuando se cruza con el amor de su vida, Jane -Felicity Jones (Cruce de destinos)-. El drama no tarda en llegar con los primeros síntomas de su enfermedad que, aun hoy, le tiene postrado sobre una silla de ruedas sin apenas mover un músculo.

Es en ese momento cuando la película se sumerge en todo un torrente de emociones que empiezan a aflorar en el espectador, ayudadas es verdad por dos interpretaciones muy buenas, a la altura de registros hechos para destacar y sobrarse -se cumple la máxima predicha por Ben Stiller en Tropic Thunder-. Unos papeles que todo intérprete está deseando encarnar, porque permiten todo tipo de licencias para llegar a emular a la celebridad sobre la que versa el filme.

A pesar de las adversidades, la familia Hawking salió adelante.

Hasta ese punto, La teoría del todo es muy correcta. Tenemos a Stephen Hawking, el físico, el padre de los agujeros negros que tanto misterio acarrean, luchando por sobrevivir, por superar una dolencia que únicamente le daba para tres años de vida. Y no solo lo consigue, sino que se sobrepone. Forma una familia con tres hijos -uno de ellos algo dudoso por la irrupción de terceros- y logra el reconocimiento mundial gracias a sus trabajos y su coraje por mantenerse en este mundo.

Personajes devorados por el melodrama

Verdaderamente la vida del cosmólogo es de película, pero en el trabajo de Marsh no hay profundidad, todo se queda en la superficie y acaba en una nada sin originalidad. La historia de amor entre Stephen, Jane -la sufrida Felicity Jones también se frotaba las manos con este rol- y los terceros en discordia, engulle los éxitos del físico británico, por los que apenas se pasa de puntillas. Una clara evidencia de que, lo que persigue el realizador británico, es tocar la fibra sensible en detrimento de la valía de un personaje devorado por el melodrama. No era necesario.

Eddy Redmayne se mete de lleno en la piel de Stephen Hawking.

Y así, el ritmo de la película tan pronto acelera como ralentiza para dar una y mil vueltas sobre lo duro que es para Jane sacar adelante una familia lastrada por la terrible enfermedad del padre de familia, combinada con el esfuerzo físico de Redmayne por plasmar al cien por cien el deterioro de Hawking. De acuerdo a esta premisa, resulta sencillo empatizar con la atractiva actriz de Birminghan, que aguanta con estoicidad y un semblante impertérrito los acontecimientos que le sobrevienen.

En ese toque de buenismo llegamos a comprender los aparentes líos de faldas del matrimonio Hawking, algo normal a la vista de los hechos; y como se deteriora el amor hasta quedar en una amistad unida por la desgracia y la superación, los ejes centrales de la trama. Todo buenas intenciones con escenas muy edulcoradas por momentos y que logran su objetivo: emocionar y sacar la lágrima. Éxito asegurado si se le suma que Hawking vende más que la diva del pop Madonna. Y ya es decir.

El matrimonio Hawking en la realidad y en la ficción durante su boda.

De esta forma se construye una suerte de melodrama en el que Redmayne y Jones, pues sí, lo bordan; como ya hicieron antes Daniel Day-Lewis en Mi pie izquierdo o la pareja Russell Crowe y Jennifer Connelly en la vida de John Nash en Una mente maravillosa. Aunque estos si parecían profundizar más en la relevancia del personaje en cuestión.

Así que Marsh tenía dos caminos que seguir: vida y logros de Hawking o la historia de amor con Jane y su posterior separación. El cineasta británico eligió el segundo, está en su derecho y eso es cierto que llega, pero no cautiva y a la larga -ya se demostrará- termina cayendo en el olvido.



Ficha Técnica


Título original: The Theory of Everything

Año: 2014

Género: Drama / Hechos Reales / Biográfico / Enfermedad

Duración: 123 min.

País: Reino Unido 

Director: James Marsh

Guión: Anthony McCarten (Libro: Jane Hawking)

Música: Johann Johansson

Fotografía: Benoît Delhomme

Reparto: Eddie Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox, David Thewlis, Emily Watson, Simon McBurney, Charlotte Hope, Adam Godley, Harry Lloyd, Maxine Peake, Joelle Koissi, Zac Rashid, Hugh O'Brien, George Hewer, Georg Nikoloff, John W.G. Harley

Premios: 2014: Premios Oscar: Mejor actor (Redmayne). 5 nominaciones
               2014: 2 Globos de Oro: Mejor actor - Drama (Redmayne) y Mejor BSO
               2014: Premios BAFTA: Mejor film británico, actor (Redmayne) y guión adaptado
               2014: Satellite Awards: 5 nominaciones, incluyendo Mejor película
               2014: Sindicato de Actores (SAG): Mejor actor (Eddie Redmayne)

Puntuación: 6/10

2 comentarios:

  1. Tío!!! cómo mola este sitio! y me gusta cómo escribes. Claramente discrepo contigo en cuanto a tu opinión sobre esta película, pero en fin, cada persona es un mundo y tiene sus propias opiniones, y derecho a expresarlas, desde luego ;) Agradezco que hayas publicado este post porque así tengo una opinión de La Teoría del Todo que no sea "¡oooooh la maravilla de los biopics!" Bueno, un saludo ^^

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario y halagos! La verdad es que no soy contrario a los biopics, pero en este caso me parece más un melodrama que la vida de uno de los genios de nuestro tiempo. Por ejemplo, a Hawking le conocemos por su teoría sobre los agujeros negros y, particularmente, creo que tienen más miga que los líos de faldas.

    ResponderEliminar